LOS ‘IVY’ NIPONES
SI HAS NACIDO EN SHIBUYA Y NO EN CALIFORNIA, PONERTE UNA CHAQUETA DE CUADROS, UN POLO Y UNA CORBATA ULTRAFINA AL MÁS PURO ESTILO IVY LEAGUE PUEDE RESULTAR UNA REBELDÍA. ESTA ES LA HISTORIA DE LOS MIYUKI-ZOKU, LOS PRECURSORES DE ESTA MODA EN EL JAPÓN DE LO
Esta temporada que los looks ivy, los inspirados en las ligas deportivas de las universidades yankis, están en pleno auge, es el mejor momento para rendirle un merecido homenaje. La Miyuki-zoku fue la primera tribu urbana japonesa que introdujo esta tendencia en el país nipón y los jóvenes que la componían eran unos verdaderos rebeldes que se enfrentaron al sistema monótono de moda instaurado allí. Porque sí, porque además de abanderar el ivy look son los responsables de toda la infuencia japonesa que tenemos hoy en día en la moda internacional. Gracias a ellos, que decidieron desmarcarse de las normas dictadas por la mayoría y empezar a hacerlo con las suyas propias. Bueno, en este caso más bien con las de sus colegas norteamericanos.
La tribu Miyuki-zoku apareció repentinamente en el verano de 1964.
Miyuki, por la calle donde normalmente se reunían, en el barrio comercial y exclusivo de Ginza, en Japón, y zoku, ‘subcultura o grupo social’, en japonés. Lo formaron unos 700 teenagers, chicos y chicas, hartos de los uniformes escolares, y devotos del slim fit y de las camisas con button down collar, los pantalones a cuadros o blancos y caquis, y los mocasines, por citar algunos hitos ivy. Por adoptar, adoptaban hasta el mismo corte de pelo que los muchachos de Yale. Muy cortito por los lados y más largo por arriba. También empezaron a usar secador, algo que no gustó mucho a sus mayores, que lo veían como un gesto femenino.
Pero ¿dónde está el origen? ¿Por qué le da a un grupo de jóvenes japoneses por copiar el estilo ivy y no el tibetano, el famenco o el de Peaky Blinders? Lo primero es que eran los años 60, los peaky ya habían tenido su momento y Al Capone había muerto, así que el estilo gánster no era tendencia y los japoneses buscaban como locos referencias en EEUU. Lo venían haciendo desde 1945, pero rara vez tenían oportunidad de ver a jóvenes americanos que no fuesen los propios soldados estadounidenses, siempre presentes en la isla.
NIÑOS BIEN
Y es que, en realidad, los componentes de la Miyuki-zoku no copiaron a los universitarios de la Ivy League. ¿Cómo iban a hacerlo si ni siquiera podían verlos…? Estos jóvenes encontraron referencias a este estilo a través de una nueva revista, la Heibon Punch. La publicación estaba dirigida al creciente número de jóvenes urbanos ricos de Japón.
Porque sí, no lo hemos dicho, pero los jovencitos rebeldes de los que hablamos tenían pasta (que siempre se lleva mejor que la rebeldía). Parte de la misión editorial de esta revista era decirles a los teenagers cómo vestirse, y los editores entendían que el ivy look era el mejor modo para hacerlo. Por aquel entones este tipo de ropa en Japón solo la comercializaba una marca nacional, VAN. Kensuke Ishizu, un empresario japonés valiente y con una visión de negocio envidiable, se percató de esta tendencia en auge en la década de los 50 y la empezó hacer suya a través de VAN, impulsándola como una alternativa al look de chaqueta y pantalón de hombros altos y talle alto que dominó el estilo masculino japonés durante la década de los 50.
Como un aspecto importado, la moda de la Ivy League se convirtió en vanguardista y sofisticada para los adolescentes de Tokio, y esto encajaba perfectamente con la misión de Heibon Punch de darle a los jovenzuelos un estilo propio. En 1964 todos los adolescentes estaban ya inmersos en la tendencia, pero lo del secador y que coincidiera en el verano de los Juegos Olímpicos fue el acabose de esta tribu, nunca bien aceptada por los padres de los muchachos, que vivían en un Japón mucho más anclado a la tradición de lo que lo está el de ahora (si cabe).
PERSECUCIÓN Y ¿CAÍDA?
Aquel año todo giraba en torno a los Juegos Olímpicos que comenzarían en octubre de 1964. Era el regreso de Japón a la comunidad global después de su innoble derrota de la Segunda Guerra Mundial, y no querían que los asistentes viesen cómo sus chavalillos vestían pantalones blancos de talle alto ajustados y americanas de cuadros. Había que erradicar la Miyukizoku fuera como fuera, y lo consiguieron. De forma soterrada, pero con mano firme, fueron prohibiendo la demostración de moda de los teenagers. Algunos de los miembros cedieron a las premisas de la policía. Otros se opusieron y acabaron en la cárcel (también lo decimos en serio). Era la sociedad japonesa la que simplemente no estaba preparada para la idea de que la moda juvenil podría ser parte del mercado.
Pero la moda ivy no murió con la Miyukizoku. Al contrario, su fallecimiento no hizo más que hacer resurgir multitud de tribus ivy (esta vez sin nombre, que sepamos) que se enfrentaron de lleno al hostigamiento sufrido por sus antecesores. La Miyuki-zoku pudo haber perdido la batalla de Ginza, pero ganó la guerra por el estilo de la Ivy League.
Estos jóvenes encontraron referencias Ivy League a través de una nueva revista, la ‘Heibon Punch’, dirigida al creciente número de jóvenes urbanos ricos de Japón