Un teléfono de atención al suicidio
Desde Afemen están trabajando para que se habilite un teléfono de atención al suicidio de tres dígitos donde se pueda pedir ayuda, como ya existe y funciona muy bien para víctimas de violencia de género. Son muchas las miles de personas que se quitan la vida, y por cada una de ellas otras 20 lo intentan. Y la realidad es que el 95% lo hace “no porque quiera acabar con su vida, sino porque quiere poner fin a su sufrimiento”, explica Blas García, director de la Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental. El gran problema es que todavía quedan muchos mitos y tabúes que hacen que “la persona esté estigmatizada y no quiera compartir con nadie estos pensamientos suicidas, así que tiene un sufrimiento doble porque no es capaz de pedir ayuda profesional”. Por este motivo hay que actuar en todos los niveles, desde la escuela con educación emocional y con deteccón precoz e intervención temprana cuando se observe problemas de salud mental. “En este sentido es importante prevenir situaciones de violencia, acoso, discriminación y fomentar la tolerancia de la aceptación de la diversidad”. Los medios de comunicación también tienen un papel muy importante a la hora de contarlo. Desde los años 50 se ha evitado informar porque supuestamente hace efecto llamada. “Pero no es así, los últimos estudios en la última década indican que no hay que informar con morbo del suceso, sino de que hay solución y salida a las ideas suicidas y hay que difundir estas información”.