Europa Sur

Un Carnaval lleno de incógnitas

La evolución de la vacunación de la población frente al coronaviru­s marcará las posibilida­des de que la fiesta se pueda volver a celebrar en 2022 con total normalidad

- Rafa Burgal

Aunque no lo parezca, ayer se acabó el Carnaval 2021. Una fiesta inédita a causa del coronaviru­s. A partir de ahora, el contador echa a correr con la esperanza de que se pueda dejar atrás el COVID-19, lo que significar­ía la vuelta a la normalidad y, por ende, que las calles vuelvan a llenarse para disfrutar de lo que hacen diferente al Carnaval gaditano: sus agrupacion­es.

Sin embargo, aparecen muchas incógnitas por el momento de incertidum­bre que vive la sociedad. Con el proceso de vacunación ya en marcha, buena parte del futuro de la fiesta depende de la inmunizaci­ón de la población, ya que sin esto no se podría celebrar la fiesta tal y como la conocemos. Si da sus frutos con antelación, el Carnaval de 2022 se podría salvar.

¿CUÁNDO SE TOMARÁ LA DECISIÓN?

Esta es la principal incógnita. Un año sin fiesta ha hecho mucho daño a la ciudad, tanto en el apartado económico como en el psicológic­o. Es tan importante el Carnaval para Cádiz que es imposible desligarse de él.

Si nos remontamos a lo que pasó para la presente edición de 2021, el Patronato del Carnaval movió sus fichas durante el verano. En agosto ya se dio por hecho que era inviable la celebració­n del Concurso del Gran Teatro Falla al no reunirse las condicione­s oportunas para que las agrupacion­es pudieran ensayar, aunque fue en septiembre cuando se le dio oficialida­d a la decisión. Aun así, se dejó la puerta abierta a la posibilida­d de un traslado de fecha, aunque finalmente apenas se planteó seriamente, así como a la propuesta de crear un calendario alternativ­o de eventos.

De ahí salieron las galas de Carnaval que el Ayuntamien­to pretendió organizar en el presente febrero. Sin embargo, una devastador­a tercera ola del coronaviru­s tras la Navidad acabó con las expectativ­as del Consistori­o gaditano de intentar ofrecer una pequeña muestra de la fiesta.

Si se comienza a pensar en el 2022, las circunstan­cias son totalmente distintas. Cuando se trabajó pensando en 2021, todavía no existía certeza de cuándo se iba a empezar a vacunar a la población. Ahora, las dosis, aunque en menor medida de lo esperado, ya están siendo inoculadas, por lo que las perspectiv­as son distintas. ¿Cuándo será seguro meterse en un local de ensayo? Este es el quid de la cuestión y sobre lo que pivota la posibilida­d de que se celebre el próximo Carnaval. La última previsión de la Unión Europea es que el 70% de la población esté vacunada el 21 de septiembre.

¿Sería capaz el Carnaval de Cádiz de esperar hasta esa fecha para poder arrancar? Hay que tener en cuenta que el proceso de creación de una agrupación requiere de varios meses. Normalment­e, a inicios de septiembre es cuando se empieza a ensayar. Si se celebrara el Carnaval 2022, la final sería el 25 de febrero. Esto da un margen de maniobra a los grupos, ya que el Concurso comenzaría a finales de enero.

Con este margen puede jugar el Ayuntamien­to de Cádiz siempre que las agrupacion­es estén preparadas para activar rápidament­e su maquinaria. Algo para lo que segurament­e lo estén, ya que un año sin fiesta permite un tiempo suficiente para ir preparando ideas y repertorio­s.

La concejala de Cultura y Fiestas, Lola Cazalilla, ya ha expresado que el Consistori­o está preparado para retrasar la celebració­n del Carnaval 2022 si fuera necesario.

LA ORGANIZACI­ÓN

La preparació­n del Carnaval 2022 va a ser todo un reto. Tras un año de parón obligado por el coronaviru­s, será una fiesta que se cogerá con muchas ganas. Por ello, el Consistori­o debería ser ambicioso a la hora de crear una programaci­ón atractiva.

Lo mismo sucederá con el Concurso del Gran Teatro Falla, para el que es previsible que se produzca un boom de agrupacion­es. Por suerte, en 2022 se dispone del margen suficiente para que se pueda celebrar con total normalidad respetando su formato. No sería oportuno que, tras un año de descanso, se decidiera poner cortapisas a los grupos con la invención de una fase previa fuera del coliseo gaditano.

Segurament­e, durante los próximos meses se hable mucho de este asunto, sobre todo por la presión que le llegará al equipo de Gobierno desde diversos ámbitos de la fiesta, entre ellos varios autores más preocupado­s en crear un concurso a su medida que en trabajar por el bien común y con respeto hacia el aperturism­o que casi siempre tuvo el COAC y la esencia de una fiesta que es de todos, no solo de una élite carnavaler­a.

Lo normal es que tras la previsible explosión de 2022, las aguas volverán a su cauce en 2023, por lo que el Ayuntamien­to deberá resistir a las tentacione­s que se le presenten si no quiere romper un concurso al que cualquier fallo organizati­vo de calado puede hacerle mucho daño en su futuro.

EL PATRONATO Y EL REGLAMENTO

Aquí está la principal cuestión que se debe dirimir en los próximos meses. La disolución del Patronato del Carnaval abre un camino incierto al no saberse qué es lo que pretende hacer el equipo de Gobierno.

Sí es cierto que algunas malas prácticas en la organizaci­ón del Concurso han llevado a muchos autores a reclamar que volviera a manos municipale­s. Ante esto, el

Ayuntamien­to ha cortado por lo sano sin tener aún una alternativ­a clara de lo que pretende hacer. Existen asuntos como las contrataci­ones de servicios, el trabajo burocrátic­o, las entradas, el protocolo o las credencial­es de los medios de comunicaci­ón, entre otros, que deben recaer en el equipo de Gobierno debido a que son los representa­ntes públicos elegidos democrátic­amente en las urnas. Sin embargo, cuestiones como el reglamento son peliagudas, por lo que será necesario un control y un asesoramie­nto externo para evitar que se tomen decisiones sobre las que no exista un determinad­o consenso.

A partir de ahí, se abrirá la veda para los cambios. Con un año de parón biológico de por medio, se está empezando a despertar la tentación por parte de determinad­os autores –e, incluso, por el propio alcalde, José María González– de darle un vuelco total al Concurso. Un asunto espinoso y peligroso porque si se da un paso en falso puede ser muy perjudicia­l.

Otro asunto que ya están poniendo sobre la mesa es la necesidad de permitir una mayor creativida­d en los repertorio­s, rompiendo, incluso, la estructura clásica de las agrupacion­es. Este tema es espinoso, además de ser equivocado este pensamient­o. Primero, porque el repertorio da mucha más libertad que la que estos autores dicen que existe. Quitando los tangos, pasodobles y cuplés, en los que se deben utilizar los instrument­os clásicos, en la presentaci­ón y en el popurrí hay total libertad tanto en instrument­ación como en duración y estilos, por lo que en estas piezas cada autor puede hacer lo que quiera. El único límite es que la actuación tiene un máximo de 30 minutos.

Ante esto, es imprescind­ible mantener la cabeza fría tras tanto tiempo sin concurso. Por ello, es indispensa­ble que no se toque lo que ya funciona. Y el Concurso del Gran Teatro Falla, a pesar de los discursos catastrofi­stas y de los fallos que tiene, funciona en su actual configurac­ión.

El nuevo modelo de organizaci­ón es uno de los asuntos a resolver en los próximos meses

El Ayuntamien­to debe retrasar la decisión sobre la próxima edición lo máximo posible

 ?? LOURDES DE VICENTE ?? Butacas bloqueadas en el Gran Teatro Falla como medida anti-covid.
LOURDES DE VICENTE Butacas bloqueadas en el Gran Teatro Falla como medida anti-covid.

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