“En política nos falta pensar más en el futuro aunque no podamos comprar votos con eso”
Subraya que “la educación es la vacuna más potente contra la violencia de género” y tiene claro que “una sociedad digna no puede tener personas viviendo y muriendo en las calles”
–Acaban de anunciar una inyección de 4,8 millones en la residencia de La Granja. ¿Hay inversiones que se han visto frenadas por la pandemia al tener que destinar más recursos a personal?
–Estos recursos están absolutamente blindados; es decir, durante el año pasado, con la pandemia, mantuvimos todas las inversiones que íbamos a realizar en las residencias, en el aumento de plazas, y doy un dato: por ejemplo, en estos dos años hemos incrementado en 765 las plazas para personas dependientes, mayores o de discapacidad. Y un dato para que sea significativa la diferencia, en la anterior legislatura fueron 43 plazas las que crecieron. Aquí en Cádiz por ejemplo hemos tenido residencias como la de gravemente afectados de Espera, que llevaba ocho años sin ni una sola plaza concertada. Nosotros le hemos concertado plazas, 46 plazas en total en la provincia de Cádiz. Vamos a incrementar este año en otras 250 plazas más pero seguimos incrementando también la ayuda a domicilio, que es un recurso fundamental. Hay que mejorar las condiciones de las trabajadoras, subimos el coste hora. Y también los centros de día, recursos también de proximidad que lo que hemos hecho para promocionar y para que puedan acudir nuestros mayores es bajar el copago, la parte que paga la familia, del 40 al 25%, es un ahorro de casi mil euros para la familia, los usuarios. –Aumentan entonces las ayudas para la dependencia...
–Hablando de dependencia, lo que hemos luchado y hemos liderado desde Andalucía es el pacto de Estado: seguimos insistiendo en un pacto de Estado porque las personas dependientes tienen el derecho a tener recursos y servicios a su disposición, no es algo coyuntural, de un plan de choque como el que propone el Gobierno de Sánchez. Tiene que haber cambios estructurales y una financiación justa y equilibrada que blinde los sistemas de dependencia y que por fin hablemos de una política de Estado de todas las comunidades en igualdad de condiciones para todos los españoles nazcan donde nazcan. Un sistema blindado. Eso yo creo que cualquier sociedad digna, democrática, que cuide por el bienestar, debe garantizarlo. –En Jerez el PSOE aseguraba no hace mucho que había dos mil solicitudes de dependencia en la ciudad sin resolver...
–El problema de las listas de espera es un problema estructural, no coyuntural. Evidentemente viene de mucho tiempo atrás porque la Ley de Dependencia nació infrafinanciada, esa es una realidad, en 2010. No solamente tenemos listas de espera en Andalucía sino en toda España y es una de las cuestiones que tendremos que resolver con una política de Estado, no se resuelve con un plan de choque que es el que propone el Gobierno, el Ministerio del señor Iglesias. Nosotros hemos apostado este año por una financiación de la dependencia que es la mayor de la historia, son 1.609 millones de euros. Si podemos seguir avanzando en ese pacto realmente podríamos acabar con las listas de espera, imagínese lo que podríamos hacer con una financiación 50 / 50 que es lo que recoge la Ley de Dependencia. –¿Cómo está la situación de la dependencia en Andalucía?
–El incremento ha sido en más de 200 millones expresamente para planes de choque y en el último que hicimos, cuando terminamos el confinamiento, desde septiembre hemos conseguido tramitar expedientes un 27% más porque hemos priorizado sectores mucho más vulnerables y le digo de uno muy importante: los mayores que viven solos. Saben que el primer estudio que hicimos de soledad no deseada en Andalucía, el año pasado, daba una cifra realmente vergonzosa para todos nosotros que es más del 47% de andaluces y andaluzas viven en una sensación de soledad no deseada, absolutamente solos. Eso no lo podemos permitir. Pero no podemos acabar nunca, no quiero hacer una promesa que no es real, si no se financia por el Gobierno de España como marca la ley, al 50 / 50. –Entidades conveniadas con la Junta como Aspanido, Autismo Cádiz, Cedown y Upacesur, están teniendo muchas dificultades con la pandemia para conseguir ingresos y mantener los servicios que prestan...
–Este año pasado, por ejemplo, las subvenciones para entidades de personas con discapacidad, que insisto no es un servicio público; después de 37 años de socialismo, que defiende tanto los servicios públicos, solamente existe una residencia pública para personas con discapacidad en Andalucía, son todos centros concertados. Nosotros concertamos las plazas y hemos incrementado el año pasado 20 millones, un 6%, para el incremento del precio / plaza, que va también a la calidad de los trabajadores y al servicio. Nuestra apuesta es seguir incrementando el precio / plaza porque el incremento para dependencia en el presupuesto 2021 son 1.600 millones, una subida de casi 94 millones que va dirigida a todas estas mejoras. –¿Cómo son las líneas de actuación de la Consejería para las zonas desfavorecidas?
–Para las zonas desfavorecidas trabajamos con el proyecto Eracis, cofinanciado con fondos europeos. El año pasado fue una inversión importante, seguimos avanzando, pero queremos ir más allá de proyectos puntuales porque en Andalucía durante estos 37 años de democracia parece increíble que todavía existan 99 zonas en Andalucía de las más pobres de Europa, que están financiadas con estos proyectos europeos pero no se ve avance. De los 12 barrios más pobres de España, 11 están en Andalucía. ¿Por qué no han funcionado estas políticas contra la pobreza y la exclusión? Tenemos que hacer un análisis real y lo que vamos a hacer este año es establecer una estrategia importante, sobre todo pensando en la infancia, en la pobreza infantil. Quiero decir un dato que es estremecedor: son 3 millones de personas en situación de pobreza y exclusión y de ellos, 800.000 son niños y niñas. Nuestra estrategia es pensar en políticas transversales pero no planes de choque cortoplacistas ni promesas electorales, sino que vamos a establecer un plan serio, a medio plazo, donde primen sobre todo los planes de intervención social, contextualizados en los sitios, también de inclusión social y laboral. No es cuestión de dar una subvención, es cuestión de dar un proyecto de vida, de formación, empleo, para salir de esa situación de exclusión social. Siempre digo que vengo del ámbito de la educación, que no podremos romper la espiral de la pobreza si no conseguimos que niños y niñas no abandonen la escuela. –Ofrecer un proyecto de futuro también es fundamental para los menores extranjeros no acompañados cuando cumplen 18 años...
–Cádiz es una zona de acogida de muchísimos niños menores no acompañados junto con Granada y Almería. En Cádiz este año hemos acogido a más de 500 niños, menores no acompañados inmigrantes, y no ha habido ningún problema estos dos años ni de masificación ni de otro tipo porque hemos creado un modelo pionero en España, y digo bien porque el Ministerio nos ha felicitado por ello. Es un modelo de atención integral donde los niños están estudiando o en un proceso de inserción laboral, y cuando sa
Escuchar a partidos decir que estamos en contra de la lucha contra la violencia no lo admito, no lo puedo tolerar”
len, todos los extutelados de nuestros centros de menores tienen estos programas de mayoría de edad y hemos duplicado las plazas, hemos pasado de unas 300 a más de 700 plazas de extutelados. Hemos disminuido el nivel de abandono en un 70%. En 2018 encontramos con un nivel de abandono importante pero ahora no se van porque están estudiando, en un programa de inserción y están muy bien integrados en la zona. Pero aquí tenemos un problema con los niños menores no acompañados inmigrantes, problema que yo planteo también como política de Estado: ¿Cómo podemos tratar el problema de la inmigración como si los niños que llegan a Andalucía no fueran un problema de España o de Europa? O los que llegan a Canarias, o a Ceuta y Melilla. Luego pasa lo que pasa... Nosotros hemos propuesto al Ministerio una política de Estado porque esta atención de estos niños la hemos hecho a pulmón estos dos años en Andalucía, no ha habido ninguna sola aportación ni ayuda del Estado, y que seamos la frontera sur de Europa no implica que estos niños sean solamente de nuestra responsabilidad. Ahora solamente quieren solucionar el problema de Canarias, que ha explotado, pero el problema de Canarias no se soluciona montando 2.500 inmigrantes en aviones como lo han hecho de forma irregular y repartiéndolos por España. Me parece impresentable, la verdad. Vamos a tratar el problema con seriedad. La solución de los niños menores es la integración, de toda inmigración es la integración, pero con políticas serias y consensuadas con todas las comunidades autónomas. –Entonces, cuando los menores cumplen los 18 y dejan de ser menores ¿Siguen tutelados?
–Son programas con pisos tutelados, centros de inserción social y laboral en los que hemos incrementado las plazas pero supone un esfuerzo económico importante. Y doy otro dato: el Ingreso Mínimo
Vital, que iba a ser la panacea de la lucha contra la pobreza, no lo ha sido, ha sido desgraciadamente otro fiasco y lo lamento, porque confiábamos mucho y teníamos muchas expectativas pero ha chocado con lo que choca todo cuando se hacen políticas populistas, apresuradas, sin medios técnicos y humanos, al final no funcionan, como pasó con la renta mínima. El Ingreso Mínimo Vital no contempla como un colectivo que pueda recibir este ingreso a los extutelados de 18 a 23 años. Nosotros sí lo vamos a contemplar en el decreto que tenemos preparado de complementación de este ingreso, que esperemos que pueda llegar lo antes posible a muchas familias andaluzas que lo necesitan, porque no está llegando. Un dato de diciembre: 135 millones ejecutados de Renta Mínima Andaluza, y para que vean la diferencia, 35 millones en 2018, 100 millones más que en 2018. –Tanto para la inmigración como para las zonas desfavorecidas la educación es fundamental porque es la base...
–Si permitimos y no ponemos todos los medios a nuestro alcance para que un niño no abandone el sistema educativo, está abocado a la pobreza y a la exclusión irremediablemente. Vamos a pensar en que esto no es cuestión de votos o de políticos; yo estaré o no estaré, da igual, pero es un legado que tenemos que dejar por responsabilidad y creo que eso falta en la política, que pensemos más en el futuro aunque no podamos comprar votos con eso. –Hablaba antes de violencia de género. ¿Con el confinamiento han aumentado los casos, han estado más preocupados?
–Ha habido casos curiosos porque durante el confinamiento temíamos mucho por las mujeres, imagínate lo que es una mujer encerrada con su maltratador, eso es una situación inimaginable de miedo y de terror. Todos los dispositivos estaban en marcha, 24 horas el teléfono, y curiosamente fueron muchísimas llamadas, tuvimos un pico de llamadas al teléfono de atención y seguimos teniendo. Aquí precisamente en Jerez y en Cádiz ha habido el doble con respecto a 2019, pero para nosotros eso no es una mala señal, es una buena señal: siempre decimos que las mujeres no denunciaban, muchas de las mujeres asesinadas no habían denunciado, y nosotros queremos que af lore esa violencia callada del terror, que no se atreven a dar el paso adelante, para que lo den y esa cantidad de llamadas, casi el 20% más aquí en la provincia de Cádiz y el doble de mujeres atendidas, es que están saliendo. Que confíen en los recursos que están a su disposición. –No se puede bajar la guardia...
–Hemos blindado las políticas de igualdad, se ha incrementado el presupuesto del Instituto Andaluz de la Mujer, incrementado por diez veces el teléfono de información a la mujer, de cien mil euros hemos pasado a un millón de euros porque hemos invertido en personal experto en psicología, juristas... Te atiende un experto o una experta y han salvado muchas vidas. Hemos hecho una inversión importante en los centros de acogida, centros de información a la mujer, 24 millones para que haya en cualquier pueblo de Andalucía una puerta abierta para una mujer que necesita asesoramiento o acompañamiento. –En este tema también es fundamental la educación desde pequeños...
–Vuelvo a la educación, que es la vacuna más potente contra la violencia de género. Si somos capaces de educar a nuestros niños en igualdad y en valores podemos dar un paso, es sembrar. Hemos tenido más de 17.000 proyectos en centros educativos, esa es la base. Hablo de esto con vehemencia porque yo lo vivo, es una responsabilidad total. Es que es muy duro cuando te llaman para decirte, como el otro día esa atrocidad que hicieron con estas chicas... Y escuchar comentarios de partidos políticos que lo que buscan es decir que nosotros estamos en contra de la lucha contra la violencia me parece tan gratuito e irresponsable que no lo admito, no lo puedo tolerar. –Han ampliado el presupuesto de diferentes partidas pero en estos asuntos nunca es suficiente...
–Siempre falta. Tenemos un presupuesto de 40 mil millones de euros y en mi Consejería más de 2.500 millones pero nunca es suficiente y ahora menos. Durante el confinamiento y toda esta pandemia hemos movilizado de forma urgente y prioritaria más de cien millones para ayudas familiares, la tarjeta monedero, hace poco dos millones para Cáritas, para pagar un alquiler o simplemente la luz, que ya está bien, lo de la luz es otro tema increíble y muchas familias no puede tener calefacción con esos recibos que son inaceptables. Y ahora hemos sacado otros cinco millones para personas sin hogar, des que con este frío y con este temporal, que estén las personas en la calle, muriéndose... Voy a visitar todos los centros que cuidan a las personas más vulnerables y siempre acabo con el corazón encogido porque necesitan más, y siempre les digo que yo coy a seguir luchando por sacar dinero entre las piedras, siempre lo digo. Son situaciones de emergencia pero es verdad que hay que pensar con visión, un proyecto que tenemos de Sinhogarismo, no atenderlas en una situación coyuntural como la ola de frío; si trabajamos con estas personas con una estrategia de proyecto de vida, de formación e inserción, podemos sacarlas de la calle y tenemos que hacerlo, es un deber moral. Una sociedad digna no puede tener personas viviendo y muriendo en las calles. En Córdoba conocí una fundación subvencionada por esta Consejería que recogía a personas que estaban con enfermedades terminales en la calle. ¿Hay algo más triste que morir solo en la calle? Eso tenemos que replantearlo.
Con los recursos que hemos movilizado, al menos las necesidades básicas están atendidas”