Europa Sur

Desarticul­ada una red que ganó 25 millones de euros vendiendo atún rojo ilegal

● Hay 79 detenidos, y la Guardia Civil ha intervenid­o 80 toneladas de atún rojo, dinero en efectivo, joyas y vehículos

- Redacción CÁDIZ

Un grupo criminal, ya desarticul­ado por el Seprona de la Guardia Civil, logró hacerse con al menos 25 millones de euros de beneficio en un solo año con la comerciali­zación ilegal de atún rojo, capturado de forma ilícita y sin control en aguas de Malta e Italia.

Así lo pusieron de manifiesto ayer responsabl­es del Seprona, de Europol y de la Secretaría General de Pesca en una rueda de prensa celebrada en Madrid y que sirvió para dar cuenta de los detalles de la denominada Operación Tarantelo contra la comerciali­zación ilegal de atún rojo y denominada así por una de las partes más jugosas del vientre del túnido.

El teniente coronel jefe de Operacione­s del Seprona, Jesús Gálvez, explicó que la operación comenzó en el primer semestre de 2017 tras las informacio­nes de la Secretaría de Pesca y del sector de que se podría estar pescando ilegalment­e atún en el Mediterrán­eo, obviando los controles y las cuotas impuestas por el ICCAT (Comisión Internacio­nal para la Conservaci­ón del Atún Atlántico).

Tras diversas pesquisas se descubrió una red asentada en la Comunidad Valenciana, y la Fiscalía de Medio Ambiente, junto con el Juzgado número 3 de Picassent, abrieron diligencia­s para descubrir la trama, en una operación que culminó con 79 detenidos (todos españoles) y casi 50 registros de empresas distribuid­oras y domicilios en diferentes puntos de nuestro país.

La operación se llevó a cabo en doce provincias, entre ellas la de Cádiz, donde la Guardia Civil también considera que hay conexiones con esta red: Barcelona, Castellón, Valencia, Alicante, Murcia, Almería, Málaga, Sevilla, Huelva, Toledo y Madrid son las demás provincias. Durante la explotació­n de la misma se han intervenid­o 80 toneladas de atún rojo, cerca de medio millón de euros en efectivo, vehículos de alta gama, joyas valoradas en más de 600.000 euros y documentac­ión que se está analizando y que correspond­e a la actividad del grupo en los últimos tres años.

Según se comprobó en la investigac­ión, los atunes rojos se pescaban en aguas de Malta e Italia y eran transporta­dos hasta España, bien por el aeropuerto de Madrid (en este caso las capturas legales), bien por puertos hasta Francia y después por carretera en camiones hasta el Levante.

Las empresas implicadas aprovechab­an la parte legal de su actividad para introducir atunes pescados ilegalment­e. Y lo hacían amparándos­e en facturas y otros documentos que se correspond­ían con la compra legal de estos animales, procedente­s la mayoría de los casos de granjas autorizada­s, piscinas de engorde en que son introducid­os los atunes para ir alimentánd­olos a base de sardinas y caballas sobre todo hasta que alcanzan la grasa idónea para su venta, una grasa muy demandada en el mercado asiático sobre todo por su costumbre de consumir el atún en crudo con elaboracio­nes como el tartar, tataki o sushi.

Gálvez explicó que por el aeropuerto madrileño entraban desde Malta 1.250.000 kilos con documentac­ión legal, mientras que el que se comerciali­zaba en negro doblaba esa cantidad. Si por cada kilo se obtenía un beneficio mínimo de 5 euros, este grupo criminal habría obtenido ilegalment­e unos 12,5 millones de euros.

Según datos provisiona­les de lo analizado hasta ahora, en los cinco primeros meses llegó de forma ilegal a España medio millón de toneladas de atún rojo procedente de Italia, con una ganancia ilícita de otros 12,5 millones de euros.

El jefe de Operacione­s del Seprona insistió en que en muchas ocasiones se rompía la cadena de hielo, los atunes no eran conservado­s debidament­e, las proteínas se degradaban y se acumulaban las histaminas, que subían más de lo permitido. Comerlo en ese estado puede provocar intoxicaci­ones, como la que sufrió un hombre que consumió atún comprado en Sevilla y que tuvo que ser hospitaliz­ado.

Desde que el pasado mes de junio se produjeron las primeras detencione­s y un juzgado de Valencia investigó como grupo criminal a seis de los detenidos, han sido varias las empresas que han sido relacionad­as con este fraude, alguna de ellas muy conocida en la zona levantina.

Mientras, la jefa de Inspección Pesquera del Ministerio de Agricultur­a y Pesca, Esther Boy, resaltó el control que se lleva a cabo por parte de los 120 inspectore­s repartidos por toda la geografía, y subrayó el acuerdo en esta materia con la Guardia Civil.

Por su parte, el jefe de la Unidad de Delitos Económicos de Europol, el portugués Pedro Felicio, quien ha valorado la operación como una de las más importante­s de la Guardia Civil y ha señalado que el crimen ambiental es hoy la mayor amenaza para los ciudadanos, por lo que combatirlo es una de las prioridade­s de la UE.

Respecto al atún rojo, Felicio ha asegurado que se está pescando el 50 por ciento más de lo que sería legal, ha alertado de que en diez años esta especie puede estar en peligro de extinción y ha precisado que tendrá que incluirse en Cites (el Convenio sobre el Comercio Internacio­nal de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre).

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JULIO GONZÁLEZ Atunes apilados cazados de manera legal en una almadraba gaditana.

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