La Justicia decidirá hoy si hay manifestaciones en Madrid por el 8-M
● Colectivos feministas y sindicatos recurren el veto de las marchas en la capital e instan a “no hacer el juego a la extrema derecha”
Colectivos feministas y sindicatos recurrieron la decisión de la Delegación del Gobierno en Madrid de prohibir las manifestaciones por el Día de la Mujer porque “criminaliza a las mujeres”, mientras la vicepresidenta Carmen Calvo argumentó que los datos epidemiológicos de la región avalan esta decisión. Esta polémica se produce un año después de que la manifestación en Madrid en marzo de 2020, multitudinaria pero menos masiva que en años anteriores, se convirtiera en un eje de enfrentamiento político que no zanjó ni la Justicia,
por su celebración en los primeros momentos de la pandemia.
Un día después de que la Delegación del Gobierno en Madrid anunciase que prohibía, por motivos de “salud pública”, todas las manifestaciones convocadas para mañana y el lunes, el Movimiento Feminista de Madrid, la Comisión 8M y UGT y CCOO anunciaron que recurrirán ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).
A las tres de la tarde, el TSJM ya había recibido siete recursos que estudiará hoy por la tarde en tres vistas públicas. El Movimiento Feminista
afirmó que sus integrantes están “indignadas y perplejas” con una medida que, según denuncian, vulnera su derecho de manifestación y supone un “ataque sin precedentes propio de otros tiempos”, que sólo “criminaliza a las mujeres”. Conscientes de que su recurso “sólo va a tener repercusión mediática” y que el TSJM puede que resuelva “después del 8 de marzo”, el Movimiento Feminista de Madrid quiso “dejar constancia” de su desacuerdo con una decisión que considera “anticonstitucional”.
Sin embargo, UGT y CCOO sí reclamaron al tribunal que suspenda “la ejecución de la resolución impugnada, dado que su aplicación supondría que perdiera la finalidad legítima el recurso en caso de ser estimado”.
Las portavoces feministas instaron a “recapacitar” a Calvo y afirmaron que “es hacerle el juego a la extrema derecha”. La vicepresidenta arguyó que las manifestaciones de Madrid se prohíben por los datos que arroja la capital y aseguró que “no hay ningún ánimo de estar en contra de la gran contestación que la sociedad tiene que dar el 8 de marzo”, que el Gobierno reivindicará en otros actos.
Por su parte, el PP defendió que sus críticas a la protesta de 2020 no se dirigen al movimiento feminista, sino al Gobierno de Sánchez por permitir las manifestaciones teniendo información sobre el riesgo de contagio. El alcalde de Madrid, José Luis MartínezAlmeida, pidió un “esfuerzo de coherencia” al Ejecutivo y que los delegados del Gobierno mantengan una postura “uniforme”.
En esta línea, 13 sociedades científicas consensuaron un documento en el que apoyan la prohibición o denegación de las autorizaciones para la celebración de reuniones que excedan los límites de las recomendaciones vigentes.
Carmen Calvo echa mano de los datos epidemiológicos para defender la prohibición