Compromiso público
Uno de los objetivos finales de este proyecto es conseguir la adhesión de cooperativas agroalimentarias al Decálogo de Sostenibilidad Integral de la Industria Alimentaria. Biosabor, Trops o industrias como Heineken o Calidad Pascual ya rezan en la lista de las empresas comprometidas con estos diez principios. Al dar este paso han asumido ejercer buenas prácticas comerciales con la cadena de suministro, así como favorecer la participación, la formación y las condiciones laborales de sus trabajadores, además de tener una comunicación proactiva con los agentes de interés y los consumidores. En materia ambiental, se han comprometido a conocer el impacto de su actividad y velar por la eficiencia energética en sus procesos productivos. Criterio que también aplicarán a la hora de diseñar un producto o envase para minimizar las consecuencias en el medio ambiente. En esta línea promoverán además la reducción de residuos y el freno al desperdicio alimentario. Las empresas adheridas fomentarán la conducta ética empresarial y apostarán por la introducción de nuevas tecnologías y productos innovadores siempre que sean compatibles con una economía más sostenible. Pero, sin duda, el mayor compromiso es impulsar una agricultura, una ganadería y una industria agroalimentaria sostenibles, que conserven los recursos naturales y el medio ambiente y mantengan la biodiversidad del entorno.