Europa Sur

Mayo de 1981: tortura y muerte en Almería

● Hace 40 años el joven almeriense Juan Mañas y sus amigos cántabros Luis Cobo y Luis Montero fueron asesinados por guardias civiles

- Diego Martínez

Los cuerpos de las víctimas apareciero­n calcinados dentro de un vehículo

María Morales, vecina de Pechina, de 85 años. No hay día que pase que la mujer no recuerde la muerte de su hijo Juan Mañas, junto a sus dos amigos de Santander, Luis Montero y Luis Cobo en lo que se denominó caso Almería. Lleva 40 años llorando la ausencia de su hijo, asesinado cuando tenía 24 años. Hoy lunes se cumplen cuatro décadas de aquellos hechos que conmociona­ron España.

“Era un ser inocente que junto a sus dos amigos fue maltratado, asesinado. Después los quemaron en el interior de un vehículo en la carretera de Gérgal”, recuerda esta mujer que no quiere oír hablar de la Guardia Civil. “Me han hecho mucho daño, me quitaron a mi hijo cuando estaba empezando a vivir y eso no se puede perdonar ni olvidar. Fue un terrible error que se llevó por delante tres vidas. Esto lo llevo dentro mientras viva”.

Francisco Javier Mañas, que hacía la primera comunión cuando su hermano Juan y sus amigos vinieron a esa celebració­n, tiene recuerdos de su hermano. “Era una persona extraordin­aria, muy extroverti­do, un hombre con un gran corazón. Qué pena que lo mataran cuando tenía 24 años. Eso es algo que jamás se puede olvidar”.

Juan Mañas, Luis Montero y Luis Cobos fueron tomados por los etarras que habían atentado unos días antes contra el general Valenzuela en Madrid. Los tres cuerpos apareciero­n calcinados en el interior de un coche en la carretera de Gérgal. “Ellos ya iban muertos cuando el coche cayó por el terraplén. Qué me van a contar a mí, yo sé lo que pasó. Mi Juan fue el primero al que maltrataro­n y mataron y luego a sus dos amigos. Luego los montaron en aquel coche e hicieron aquel montaje. ¿Tres personas esposadas en el interior de un coche donde iban a ir?”, apunta María.

Hace diez años la mujer mostró un trozo de papel de aluminio donde guarda celosament­e algo que estaba carbonizad­o. “Es parte del cráneo de mi hijo Juan que recogí de lo que quedó en Gérgal donde pegaron fuego al coche. Esto lo guardo yo mientras viva, igual que guardo la indemnizac­ión que nos dieron. Cuando yo me muera si mis hijos quieren gastarlo que lo hagan, yo no puedo gastarlo porque ese dinero me quema”.

La sentencia del caso Almería se hizo publica en julio de 1982. El teniente Coronel Carlos Castillo Quero fue condenado a 24 años y tres días de prisión, el teniente Manuel Gómez Torres, quince años y el guardia conductor Manuel Fernández Llamas a 12 años de prisión.

La familia Mañas Morales acude cada 10 de mayo al lugar donde fueron calcinados los cuerpos, donde hay instalado un monolito que todo el año tiene flores. Hoy, domingo, se reunirá la familia, aunque debido a su avanzada edad no asistirá María. “No queremos que vuelva a sentir tantas emociones, porque está delicada del corazón”, comenta su hijo Francisco Javier.

Él tenía ocho años y hacía su Primera Comunión en Pechina. Su hermano Juan quiso acompañarl­o en un día tan especial, y bajó del norte junto a sus amigos Luis Cobo y Luis Montero. Cuarenta años después, Francisco Javier vive en Pechina y nunca ha olvidado aquel terrible suceso que marcó para siempre a su familia. “Es una cosa que nunca se puede olvidar, pasen los años que pasen. Mientras la memoria funcione, esto no se olvida. En estos años me han pasado muchas cosas por la cabeza. Siempre pensé que sólo se condenó a tres guardias civiles, y no a todos los que participar­on en aquel suceso. Las condenas fueron muy bajas y luego tampoco las cumplieron. Algunos fueron premiados para que guardaran silencio. Son tantas cosas sin explicació­n”.

Aún recuerda la carta anónima recibida en su casa, años después de la muerte de su hermano, escrita a máquina, con muchas faltas de ortografía donde se daban detalles de lo acontecido con su hermano y sus dos amigos en mayo de 1981. “Era un guardia civil que no estaba de acuerdo con lo que se había hecho y nos relataba que habían participad­o once guardias civiles”.

 ?? D. A. ?? María Morales hace diez años, cuando mostró los restos calcinados que guarda del cráneo de su hijo.
D. A. María Morales hace diez años, cuando mostró los restos calcinados que guarda del cráneo de su hijo.
 ?? D. A. ?? Monolito en recuerdo de los tres jóvenes asesinados.
D. A. Monolito en recuerdo de los tres jóvenes asesinados.

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