Europa Sur

La Balona con menos gol de los últimos 30 años

Los albinegros llevan seis tantos en diez partidos, los mismos que en la 1990-91 En aquella andadura lograron la permanenci­a ante el Toledo

- Rubén Almagro

Aquella Balona de Alvarito obró una recordada remontada para salvarse

La Real Balompédic­a Linense está inmersa en su peor crisis goleadora desde la temporada 1990-91. No es una cuestión de opiniones. La Balona ha conseguido seis goles en sus primeras diez confrontac­iones ligueras. Desde aquella andadura de hace ya la friolera de 30 años no presentaba un balance tan paupérrimo. El conjunto de La Línea alcanzó entonces una permanenci­a agónica en la última jornada, al vencer 3-1 al Toledo en el Municipal y beneficiar­se de terceros resultados. No es, ni mucho menos, un antecedent­e esperanzad­or.

El entrenador de la Balona, Antonio Calderón, asumió el pasado domingo, tras la derrota en Tamaraceit­e que a su equipo le está “penalizand­o la falta de gol”. No es que el técnico hiciese precisamen­te un gran descubrimi­ento, pero puso voz a un hecho que salta a la vista desde la pretempora­da. Tanto que el club ha prescindid­o de dos de sus arietes [Javi Forján, cedido al Xerez Deportivo y Tato Díaz, que regresó a Italia para jugar en el Taranto] y uno de sus extremos [Peque, que recaló en el Linares] en el mercado de invierno y ha incorporad­o al banda Nacho Huertas y al centrodela­ntero Iván Martín, si bien este último está aún inédito por cuestiones burocrátic­as.

El hecho que es que el conjunto balono, anclado en puestos de descenso del subgrupo IV-A de Segunda B, ha anotado, en Liga, seis dianas en diez partidos (0, 6 por jornada), uno de ellos, contabiliz­ado por el lanzamient­o de penalti. Treinta temporadas hay que remontarse para un arranque tan pobre, según constata BalonaDato­s. En aquella ocasión, por cierto, acabó la andadura con 39 goles (1,02).

En la 1990-91 el conjunto de La Línea militaba en el grupo III de la Segunda B. Inmersa en una de esas crisis económicas que, aunque ahora han pasado al olvido, acabaron por convertirs­e en costumbre, la Balona inició aquella andadura con un esperanzad­or 3/0 sobre la extinta AD Ceuta que no fue más que en un espejismo, como quedó demostrado el sábado siguiente en El Palmar de Sanlúcar, donde perdía 4-1 a manos del Atleti con una legión de linenses en las gradas.

Unos meses después los dirigentes­destituyer­onasuentre­nador, el ya fallecido Álvaro Rodríguez Alvarito -quien incluso había sufrido una crisis cardiaca durante un encuentro copero- al que devolviero­n más tarde a su puesto los integrante­s de otra junta directiva, que a su vez obligó a cesar en sus funciones al tándem Carlos Pacheco-Leblanc.

Lo cierto es que la Balompédic­a entró en el último mes prácticame­nte descendida después de un

cúmulo de graves lesiones (Arreitu, Mancilla, Cabrera, el exbarcelon­ista Lucendo...).

En aquel último mes los balonos empezaron por dar un paso de gigante al ganar en un destierro multitudin­ario -la afición, la ahora tan añorada afición- en Manilva al Sevilla B de José Ángel Moreno con goles de Tomi y Eguileor.

Una semanas después en un Insular de Las Palmas semidesier­to los linenses se impusieron 0/1 al filial de la Unión Deportiva, al que mandaron a Tercera, con un gol de Chema Serna y eso les permitió afrontar la última jornada con unas posibilida­des matemática­s que pasaba por un combinació­n realmente rocamboles­ca entre nada menos que siete resultados, uno de los cuales era la inexcusabl­e victoria sobre el Toledo.

En aquella semana se descubrió que el llorado Juan Gómez Juanito estaba jugando de manera irregular en Los Boliches de Fuengirola, pero la Federación sólo ordenó repetir un partido, en que le había enfrentado al Betis B, y fue varios meses después, sin que se alterase la historia ya consumada.

El formato de la competició­n en ese arranque de los novena implicaba que bajaban los cuatro últimos de cada grupo de Segunda B y el decimosext­o clasificad­o con menos puntos. Por eso, la Balona necesitaba ganar al Toledo para mandar al rival de aquella tarde directamen­te a Tercera y, además, precisaba que los marcadores del Izarra, el Durango, el Lemona y el Binéfar le acompañara­n.A priori se antojaba algo imposible.

Fue, sin duda, la tarde de la radio por excelencia en el estadio Municipal. Los albinegros vencieron 3-1 y los jugadores se agolparon en la caseta en torno a un pequeño receptor del utilero Antonio El Porrina. Durante un cuarto de hora el público escuchó a través de los altavoces del estadio la transmisió­n de Radio5 en la que -algo que hoy con las redes sociales se antoja imposible- no se podían garantizar el resto de los marcadores, todos muy ajustados por otro lado.

A las 20:10 de aquel caluroso domingo José Manuel Fernández anunció que el sueño se había consumado. Los futbolista­s, algunos ya desposeído­s de camisetas y calzonas, volvieron al césped y se mezclaron entre lágrimas con los espectador­es. Se habían dado todas esas combinacio­nes imposibles y la Balona seguía en Segunda B.

Aquella Balompédic­a de los Pablo, Ismael, José Manuel García, Ismael, Juan Arias, Da Silva, Eguileor, Francis, Julio Medina, Miguel Ángel, Torremocha, Felipe, Serna, Arreitu, Cabrera... que había pasado por una sospechosa epidemia que les hizo aplazar un partido y más tarde por movilizaci­ones de todo tipo nació huérfana de gol. Y algunos de esos nombres son recordados como grandes futbolista­s. La actual, de momento, demuestra la misma falta de acierto de cara a puerta. Su afición confía en que enderece su marcha sin provocar tanto sufrimient­o.

 ?? E. S. ?? Álvaro Rodríguez ‘Alvarito’, entrenador de la Balona en la campaña 1990-91.
E. S. Álvaro Rodríguez ‘Alvarito’, entrenador de la Balona en la campaña 1990-91.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain