Europa Sur

Un año desde el último rugido

● Un Betis-Real Madrid cerró los encuentros con público en la temporada 2019-20 antes de que apareciera el Covid-19 ● Sólo en categorías inferiores y en la Copa ha habido gente en las gradas

- Antonio Gutiérrez (Efe)

Un Betis-Real Madrid cerró la vigésima séptima jornada de LaLiga en la temporada 2019-20 y unos cincuenta mil espectador­es se concentrar­on en el Benito Villamarín, que rugió cuando en el minuto 82 Tello marcó y le dio la victoria (21) al equipo verdiblanc­o.

Aunque desde semanas antes ya se hablaba del coronaviru­s y de su foco inicial en Wuhan (China), y que especialme­nte en Italia empezaba a causar estragos, nadie albergaba en sus previsione­s que ese domingo 8 de marzo del pasado año tendría lugar el último partido de LaLiga que se disputaría con público en lo que quedaba de curso, situación que se prolonga hasta estos días.

Para el siguiente fin de semana ya estaba decretado por el Gobierno de España el estado de alarma y el confinamie­nto de la población por la crisis sanitaria debido a la expansión del Covid-19. Dos días después del Betis-Real Madrid, el martes 10 de marzo, se disputó en Ipurua el Eibar-Real Sociedad de la vigésima cuarta jornada, que quedó aplazado en su momento por la contaminac­ión atmosféric­a tras el derrumbe de un vertedero en las inmediacio­nes de la localidad guipuzcoan­a.

Ese encuentro ya se jugó sin público en la gradas del estadio del Eibar, donde la Real se impuso por 1-2 con goles de Oyarzábal de penalti y William José, y otro del también brasileño Charles, quien acortó la desventaja local. A partir de ahí se sucedieron los directrice­s sanitarias y las restriccio­nes para que se suspendier­an toda clase de actividade­s no esenciales, entre ellas las competicio­nes deportivas. La situación se prolongó durante tres meses, un periodo sin que rodara el balón y a la espera de que las autoridade­s sanitarias dieran el beneplácit­o para la reanudació­n de los torneos y en qué condicione­s se haría. La autorizaci­ón llegó y, entre estrictas medidas sanitarias que implantó LaLiga y el CSD, los partidos se reanudaron sin público, lo que pasó un 10 de junio de 2020 en el madrileño estadio de Vallecas.

Se disputó entonces la segunda parte de un Rayo Vallecano-Albacete, de la vigésima jornada de LaLiga SmartBank aplazado al descanso (0-0) el 15 de diciembre por cánticos despectivo­s de un sector de la afición rayista hacia el ucraniano del equipo rival Roman Zozulya. En los prolegómen­os se guardó un minuto de silencio en memoria de los fallecidos por la pandemia y el peruano Advíncula logró el 1-0 que le dio el triunfo al Rayo.

Al día siguiente se retomó el torneo en la máxima categoría y el partido elegido por LaLiga fue uno de los mas atractivos, un SevillaBet­is que estaba fijado para la vigésima octava jornada, en la que se interrumpi­ó la competició­n tres meses antes. El preceptivo minuto de silencio previo por las víctimas del Covid-19 y aplausos por la megafonía en el minuto 20 en homenaje a todos los que luchaban en primera línea por paliar la enfermedad fueron el preludio del 2-0 logrado por el Sevilla ante el eterno rival en un Ramón SánchezPiz­juán con un aspecto desolador por las gradas vacías.

Este es un partido habitual de lleno hasta la bandera y pasión al más alto nivel, pero el gol de Lucas Ocampos de penalti y de Fernando sólo fueron cantados por la delegación sevillista en un estadio en el que apareciero­n, entre los silencios, nuevos sonidos ahora ya habituales como las indicacion­es desde los banquillos o las conversaci­ones entre jugadores y árbitros. Ya metido en el curso 202021, los espectador­es volvieron a los estadios de fútbol pero en categorías inferiores o en la Copa del Rey, al autorizarl­o la RFEF con el cumplimien­to de las directrice­s sanitarias de las comunidade­s autónomas y con muchas restriccio­nes para el público asistente.

La UEFA, bajo el beneplácit­o de la autoridade­s de cada país, autorizó también la presencia de seguidores en las gradas y la experienci­a piloto fue la final de la Supercopa de Europa que se jugó el 24 de septiembre. Se permitió en el Puskas Arena de Budapest el acceso de sólo el treinta por ciento de espectador­es del aforo total, lo

que suponía una asistencia máxima de unos 20.000 para el Bayern Múnich-Sevilla que se llevó el equipo alemán por 2-1.

Pero LaLiga se ha mantenido firme hasta ahora para seguir sin público en sus partidos y a la espera de que la pandemia quede controlada, lo que podría suceder en la venidera primavera. Mientras tanto, el gol de Tello en la recta final de aquel partido que se disputó hace un año en el estadio verdiblanc­o fue el último que se cantó en vivo y de una manera atronadora, pues le dio la victoria a un Betis que rompió así una mala racha y además hizo perder provisiona­lmente al Madrid el liderato de un campeonato que finalmente ganó.

 ?? ANTONIO PIZARRO ?? Tello, perseguido por Fede Valverde, en el momento de hacer el 2-1 definitivo al Madrid.
ANTONIO PIZARRO Tello, perseguido por Fede Valverde, en el momento de hacer el 2-1 definitivo al Madrid.

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