El tren del frío que une Madrid con Cádiz
Apenas unos 30 viajeros llegan a la estación de la capital gaditana en un Alvia
Unos quieren ir y no pueden y otros llegan, pero tarde. En la estación de trenes de Cádiz, en el día de ayer, en la zona de taquillas hay una cola que aguarda pacientemente su turno. Muchos de ellos quieren cambiar el billete de tren porque el Alvia que tenía que salir a la una y media con destino a Atocha se ha suprimido. Sin embargo, pasadas las cinco de la tarde hay otro que sí está en servicio.
Los conileños Mario y Pedro son dos militares que deberían haberse incorporado ayer como nuevos soldados en su destino en Madrid. Tenían billetes para el sábado pero el temporal de nieve que trajo consigo Filomena hizo que tuvieran que cambiar los billetes para el lunes. Cuando llegaron al mediodía para coger el tren a Madrid comprobaron que estaba suprimido.
Siempre van a recordar las vicisitudes de su incorporación a las Fuerzas Armadas “aunque por lo menos el Ministerio de Defensa ha dado permiso para poder incorporarnos el miércoles por los problemas que hay en Madrid y las comunicaciones”.
Mientras hacen cola uno le dice al otro que van a tener que llamar al hostal para decir que van a llegar más tarde de lo previsto: “El problema es que no sabemos lo qué nos vamos a encontrar cuando lleguemos allí”, lo que se puede ver acentuado porque que ya será de noche.
Y mientras que Mario y Pedro aguardaban con paciencia, llegaba con unos minutos de retraso un Alvia procedente de Madrid por el andén 3. En el mismo apenas viajaban 30 personas, entre ellos la toledana Emma y Juan, madrileño de Alcalá de Henares. Ambos son estudiantes de Ciencias Ambientales en la Universidad de Cádiz.
Tras pasar las vacaciones de Navidad con sus respectivas familias, tenían que haber vuelto el domingo a Cádiz, pero no lo pudieron hacer. Juan cuenta de que a pesar de que se restablecieron las comunicaciones por vía férrea con la capital gaditana, en sus casos el problema era llegar hasta la estación de Atocha para poder iniciar el viaje.
Ayer salió bien temprano desde Madrid y Juan cuenta que su padre lo tuvo que llevar en coche y que sufrieron mucho para llegar a Atocha por las dificultades para transitar por la ciudad. Sin embargo, una vez que se subieron en el tren “el viaje lo hemos podido hacer con normalidad salvo los pocos minutos que ha habido de retraso”.