CATA DE FRAGANCIAS
EL DISEÑADOR JUAN AVELLANEDA CREE EN EL PODER DEL OLFATO Y PARA CONVENCER A SUS INVITADOS ORGANIZÓ UNA VELADA PARA PROBAR LOS PERFUMES MÁS EXCLUSIVOS DE CHRISTIAN DIOR
Se define a sí mismo como un hedonista en busca del placer estético, visual y olfativo. Pero la personalidad de Avellaneda no se queda ahí. Es uno de esos anfitriones que disfrutan recibiendo invitados en casa y ofreciéndoles experiencias enriquecedoras y refinadas. Son precisamente estos los motivos que le han llevado a convertirse en el embajador de la colección de perfumes Maison de Christian Dior y a estrenarse con una cata de fragancias de altura en su preciosa casa de Barcelona.
PERFUMES, VELAS, JABONES...
El plan era aprender juntos de las múltiples notas olfativas de esta línea que no se limita al perfume corporal: Maison incluye también velas, jabones líquidos y pastillas para aromatizar levemente el cuerpo, la casa y el cuarto de baño. Todo un festín para un hedonista. La gama completa juega con 22 esencias y, para catarlas como un experto nariz, Avellaneda contó con las impresiones de diez amigos que se distinguen por su refinamiento. Cada invitado probó de cuatro a seis perfumes sobre la piel hasta descubrir el suyo ideal. “Christian Dior me dio libertad absoluta para organizar el encuentro como considerara oportuno. Estaba previsto que la cata durara una hora, pero se alargó hasta tres. Se creó un ambiente relajado, tranquilo. Estábamos entre amigos”, expresa. Para Avellaneda, la sensibilidad estética no solo atañe al vestuario, sino a todos los sentidos. Es un creativo fértil. “Voy a una ópera y me imagino en medio de una escena, las imágenes son mi material de trabajo.