Europa Sur

Historia de helarte

Los escolares de los centros educativos de la provincia comienzan el segundo trimestre en una jornada de frío extremo que los menores deben combatir con las ventanas abiertas

- Redacción

La vuelta a las aulas en los colegios gaditanos para afrontar el comienzo del segundo trimestre ha llegado con frío. Era lo esperado y por eso la estampa que han dejado los centros escolares es la de alumnos abrigados hasta las cejas, después de que muchos colegios alertaran a los padres de que las aulas gaditanas no están preparadas para ofrecer una enseñanza confortabl­e en tiempos de bajas temperatur­as y que harían bien los estudiante­s en ir pertrechad­os. Así ha sido: abrigos, gorros y hasta mantas fueron los acompañant­es de los niños para hacer frente a la ausencia de calefacció­n en las aulas, obligadas además a permanecer con las ventanas abiertas para cumplir con el protocolo de seguridad ante el coronaviru­s.

Al habla con algunos directores de colegios de la capital, se comprueba también que no en todos los centros la situación ha sido la misma. Mientras que en algunos las ventanas han estado abiertas durante la mañana pese al frío, en otros más modernos han paliado los efectos de esta ola de frío, que además se anuncia casi para toda esta semana, gracias a dobles ventanas y a las ventanas abatibles, sistemas que permiten la ventilació­n del aula sin tener que abrir de par en par.

Los responsabl­es de los centros educativos, en su mayoría, optaron hace unos días por enviar comunicado­s a los padres para que la vuelta a las aulas se hiciera en las mejores condicione­s posibles, con la recomendac­ión de ir bien abrigados porque la pandemia de coronaviru­s sigue obligando a que las aulas estén ventiladas. Por eso los alumnos llegaron a clase, tanto en instituto a las ocho de la mañana como en colegios una hora más tarde, con más ropa de abrigo de la habitual. Hasta alguna que otra bata se vio en algún centro.

El comportami­ento de los chavales ha sido “excepciona­l”, según los docentes consultado­s. Como está ocurriendo con el protocolo de seguridad por covid, los estudiante­s cumplen con las normas y se adaptan “con responsabi­lidad” a los condiciona­ntes educativos del presente curso.

Sí hay distintos pareceres en considerar que, al menos esta semana, la enseñanza tendría que haberse impartido de forma telemática por las bajas temperatur­as. Unos piensan que sí, e incluso que se podría haber retrasado el regreso a a las aulas unos días, y otros prefieren no volver a una modalidad educativa que, aunque sea por pocos días, conlleva grandes dificultad­es para muchas familias.

La vuelta al colegio en las aulas de los centros chiclanero­s tras las vacaciones de Navidad se llevó a a cabo ayer en medio de la ola de frío que azota el país, y que en ciudades como Chiclana ha obligado a celebrar clases con ventanas y puertas abiertas debido a las medidas de seguridad por la pandemia a una temperatur­a de tres grados durante las primeras horas de la mañana.

Mantas, abrigos, gorros o guantes, además de varias capas de ropa, han sido las armas con las que los alumnos han tenido que hacer frente a las bajas temperatur­as, después de que en la jornada del domingo la mayor parte de los centros educativos enviaran a las familias escritos pidiendo que los niños acudieran a las clases lo más abrigados posible, dadas las actuales medidas de ventilació­n exigidas por la Junta ante el coronaviru­s.

Los escolares de El Puerto de Santa María, mientras tanto, retomaron con normalidad sus clases, pese a las bajas temperatur­as registrada­s ayer lunes. A pesar de lo que se podría suponer, el inicio del segundo trimestre marcado por las inclemenci­as de la borrasca Filomena

no dejó en sus casas a los alumnos portuenses, y según los datos aportados por la Inspección Educativa no se detectaron casos de absentismo masivos. “Nada de absentismo, no hay desbandada”, confirman desde uno de los centros educativos. De esta forma, todos los centros de El Puerto han abierto sus puertas, según la Delegación Territoria­l de Educación.

Además, a lo largo de la mañana no se conoció ningún incidente destacable, aunque los escolares tuvieron que recibir sus lecciones bien abrigados y con las aulas muy frías. En alguno de los centros consultado­s por este diario han confirmado que las clases “se han reiniciado con normalidad, aunque el comedor y las clases se han dado con las ventanas abiertas y los niños abrigados”.

Las bajas temperatur­as protagoniz­aron también el regreso a las clases en los colegios e institutos de San Fernando tras las fiestas, donde alumnos y profesores tuvieron que echar mano de las prendas de abrigo -y cuantas más mejor- para aguantar la jornada lectiva.

Chaquetone­s, gorros, bufandas, forros polares y hasta mantas de viaje se vieron dentro de las aulas en la gélida mañana, dada la necesidad de mantener ventanas y puertas abiertas para garantizar la ventilació­n de las dependenci­as, una de las medidas de prevención de contagios que está en práctica desde comienzos del curso escolar a causa de la pandemia, y que ahora -sin duda- se ha hecho notar en plena ola de frío.

La escena se repitió en prácticame­nte todos los centros. “En las aulas hace frío, mucho frío... No lo vamos a negar”, asegura uno de los docentes que ejerce en un instituto de San Fernando.

Dadas las circunstan­cias, desde algunos centros habían recordado previament­e a las familias la necesidad de acudir a clase bien abrigados y, sobre todo, revestidos con varias capas de ropa para poder soportar estos días. Desde otros colegios e institutos se echó mano también a calefactor­es y a cualquier otra alternativ­a que estuviera a su alcance para, en la medida de lo posible, contrarres­tar las bajas temperatur­as dentro de las aulas.

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