Muerte de los negocios si no hay ayudas
Hostelería, comercio, turismo, ocio nocturno y cultura y ocio arropan la manifestación convocada por Asihtur Todos los sectores critican la falta de apoyo de las administraciones
La hostelería, el ocio nocturno, el comercio, el turismo y la cultura de San Fernando representan el funeral de sus negocios. Se trata de un acto reivindicativo, organizado por la Asociación Isleña de Hostelería y Turismo (Asihtur) que advierte del final al que están abocados si no hay ayudas directas, exenciones y bonificaciones fiscales y una mayor implicación de todas las administraciones: estatal, andaluza y local.
“Aquí yacen las llaves de nuestros negocios”, reza el cartel ante el ataúd que sirve para escenificar el fin que espera a los empresarios y autónomos de estos sectores económicos si no se les apoya con medidas más contundentes. En la representación participa un buen número de responsables de establecimientos hosteleros, comercios, de agencias de viaje, transporte y alojamientos hoteleros, artistas y trabajadores vinculados al mundo de la cultura y del ocio que sufren desde el inicio de la pandemia la paralización o merma de sus actividades, la limitaciones y restricciones.
Con distancias de seguridad se sitúan en la Plaza de la Iglesia, con carteles con lazos negros y mensajes sobre la muerte de estos sectores. Al aspecto lúgubre que consiguen al vestir de colores oscuros contribuje el día triste y desapacible, de lluvia constante, que no da una tregua durante la lectura de hasta cinco manifiestos en los que se expone la realidad de cada sector, y sus demandas.
“Nos han hecho sentir prescindibles cuando no lo somos”, se queja el cantaor Jesús Castilla que junto a Inma Mainé (compositora y coordinadora de la SGAE en Andalucía) lee el escrito del sector cultural. Con sus palabras defiende el arte y la cultura como una actividad que “va más allá de dotar de contenido a nuestros ratos libres”, porque “generan empleo de forma directa e indirecta”. El arte y la cultura, insiste, “los necesitamos para reencontrarnos con nosotros mismos, para alimentar el alma y para mantener la mente ocupada en esta nueva normalidad de incertidumbre y desasosiego”, como en los momentos de confinamiento y desescalada cuando compartieron “nuestro talento de forma gratuita por las redes sociales”.
Desde el sector del turismo se expone las consecuencias que la pandemia ha dejado en ellos, “han herido gravemente al sector”. “Unas heridas que bien podrían ser de muerte si el miedo se apodera del turista tras la futura victoria frente al coronavirus”, expresa Antonio Jesús Sánchez Macías, gerente de los Estudios Turísticos de Bahía Sur. Son la principal industria del país y de Andalucía, para destacar la importancia del apoyo de las administraciones “para sobrevivir y recuperarnos”.
El ocio nocturno se define como “el sector más perjudicado por las restricciones”. “Desde el principio se nos ha demonizado y se nos ha dejado una única opción: cerrar nuestras puertas”, lamenta Andrés Romero: “Once meses de sequía, con nuestras puertas cerradas, once meses sin trabajar, once meses sin ingresar, once meses sin dormir, once meses de sufrimiento”. Por eso exige el rescate urgente por parte de las administraciones.
Verónica de la Vega habla en nombre de los comerciantes para defender su actividad como otro eslabón del sistema de consumo que sufre las restricciones y criticar el doble rasero en comparación con las grandes superficies. “Abrimos menos horas y por lo tanto facturamos y ganamos mucho menos, pero tenemos que seguir afrontando el pago de gastos fijos, de los alquileres de nuestros locales y de todo tipo de impuestos”, apunta.
La hostelería resalta su sacrificio en estos meses que “no ha sido valorado”. “No se nos ha agradecido el esfuerzo. Es más, desde las administraciones se nos ha maltratado. No se nos ha ayudado o compensado por las pérdidas más allá de acciones simbólicas o testimoniales”, deja claro el presidente de la Asihtur, Antonio V. Páez. El sector se ha ido adaptando y ha acatado las limitaciones y restricciones “desde la responsabilidad y el civismo”, pero “son muchos los compañeros que han echado para siempre las barajas de sus negocios. ¿Cuántos más se unirán a ellos si todo sigue igual?”. Ante eso Asihtur insiste en que las administraciones “deben tomar conciencia de que tienen la obligación de proteger a nuestro sector como lo que es: un motor generador de empleo y de actividad económica”.
Todos los manifiestos tienen puntos en común: reclamaciones que hacen a Gobierno, Junta y Ayuntamiento. “La pasividad de las administraciones está expropiando nuestros locales. La vida de nuestros negocios, aquellos por los que tanto hemos luchado, se escurre entre nuestras manos”, consideran. Por eso demandan ayudas directas, “urgentes”, “de tramitación rápida, nada de perderse en burocracia”; que las administraciones sumen fuerzas para que bonifiquen o eximan casi en su totalidad impuestos y tasas; que se elaboren planes para recuperación de la economía. “Es de lógica que no afrontemos los mismos pagos cuando negocios están cerrados o se ven disminuida su actividad de forma drástica”, recalcan.
“Necesitamos que nos rescaten, que nos ayuden, que nos indemnicen. Que valoren nuestro sacrificio por el bien común. Os rogamos que escuchéis nuestro grito, porque nace de la pérdida de la paciencia, de la angustia y de la desesperación de los sectores que aquí representamos”, finaliza Páez.
Mientras una a una se escuchan las voces de los diferentes sectores, se recogen con bandejas de camarero las llaves de los negocios. Al terminar los discursos los presentes en comitiva acompañan al féretro que se deposita en los arcos del Ayuntamiento con las llaves arrojadas al suelo ante él. Un fuerte aplauso cierra la movilización.