Una bandera por Isabel
La asociación de apoyo a las enfermas de cáncer rinde un sentido homenaje a una de sus fundadoras y puntales
La bandera rosa que hace dos años y medio ondeó por vez primera Isabel Canto junto a un grupo de fieles amigas para apoyar a las mujeres enfermas de cáncer se izó en la tarde de ayer más alto que nunca para acariciar el cielo. No fue un miércoles cualquiera. Tampoco lo fue el de siete días antes, como escribió en estas páginas Isabel Beneroso.
Aquel fue un día sin vuelta atrás. Isabel llevaba algún tiempo sedada y todas barruntaban el amargo desenlace de una persona que dejó tras de sí –mejor dicho, que deja– un patrimonio de afectos imborrable en la memoria de las guerreras que la acompañaron en la lucha, no solo contra la enfermedad, sino también contra la soledad y el vacío que se abre en torno a quienes la padecen.
Una de esas jabatas se llama Isa Fernández, la Chica, apodada así cariñosamente por las demás para diferenciarla de su compañera fallecida. Isa tragó ayer saliva varias veces antes de tomar la palabra en la plaza Sur de Europa de Algeciras para referirse con orgullo a su amiga. “Aún recuerdo aquel día en la puerta del colegio, esperando a que saliera Claudia, cuando sonó el teléfono. Yo estaba en uno de esos malos momentos que te hace sentir la enfermedad y, al descolgar, escuché su voz: Hola, Isa, soy Isabel Canto, amiga de Ivana. Me ha pasado tu teléfono. Me ha comentado que estás pasando por un mal momento y te quiero ayudar”.
Ese fue el comienzo del camino de Bandera Rosa. “Una de las cosas que decía Isabel era: mi propósito es ayudar a las pacientes y con tan solo ayude a una me doy por satisfecha. Hoy te digo que una de esas pacientes fui yo, la primera, y luego vinieron muchas más, así que te puedes dar por satisfecha”, rememoró Isa.
Los ojos de Carmen López también sonrieron ayer al cielo. Impulsora de Bandera Rosa desde sus inicios, rememoró las inquietudes de todas las fundadoras de la asociación: “El miedo se disipó, el coraje, las ganas de ayudar y de hacer algo distinto nos empujaron a que todo lo que se planteaba fuera una tormenta de ideas que se perfilaban y terminaban viendo la luz”.
El pulso sigue librándose día a día, en la quinta planta del hospital, en la calle. Bandera Rosa tiene por delante el reto de la concienciación entre la población, de la prevención y la investigación, así como el acompañamiento, asesoramiento y ayuda a las enfermas. “Ahora nos estará mirando y dirá: Ay, la que he liado”, reflexionó Carmen. Y sí, Isabel la lio buena con su ejemplo, su apoyo, su sensibilidad y tantas cosas que ahora contempla.
La ‘Chica’ tragó saliva varias veces antes de tomar la palabra para recordarla con orgullo