VETERANOS Y EN PLENA FORMA
EL BIG CROWN POINTER DATE, EL RELOJ MÁS ICÓNICO DE ORIS, CUMPLE 80 AÑOS CON UNA EDICIÓN REALIZADA EN BRONCE. UNA PIEZA REALMENTE ESPECIAL
A la edad en la que muchos están disfrutando de un merecido retiro, el Big Crown Pointer Date sigue más vivo que nunca. Este reloj fue originalmente creado para aviadores en 1938, como demuestra el gran tamaño de su corona, realizada así para poder manipularla sin necesidad de quitarse el guante. Había otra característica más que lo hacía único: un indicador de fecha con aguja en un momento en el que esta función era toda una rareza. La esencia del Big Crown Pointer Date se ha mantenido inalterada durante todo este tiempo a pesar de las numerosas evoluciones que ha experimentado en ocho décadas. No es raro que los responsables de Oris lo eligieran como su emblema cuando la firma tuvo que resurgir de sus cenizas de la mano de Rolf Portmann y Ulrich Herzog a mediados de los 80. En aquella época Oris estuvo a punto de desaparecer, cuando apenas veinte años antes se había convertido en una de las diez firmas más potentes del mundo con una producción de más de 1,2 millones de unidades al año. El Big Crown Pointer Date siempre ha sido mecánico y siempre lo será, porque así lo dictamina la filosofía de la marca, que no es otra que disfrutar del encanto de la relojería mecánica de un modo sencillo y a un precio justo. Esta idea es evidente en esta reciente actualización y se aprecia aún más en su edición conmemorativa, caracterizada por su caja de bronce de 40 mm de diámetro, acompañada de una esfera verde con la característica aguja de fecha rematada por un indicador triangular rojo y correa de piel en castaño oscuro (1.800 €).
“El Pointer Date representa a la perfección la esencia de nuestro legado: práctico y funcional pero, a la vez, muy atractivo” (Rolf Portmann, presidente honorario de Oris)