CENSURADO QUIEN DESACTIVÓ EL GOLPE
UN comunista que, tras un pasado estalinista y haber jugado un papel siniestro en la Guerra Civil, evolucionó hasta convertirse en los años 70 en uno de los padres del eurocomunismo. Un militar que participó en el golpe del 18 de julio, tras quedarse bloqueado en el Madrid republicano jugó un importante papel quintacolumnista como uno de los jefes del siniestro Servicio de Información y Policía Militar de Franco y en los años 70 evolucionó hacia posiciones primero reformistas y después democráticas. Un joven falangista aupado por Herrero Tejedor que fue ascendiendo desde 1958 llegando a ser procurador en Cortes y gobernador civil de Segovia hasta alcanzar la vicesecretaría y la secretaría general del Movimiento en las postrimerías del franquismo. Son Carrillo, Gutiérrez Mellado y Suárez. Los únicos que mantuvieron el tipo el 23-F. El primero siguió fumando sentado en su escaño mientras el resto de los diputados se tiraba al suelo. Los otros dos, además de permanecer en sus escaños de presidente y vicepresidente del Gobierno, se enfrentaron a los golpistas. Gutiérrez Mellado incluso siendo agredido.
El único superviviente de aquel cuarteto estará ausente de la celebración del 40 aniversario del golpe
Un comunista de pasado estalinista, un militar de pasado franquista y un político de pasado falangista protagonizaron esa imagen de sangre fría y valor. Después, un Rey que había sido designado sucesor por Franco para posteriormente ser ratificado democrática y constitucionalmente el 6 de diciembre de 1978, acabó con el intento de golpe de estado la noche del 23 de febrero de 1981 con el histórico discurso: “La Corona (…) no puede tolerar, en forma alguna, acciones o actitudes de personas que pretendan interrumpir por la fuerza el proceso democrático…”. Fue el fin de la Transición y la definitiva entrada de España en los mejores años de su historia contemporánea.
Carrillo, Gutiérrez Mellado y Suárez ocupan el lugar que merecen en la historia de España. Juan Carlos I no. El único superviviente de aquel cuarteto estará ausente del acto que recordará el 40 aniversario del fallido golpe que él desactivó. Culpa de sus errores en los últimos años de su reinado, y también de los errores de la Casa Real y del Gobierno –en parte formado por quienes quieren liquidar lo que llaman el régimen del 78– empujándolo a un exilio dorado. En la historia de España este triste final será letra pequeña. Y su papel en la Transición y el 23F se escribirá en letras mayúsculas.