El Barça, a la final abonado a la épica
● Un gol de Piqué en el tiempo de prolongación llevó la eliminatoria a la prórroga ● Ocampos falló un penalti
Como ya hiciera ante el Granada en los cuartos de final, el Barcelona regaló a los aficionados otra noche épica y se clasificó para la final de su torneo fetiche, la Copa del Rey, tras remontar el 2-0 que el Sevilla llevaba de renta de la ida disputada en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Un gol de Piqué en la última jugada del partido, después de que Ter Stegen atajara un penalti a Ocampos, llevó el encuentro a la prórroga, donde los azulgrana culminaron la remontada con un tanto de Braithwaite.
Desde el inicio el Barcelona se hizo dueño del balón superando con facilidad la primera línea de presión sevillista. Las oleadas del conjunto local se sucedieron desde el arranque y Sergio Busquets y Lenglet lo intentaron antes de que Dembélé clavara el balón en la escuadra de Vaclik, que entró de inicio por el lesionado de última hora Bono a los 12 minutos. El Sevilla encajaba su primer gol en toda la Copa. El acoso y derribo del Barcelona no cesó en toda la primera mitad. Intenso, bien colocado atrás y con Pedri y Messi engrasando la sala de máquinas, siguió buscando el segundo. Pedri remataba desviado y Acuña salvaba bajo palos un remate de Messi.
El partido llegaba al descanso y el Barça se marchaba a los vestuarios sintiendo que el rival se le había escapado vivo. Lopetegui tenía que mover ficha si no quería ver como se le esfumaba la eliminatoria. Lo hizo a los nueve minutos de la reanudación. Aleix Vidal se lesionaba cuando quería parar una carrera de Pedri y el técnico nervionense dio entrada de una tacada Rakitic, Jesús Navas y Rekik buscando algo más control.
El Barcelona seguía dominando, pero el Sevilla, más arropado atrás, ya no sufría como al principio y empezaba a tener un poco más el balón. Jordi Alba avisó estrellando en el larguero un remate acrobático que hacía temblar la meta de Vaclik, pero la eliminatoria pudo haber dado un vuelco poco después, cuando en una contra conducida por En-Nesiry, Mingueza hacía penalti a Ocampos. El propio Ocampos lanzaba la pena máxima, pero Ter Stegen le adivinaba la intención.
El Barça, que se había visto fuera, volvía a la carga en busca de la final y lo hizo con todo el último cuarto de hora. En el epílogo del partido, Messi sacaba un córner. El balón llegaba a Griezmann, después de un despeje de la defensa visitante y el francés centraba al corazón del área para que Piqué cabeceara para hacer el 2-0 llevando la eliminatoria a la prórroga.
El Sevilla entró en el añadido hundido y con un hombre menos por la expulsión de Fernando antes del gol del central azulgrana y el Barça ya jugaba desatado. Junior tuvo la primera nada más empezar y Braithwaite remataba en plancha el 3-0. El Sevilla todavía reclamó una mano de Lenglet dentro del área tras darle en el pecho el balón, pero el VAR determinó que fue involuntaria.
El equipo de Lopetegui sólo necesitaba un gol para darle la vuelta al choque, pero desquiciado, en vez de jugar, se dedicó a protestar cada decisión del colegiado Sánchez Martínez. Messi volvió a poner a prueba a Vaclik y Piqué le dio más emoción al encuentro al notar algo en su rodilla derecha, la misma que le ha tenido tres meses de baja. Con Piqué cojo los últimos diez minutos, el Sevilla intentó reaccionar, y la última la tuvo Koundé, que disparó en la frontal un balón rechazado por la defensa loca, pero encontró bien colocado a Ter Stegen.
Joan Jordán
Jugador del Sevilla
No me quiero excusar, pero hay acciones que, respetando al árbitro, son muy discutibles”