Sánchez abriga al Rey frente al desplante del ‘Govern’
● Felipe VI ensalza en Martorell el “espíritu audaz y emprendedor” de los catalanes ● Robles y Casado afean la actitud de la Generalitat
El desencuentro entre el Gobierno y la Generalitat quedó de manifiesto ayer en la visita de Felipe VI, acompañado por el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, a la fábrica de Seat en Martorell (Barcelona), donde no acudió ningún representante del Govern. La visita del Monarca, como siempre desde que el procés alcanzó su punto álgido en 2017, estuvo rodeada de expectación y polémica. Pero las protestas convocadas por los CDR, que los Mossos d’Esquadra mantuvieron lejos de la planta, apenas han tenido incidencia, y el acto se celebró sin ningún contratiempo.
Felipe VI tuvo palabras emotivas en su discurso para Cataluña, una tierra que representa “el espíritu global, audaz y emprendedor” ante los tiempos de cambio que vive el mundo en todos los órdenes por el nuevo escenario abierto con la pandemia. En su recorrido por la factoría, don Felipe y Sánchez estuvieron acompañados por el presidente del grupo Volkswagen, Herbert Diess, y por el de Seat y Cupra, Wayne Griffiths.
Como en las últimas ocasiones, ni el vicepresidente catalán en funciones, Pere Aragonés, ni ningún representante de la Generalitat acompañaron al Rey por su rechazo a la Monarquía. Sí estuvieron el alcalde de Martorell, Xavier Fonollosa, del PDeCAT, y los de las localidades vecinas de
Abrera y Sant Esteve Sesrovires, así como la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera. A la llegada del Rey y Sánchez, los recibió el mayor de los Mossos d’Escuadra, Josep Lluís Trapero.
El discurso del Monarca se centró exclusivamente en el aspecto empresarial y de apoyo al sector automovilístico y no hubo ninguna referencia al contexto político, marcado por las negociaciones para constituir el nuevo Govern y por los disturbios de los últimos días en ciudades como Barcelona tras el encarcelamiento del rapero Hasel.
Al término del acto, los Reyes, Sánchez y los directivos de Volkswagen y Seat conversaron con cordialidad durante un largo rato con los miembros del comité de empresa de la fábrica. A esa charla se unió el presidente de la patronal catalana Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, quien el jueves encabezó un acto en el que el empresariado catalán exigió el final de los actos vandálicos y que el nuevo Govern tenga como prioridad la recuperación económica.
Con motivo de la presencia de Felipe VI y del presidente del Gobierno en Barcelona, las entidades independentistas Òmnium Cultural y la Asamblea Nacional Catalana (ANC), así como los Comités de Defensa de la República (CDR), protagonizaron algunas protestas con el lema “Cataluña no tiene rey”, sin que hubiera incidentes significativos.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, no se fue por las ramas y criticó que el Ejecutivo catalán “no ha sabido estar a la altura de las circunstancias” y se “ha puesto de perfil” en la visita de Felipe VI y Sánchez. El líder popular, Pablo Casado, afirmó que es “muy importante” la presencia del Rey en Cataluña en un “momento clave para reivindicar la ley, la seguridad y la convivencia” pero criticó duramente las “intolerables” ausencias de los “socios independentistas y radicales del Gobierno”.
Las protestas de los CDR y asociaciones secesionistas apenas tuvieron repercusión