Álvaro Álcazar, la sonrisa del Algeciras
El jiennense reaparece, tras dos meses de lesión, feliz y ‘como una moto’ en la victoria de los albirrojos
Si Álvaro Alcázar está feliz, el Algeciras CF está feliz. El regreso del joven futbolista de Jaén a los terrenos de juego se produjo de la mejor manera posible el pasado domingo con una victoria ante el Betis Deportivo en el primer asalto de la fase por el playoff a Segunda. Alcázar reapareció como una moto, como si no hubiese estado dos meses en el dique seco por una lesión muscular. El carrilero aportó ese chispa, esa velocidad con la que marcó diferencias cuando estuvo a pleno rendimiento.
La vuelta de Alcázar, celebrada como el gran refuerzo de los albirrojos para esta segunda fase de la temporada, inyecta más energía en la plantilla de Salva Ballesta. El técnico gana un arma de doble filo ya que el jiennense puede jugar por las dos bandas, ya sea como lateral o como extremo. Ante el filial bético lo hizo de extremo izquierdo y representó con Almenara por la derecha las dos grandes amenazas de los algeciristas.
“Por fin, después de tanto sufrimiento, de tanto trabajar en la sombra...”, decía Alcázar tras su regreso al verde, con esa sonrisa que le caracteriza, sin querer quitarse siquiera la camiseta albirroja. “Han sido dos meses muy duros. No era consciente de cómo lo iba a llevar porque pensaba que iba a ser menos tiempo”, confesó sobre esa lesión muscular que se le complicó.
“Doy las gracias a todos los que forman el Algeciras, ha sido un trago bonito y amargo, sobre todo cuando el equipo no se encontraba bien y no podía hacer nada más que animar desde la grada. Pero ya ha pasado todo, ya estoy aquí de vuelta”, celebró.
Alcázar representa como pocos ese hambre que ha hecho del Algeciras una de las revelaciones de la Segunda B este curso: “Cuando empezamos en pretemporada aquí éramos todos nuevos y existía ese desconocimiento porque pocos hemos llegado al fútbol profesional. Todos somos humildes, nunca hemos estado arriba y es lo que queremos lograr con nuestra unión”, afirmó.
El jiennense, que cuajó muy buenos minutos, se queda con las sensaciones y el trabajo del equipo “haciendo lo que más nos gusta y como sabemos para lograr una victoria”. “Hemos ganado a un rival joven, correoso, a un hueso duro... No queda otra que mirar hacia delante y sabiendo que no hay partido fácil”, acabó.