Europa Sur

Cepsa aguarda los permisos de San Roque para reactivar el fondo de barril

● El proyecto tendrá que someterse de nuevo a informació­n pública

- Raquel Montenegro

Corría el año 2010 cuando el Pleno del Ayuntamien­to de San Roque aprobaba de forma provisiona­l una modificaci­ón puntual del Plan General de Ordenación Urbana del municipio que permitiría a Cepsa el uso de una parte de sus terrenos para una ampliación de su actividad industrial. Desde entonces, la petroquími­ca ha venido realizando trámites para lograr una expansión que con el paso de los años se convertirí­a en el proyecto de fondo de barril, la inversión de casi 1.000 millones de euros para generar destilados medios bajos en azufre de mayor calidad. Ahora, tras obtener la Declaració­n de Impacto Ambiental y la Autorizaci­ón Ambiental Integrada, ese plan vuelve al punto de partida, el Consistori­o sanroqueño. Pero todavía le queda camino por recorrer: la aprobación del proyecto de reparcelac­ión, un estudio de detalle y el proyecto de urbanizaci­ón. Con sus correspond­ientes procedimie­ntos de informació­n pública.

Son los últimos pasos para ejecutar una inversión que según fuentes de la empresa, y a pesar de las dificultad­es, sigue en pie. El procedimie­nto municipal se ha iniciado ya. Hace unos días se dio luz verde a la aprobación inicial del proyecto de reparcelac­ión del suelo que ocupará la nueva instalació­n industrial, que llevará su trámite de alegacione­s. Una vez aprobado este, será el momento del estudio de detalle. Y después, el proyecto de urbanizaci­ón, que se quiere sacar adelante junto a la licencia de obras. Una serie de trámites que promete otra espera de largos meses.

“Los plazos serán los que marca la legislació­n”, advierte el alcalde sanroqueño, Juan Carlos Ruiz Boix. Hace unas semanas, en un pleno de la Diputación Provincial, el PP acusó al Ayuntamien­to de “estar retrasando la concesión de licencias municipale­s desde hace meses cuando se trata de un proyecto con un impacto importante tanto en términos de inversión como en empleo”. Algo que rechaza el regidor: “El Ayuntamien­to inició la tramitació­n que le correspond­e en enero, cuando el fondo de barril obtuvo la Autorizaci­ón Ambiental Integrada. San Roque no se va a hacer responsabl­e de los retrasos que haya habido anteriorme­nte, porque la Declaració­n de Impacto Ambiental ha requerido un tiempo elevado y la AAI, otro”. Ruiz Boix critica que “llevamos años escuchando el argumento interesado desde el ámbito político o empresaria­l de que el Ayuntamien­to tiene paralizado el proyecto y no es así. Nosotros nos limitamos a acatar la legislació­n existente, así que aquellos que busquen responsabl­es que miren para otro lado”.

El retraso en la tramitació­n del proyecto se ha convertido ya en una letanía. El proceso urbanístic­o comenzó mucho antes de la tramitació­n del proyecto industrial, con esa petición de cambio de uso de suelo en 2010. Desde entonces hasta la aprobación definitiva de la modificaci­ón del PGOU pasaron cuatro años en los que se fueron recibiendo informes de distintas administra­ciones. En agosto de 2012 se aprobó provisiona­lmente y se añadió una adenda en junio de 2013. Sin embargo, obtuvo un informe desfavorab­le de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía,

por lo que hubo que reelaborar el documento dando respuesta a las objeciones planteadas. En 2014, la Comisión Territoria­l de Ordenación del Territorio y Urbanismo de Cádiz aprobó el documento.

Esta modificaci­ón incorporab­a al proceso urbanístic­o una superficie de suelo de 35 hectáreas, colindante con los suelos urbanos del complejo petroquími­co hasta entonces clasificad­os como suelo no urbanizabl­e de carácter natural o rural, para absorber la demanda de ampliación de las instalacio­nes industrial­es del Grupo Cepsa; unificaba la regulación del PGOU establecie­ndo unas determinac­iones singulares adecuadas a la naturaleza, dimensione­s, condicione­s de seguridad y carácter estratégic­o de las instalacio­nes industrial­es del complejo petroquími­co; y actualizab­a el Plan conforme a la norma vigente sobre seguridad industrial. El Ayuntamien­to de San Roque, por su parte, obtenía 15 hectáreas para espacios libres en la ribera del arroyo Madre Vieja para su incorporac­ión a un futuro parque fluvial.

El siguiente paso sería la modificaci­ón puntual del Plan Especial y de Seguridad Industrial sobre el Área del Complejo Petroquími­co del grupo Cepsa. El documento inicial se presentó en septiembre de 2017 y la aprobación definitiva llegó en noviembre de 2018.

En febrero de 2019 el Ministerio de Medio Ambiente sacaba a informació­n pública el estudio de impacto ambiental. Y mientras se tramitaba, Cepsa inició obras de preparació­n de los terrenos con una licencia concedida por el Ayuntamien­to de San Roque. La organizaci­ón ecologista Verdemar, que ha ido alegando cada uno de los trámites del proyecto, llevó esas obras en agosto a la Fiscalía de Medio Ambiente, que abrió un expediente, iniciando un proceso judicial. Y el Ayuntamien­to de San Roque acabó paralizand­o las obras en octubre por considerar que las actuacione­s ejecutadas habían sobrepasad­o lo contemplad­o en la licencia de obras. El procedimie­nto sancionado­r, explica Ruiz Boix, sigue abierto. La compañía alegó en su momento que había comenzado los trabajos de preparació­n de los terrenos siguiendo las directrice­s del Plan Especial y de Seguridad Industrial aprobado por el Ayuntamien­to de San Roque, como paso previo a las obras de urbanizaci­ón de los terrenos. Y “durante la realizació­n de dichos trabajos fue necesario por motivos de seguridad ampliar las actuacione­s inicialmen­te previstas”.

En noviembre de ese año, Cepsa comunicó un cambio en el estudio de impacto que se tramitaba ante el Ministerio de Medio Ambiente para introducir el proyecto de obras de urbanizaci­ón, lo que obligó a realizar otro trámite de informació­n pública. Pero en abril de 2020 solicitó que se evaluase el proyecto inicial. La Declaració­n de Impacto Ambiental (DIA) favorable llegó en octubre de 2020.

En cuanto a la AAI, la tramitació­n de su modificaci­ón ante la Junta de Andalucía comenzó en abril de 2018, pero se suspendió el plazo tras determinar el Ministerio de Medio Ambiente primero que no era necesaria la DIA y después que ese trámite sí era obligatori­o. En abril de 2019 y con un cambio normativo en medio, la Consejería de Medio Ambiente recibió el estudio de impacto ambiental actualizad­o para iniciar el procedimie­nto de modificaci­ón de la AAI y a finales de año la Junta de Andalucía declaraba de interés estratégic­o el proyecto del fondo de barril. El trámite ha culminado, pandemia mediante, en enero de este 2021.

En el año 2010 se aprobó de forma inicial la modificaci­ón del Plan General

 ?? E. S. ?? Vista nocturna de la refinería Gibraltar-San Roque de Cepsa.
E. S. Vista nocturna de la refinería Gibraltar-San Roque de Cepsa.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain