HASTA EL FIN DEL MUNDO

EN VACHERON CONSTANTIN SABEN CÓMO HACER RELOJES: NORMAL SI LOS LLEVAN FABRICANDO DESDE 1755. LO VEMOS EN EL OVERSEAS DUAL TIME, UNO DE LOS RELOJES PARA VIAJEROS MÁS INTERESANTES DEL MOMENTO

de los vientos. Su autonomía es de 60 horas y luce orgulloso el Sello de Ginebra, el cual acredita su fabricación y decoración de acuerdo con las normas de esta exigente certifi cación. CASERO: La indicación de segundo huso horario está concebida para que sea fácil de leer y ajustar por el usuario. En la esfera vemos que del eje central parten dos agujas de menor longitud. La que es más parecida al minutero se encargará de indicar la hora local, mientras la de cabeza triangular recuerda la hora de casa. Para cambiar la hora de referencia (lo habitual si realizamos un viaje con el reloj puesto) basta con desenroscar la corona, extraerla una posición y girarla. La aguja avanzará en saltos completos de una hora.

DESPISTADO: La aguja de la hora local va asociada a un indicador junto al índice de las 9 horas que nos recuerda si es por la mañana o por la noche. No lo parece, pero es una indicación de lo más práctica en momentos de jet lag. La fecha queda vinculada a la aguja de hora local y cuenta con un pulsador independiente junto al índice de las 4 horas con sistema de cierre para evitar la entrada accidental de agua.

ACAPARADOR: Al igual que todas las versiones de acero de Overseas, el Dual Time viene con un llamativo brazalete cuyos eslabones tienen forma de media cruz de Malta. También podemos escoger una correa de piel de aligátor (azul en esta versión) y otra más deportiva de caucho. Se pueden intercambiar en apenas unos minutos para elegir cuál se adapta mejor en ese mismo momento. Más interesante es saber que no tenemos que elegir cuál llevarnos: las tres (brazalete, aligátor y caucho) vienen incluidas en el estuche donde nos entregan el reloj, siempre que hayamos abonado antes los 24.600 euros que cuesta esta ‘golosina’.