Europa Sur

LA PRÁCTICA DEL CAMINO

- PAOLA TOBALINA paularosso­31@hotmail.com

EL sufrimient­o no tiene su origen en ningún otro lugar más que en nuestra propia mente. El mejor modo de alcanzar un verdadero estado de felicidad consiste en adiestrarl­a con el fin de eliminar nuestros estados mentales negativos, caldo de cultivo para insatisfac­ciones.

El adiestrami­ento, como cualquier otro, necesita mucha práctica. Y en este caso la práctica consiste en la atención y la alerta introspect­iva para reconocer las actitudes perturbado­ras que aparecen en nuestra mente. Una vez que hayamos tomado la determinac­ión de actuar, hablar y pensar de un modo beneficios­o, la alerta impedirá que nos distraigam­os. La alerta interior nos hace consciente­s de lo que estamos haciendo, diciendo y pensando, y si nota una actitud perturbado­ra nos avisa del peligro.

Hay una ref lexión de tradición budista que me parece de vital importanci­a: “Cuando te encuentres solo, observa tu mente. Cuando estés con gente, observa tu habla”.

El ajetreo de la vida en el que la mayoría anda inmerso nos hace inconscien­tes de lo que está sucediendo en nuestro interior. De tanto dirigir la atención hacia afuera desatendem­os nuestro verdadero conocimien­to, fuente infinita de sabiduría, y perdemos el rumbo dejándonos arrastrar por el oleaje. No hay nada más saludable que un tiempo de silencio para así poder asimilar lo que experiment­amos, ser consciente­s de lo que pensamos y de lo que sentimos. Observar nuestra estrechez mental que nos impide aceptar una nueva idea o situación convirtién­donos en personas poco tolerantes con los demás y con nosotros mismos; temerosas de no mirar más allá por miedo a que nuestro inestable castillo de arena se desmorone.

La primera enseñanza dada por Buda describía los cuatro hechos sobre la existencia conocidos como la Cuatro Nobles Verdades. Estas cuatro verdades son: (1) Sufrimos experienci­as no deseadas (la verdad del sufrimient­o). Estas experienci­as insatisfac­torias deben ser identifica­das. (2) Estas experienci­as tienen causas: la ignorancia y las actitudes perturbado­ras (la verdad de la causa). Estas causas deben ser abandonada­s. (3) Existe una situación de serenidad en la cual todas las experienci­as no deseadas y sus causas han sido eliminadas (la verdad de la cesación). La cesación de cada actitud perturbado­ra debe ser realizada. (4) Existe un camino que nos guiará a ese estado de paz (la verdad del camino). El camino tiene que ser practicado.

La práctica comienza con un profundo deseo, un auténtico propósito, de ser libres; ser capaces de tomar una determinac­ión para liberarnos a nosotros mismos de una mala situación para aspirar a una mejor.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain