“MÁLAGA ES UN GOLAZO”
Brahim abandonó muy joven su ciudad natal, pero sus raíces allí son muy profundas
El idilio que mantiene el Real Madrid con los jugadores nacidos en Málaga es muy curioso. No es que sean muchos los malagueños que han vestido la elástica blanca en más de 120 años de historia del club (solo 12), pero la influencia que han tenido algunos de ellos es mayúscula: Juanito (en pie), Fernando Hierro o Isco son leyendas del Real Madrid. A esa singular lista se unió hace algunos años Brahim Díaz (Málaga, 1999), último malagueño en incorporarse al club de Chamartín.
Brahim salió de Málaga muy joven, con apenas 14 años, rumbo al Manchester City. Allí estuvo dos temporadas y media hasta que en enero de 2019 recaló en el Real Madrid, se fue cedido al Milan y volvió el verano pasado. A punto de cumplir 25 años, Brahim lleva mucho tiempo fuera de su ciudad, aunque su arraigo es muy fuerte.Y, para comprobarlo, le sometemos a un test rápido:
ESQUIRE: ¿Cómo ha cambiado la ciudad desde que vivías allí siendo un niño?
BRAHIM DÍAZ: La ciudad sigue siendo la misma, te recibe siempre con los brazos abiertos. Es verdad que en los últimos años ha cambiado para mejor: está el puerto nuevo, el centro que es espectacular, Marbella, las playas de Nerja… Málaga es bonita donde la pises y ese es su encanto.
ESQ: ¿Cuál es el rincón de Málaga donde has vivido tu historia más bonita?
BD: [Piensa] Yo diría que en mi casa con mis padres, o jugando a la pelota en el Mortadelo o el Tiro Pichón, esos clubes donde estaba prácticamente la 24 horas pegándole a la pelota. Esos son los momentos que más me han marcado.
ESQ: ¿Qué es lo que más echas de menos de la ciudad?
BD: Cuando dejas tu tierra o tu ciudad siempre echas de menos algo...Yo echo de menos la playa, andar por el paseo marítimo, sentarte en un chiringuito y comerte un espetito [risas].
ESQ: Si Málaga fuera un gol, ¿cómo sería?
BD: Un golazo. El gol perfecto. La jugada mía de Leipzig, por ejemplo, ¡un golazo! [risas].