La junta militar birmana recrudece la represión con dos manifestantes muertos
La represión contra las protestas de Birmania se recrudeció ayere sábado en Mandalay, la segunda ciudad del país, donde al menos dos manifestantes murieron por disparos de bala de la Policía durante una manifestación contra el golpe de Estado de los militares. Según varios testigos, el primer fallecido es un joven que fue alcanzado en la cabeza, y su cuerpo yacía en el suelo, inerte, sobre un reguero de sangre, mientras que el segundo murió de un disparo en el estómago. Ambos habían acudido en apoyo de los trabajadores de astilleros en huelga por unirse al movimiento de protesta y a los que las autoridades querían forzar a trabajar.
Los dos decesos fueron certificados por los servicios médicos, mientras testigos precisaron que al menos otras seis personas resultaron heridas por balazos en los incidentes y otras diez fueron arrestadas. La Policía reprimió la protesta con munición real y balas de goma, bombas de gas lacrimógeno y con proyectiles metálicos fabricados con tornillos y lanzados con tirachinas. “Es como una zona de guerra”, dijeron algunos de los presentes.
En las redes sociales circulan imágenes y vídeos de las víctimas, de cascotes de balas recogidos por los manifestantes y de ambulancias con marcas de bala por supuestos disparos de las fuerzas del orden. Con estas dos muertes son ya tres los fallecidos por la represión policial contra los manifestantes que en las últimas semanas han tomado las calles de las principales ciudades para protestar contra la toma de poder por los militares.