Rescates en directo
El sello Resonance vuelve a sorprender con cuatro grandes lanzamientos
Urge preguntarse hasta dónde pueden llegar los tentáculos de una marca sin ánimo de lucro surgida en Los Ángeles en 2008 como una división de la Rising Stars Foundation, para atesorar un destacado lote de lanzamientos que recupera el legado inédito de grandes del jazz (de Nat King Cole a Wes Montgomery, de Larry Young a la Thad Jones / Mel Lewis Orchestra), sin olvidar la apuesta por valores del presente. De momento, hasta un flamante paquete de lanzamientos de Resonance Records, en CD y en limitadas ediciones para vinilo, que se encarga de acentuar el crédito del sello.
Love You Madly. Live At Bubba’s presenta un doble en vivo con excelente toma de sonido del pianista jamaicano Monty Alexander, grabado en Florida con su cuarteto y apoyo de percusión tomando como base un amable repertorio. El descubrimiento discurre por el vibrante y técnico perfil que define a su autor, estimulada por su ascendiente caribeño.
Con Live At Ronnie Scott’s, el sello apuesta por el quinto documento de uno de sus favoritos: el enorme pianista Bill Evans. Eddie Gomez (contrabajo) y Jack DeJohnette (batería) lo secundan en este doble directo de 1968 registrado en el mítico club londinense. Aunque su contenido apenas difiera de otros trabajos de esa época y su sonido no sea óptimo, un poco de Evans siempre es mucho.
La asociación entre el saxofonista francés Barney Wilen y nuestro Tete Montoliu constituye un plato fuerte del lote. El doble
Barney and Tete. Grenoble ‘88 los muestra en concierto sobre la base de un admirable nivel de entendimiento. Riccardo Del Fra (contrabajo) y Aaron Scott (batería) también aportan a este encuentro de maestros, reforzado por un tema compartido de ácida crítica política bautizado como Blues for DN.
Finalmente, Rollins in Holland agrupa un par de directos y sesiones de estudio en Holanda de mayo de 1967 donde el saxophone colossus adoptó uno de sus formatos predilectos, trío sin piano, junto a músicos locales. Las carencias de la grabación en directo no empañan un resultado que brilla, con el saxo tenor de Sonny Rollins insuflando músculo y agilidad a un guión de estándares salpicado por algún tema propio.