El comité de Navantia Puerto Real niega un conflicto con La Isla por la patrullera
Los representantes de los trabajadores de la factoría exigen que se materialicen los contratos del BAM-IS y los ferris del Ejército de Tierra que están comprometidos en su plan industrial
“No hay ningún conflicto con el astillero de San Fernando”. La presidenta del comité de empresa de Navantia Puerto Real, Marga Forné, insistió ayer en que el contrato de la nueva patrullera de altura para la Marina Real marroquí anunciado el pasado viernes por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, “es beneficioso para la empresa y toda la Bahía de Cádiz”. Sin embargo, los representantes de los trabajadores de la factoría están decepcionados por la falta de concreción sobre los proyectos que el plan industrial de Navantia adjudica a Puerto Real, especialmente el nuevo BAM-IS y los ferris TLET de la Armada.
Así lo trasladó el comité a la plantilla en una asamblea celebrada ayer en las instalaciones de Navantia, donde se informó de las gestiones realizadas con la dirección del astillero Bahía de Cádiz a raíz de la movilización del pasado miércoles. E, por la que el comité
Los miembros del comité informaron ayer de los avances a la plantilla en asamblea
retrasó unas horas el embarque de un bloque de las corbetas saudíes ejecutado en Puerto Real que se iba a enviar a San Fernando. Esta pieza está destinada a la cuarta corbeta saudí y ha sido fabricada en Puerto Real, astillero que se encarga de la construcción del 45% de los bloques de este encargo de cinco buques.
Forné recalcó que esta protesta fue un “acto simbólico” para llamar la atención sobre la situación del astillero, y en ningún caso se ha querido dañar los intereses de los trabajadores ni los compromisos del astillero, ya que el bloque incluso se había terminado con adelanto a los plazos establecidos.
La presidenta del comité señaló el jarro de agua fría que supuso la adjudicación de la patrullera marroquí a San Fernando, ya que el comité confiaba en que llegara a Puerto Real debido a que el plan inicial era construir un diseño similar a los buques que se fabricaron hace una década para Venezuela. Sin embargo, la dirección del astillero informó este miércoles a los representantes de la plantilla que el encargo de la Marina Real marroquí requiere una ingeniería distinta que requiere al menos 18 meses de desarrollo.
A eso se suma el hecho de que María Jesús Montero no indicara el pasado viernes plazos más concretos sobre los barcos a los que aspira
Puerto Real, según el comité del astillero, especialmente el nuevo Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS), que cuenta con una partida consignada de 53,4 millones de euros en los Presupuestos Generales del Estado de 2021. La presidenta del comité insistió en la necesidad de que se firme cuanto antes la orden de ejecución del nuevo BAM-IS, porque de lo contrario, “Puerto Real pasará 2021 en blanco”.
Por su parte, fuentes de la empresa insistieron en que la dirección de Navantia “se toma muy en serio” las necesidades de todos los astilleros del grupo, a la par que está trabajando intensamente tanto en la orden de ejecución del BAM-IS como en la actividad comercial para lograr más carga de trabajo, “tanto nacional como internacional, en un momento muy difícil como es la pandemia”.