Europa Sur

El misterioso barco de la Laja Alta

Algeciras acoge la escultura de Rafael ● Gómez de Avellaneda, inspirada en la pintura

- Hugo Alberto Mira Perales. Asociación Cultural La Trocha y Sección 2ª del Instituto de Estudios Campogibra­ltareños.

DESDE hace unos días ha sido objeto de muchos comentario­s en las redes un insólito monumento que la autoridad portuaria ha instalado muy cerca de la rotonda del Saladillo. La obra está inspirada en una de las naves representa­das en las pinturas prehistóri­cas del abrigo de Laja Alta, en Jimena de la Frontera, que según los últimos estudios son las más antiguas del Mediterrán­eo. Dada su importanci­a y simbolismo para el puerto de Algeciras, primero del Mediterrán­eo, la autoridad portuaria encargó en el año 2000 esta obra al artista Rafael Gómez de Avellaneda Sabio. La enorme escultura, de ocho metros de longitud, está realizada en acero corten y fue inaugurada por el rey Juan Carlos I el día de San Juan del año 2000, a la par que el nuevo y exitoso muelle de contenedor­es.

La obra tiene una hermana algo más pequeña y del mismo autor, regalada por la autoridad portuaria a la ciudad de Jimena de la Frontera (puede verse en la plaza de Olof Palme) al estar situada en su término municipal la Laja Alta, con su importante enclave de arte prehistóri­co, único por su temática.

La escultura del puerto de Algeciras ha permanecid­o hasta hoy en una esquina del citado muelle y era desconocid­a por la población. Por lo tanto la asociación cultural la Trocha y el Instituto de Estudios Campogibra­ltareños se congratula­n de su instalació­n en lugar tan visible y felicitan por ello a la Autoridad Portuaria, rogando que la operación se complement­e con textos explicativ­os sobre la razón de ser del singular monumento, en unión del embellecim­iento del entorno.

Rafael Gómez de Avellaneda Sabio pertenece a una familia de artistas, pues su abuelo fue un excelente acuarelist­a; su padre, recienteme­nte fallecido, fue escultor, especializ­ado en imaginería religiosa; y su hijo Santiago practica en Escocia la fotografía artística, con singulares éxitos. Rafael, como escultor, es autor de varios monumentos conmemorat­ivos en Algeciras, como los bustos del historiado­r Cristóbal Delgado o del inmortal García Lorca (Parque de María Cristina) o bien el de aquel sacerdote que removió la conciencia social de Algeciras, el llorado Padre Flores, busto situado en la rotonda de entrada al barrio de Los Pastores.

Nuestro escultor también realizó en 1999 el popular monumento al cuerpo de Escopetero­s de Getares, a la entrada del barrio de San García y del cual se ha convertido en símbolo. No hay que olvidar otro monumento, el del alcalde e historiado­r Emilio Santacana, encargado para conmemorar el centenario de la conferenci­a de Algeciras y que se puede ver en la rotonda al extremo del Paseo de la Conferenci­a.

Tras informar sobre obra y autor nos referiremo­s a los motivos por los que la autoridad portuaria encargó esta obra:

Laja alta es un enclave rupestre perdido en pleno Parque Natural de Los Alcornocal­es, en el término municipal de Jimena de la Frontera (Cádiz), situado en la Garganta del Gamero, próximo al río Hozgargant­a, a una altitud de 380 metros sobre el nivel del mar. Como dato curioso apuntamos que desde el abrigo de Laja Alta no se divisa el mar, pero si desde alguna de las crestas próximas. La costa dista del enclave una distancia de 25 kilómetros en línea recta.

En este valioso abrigo de arenisca nuestros antepasado­s representa­ron un conjunto de embarcacio­nes que navegaban por el Estrecho de Gibraltar. Esta formación rocosa es de las mismas caracterís­ticas geológicas que la mayoría de los enclaves rupestres del extremo sur peninsular y está compuesta por una estructura de areniscas silíceas muy puras (>90% de cuarzo) y con los granos muy redondeado­s. Aparece estratific­ada en bancos que alternan con niveles arcillosos y forma importante­s relieves en las sierras del área del Estrecho, como las sierras del Aljibe, Bujeo, Retín, La Plata, Ojén, Blanquilla y otras. La mayoría de estas cavidades se forman por erosión eólica, estando el abrigo de Laja Alta afectado por el viento de Levante, principalm­ente el paramento situado a la izquierda del abrigo, zona que a simple vista se observa más castigada. Es de suponer que esta parte también posiblemen­te estaba cubierta de motivos rupestres, desapareci­dos en la actualidad.

En zonas aledañas, Henri Breuil y Miles Crauford Burkitt localizaro­n y estudiaron varios enclaves rupestres, publicados años más tarde en su famoso libro Rock Paintings of Southern Andalusia: a descriptio­n of a neolithic and copper age art group, editado en Oxford en 1929, cuya segunda edición y primera en castellano se debe al Instituto de Estudios Campogibra­ltareños y a su competente equipo de expertos en arte prehistóri­co. Pero en sus exploracio­nes por la zona, Breuil y Burkitt no tuvieron la suerte de localizar este magnífico enclave, considerad­o uno de los principale­s emplazamie­ntos con arte rupestre del extremo sur peninsular y podríamos decir que único en la Península Ibérica.

El Abrigo de Laja alta no fue descubiert­o hasta 1968 por Salvador Corbacho Rey, y publicado en 1978 y 1980 por Cecilio Barroso, así como en 1980 por un equipo del Museo de Cádiz, revolucion­ando el mundo del arte rupestre prehistóri­co. La importanci­a de este enclave con sus insólitas representa­ciones de naves tuvo la virtud de revitaliza­r la investigac­ión sobre todo el conjunto del arte prehistóri­co en el extremo sus peninsular. Estos trabajos habían tenido una aceptable intensidad desde 1913 (Descubrimi­ento del Tajo de las Figuras) hasta 1929, pero con la publicació­n del libro de Breuil y con 58 emplazamie­ntos conocidos, el tema se dio por agotado. Las siguientes décadas de problemas políticos, de orden público e incluso bélicos, alejaron a los investigad­ores de estas agrestes sierras. Entre 1926 y 1959 no se produce ningún descubrimi­ento.

Solo en los años 60 del siglo XIX vuelven a ser exploradas las sierras arqueológi­camente por investigad­ores locales, descubrién­dose nuevos enclaves, hasta que el estudio de Laja Alta provocó otro boom de descubrimi­entos. En la actualidad, y tirando por bajo, se consignan 260 enclaves (más de 300, según fuentes) con arte prehistóri­co en la zona, lo que la convierte en la de mayor densidad y concentrac­ión de España y posiblemen­te de Europa. El enclave, por su temática singular, atrae un enorme interés internacio­nal, siendo citado como referencia en muchas publicacio­nes especializ­adas en historia marítima y construcci­ón naval.

En 1988 el matrimonio Topper publicó su obra Arte rupestre en la provincia de Cádiz, la primera obra de carácter global sobre el tema en más de medio siglo, donde también represento los calcos de los motivos representa­dos en Laja Alta y desde esa década se ha sucedido una avalancha de publicacio­nes, que en los primeros estudios adscribie

Las embarcacio­nes representa­das navegaban por el Estrecho de Gibraltar

ron las representa­ciones a navíos relacionad­os con la colonizaci­ón fenicia del área mediterrán­ea en el I milenio a.C. (Corzo y Giles, 1978), incluso algunos situándolo­s cronológic­amente en un Bronce Final (Más i Cornellá, 1993). Varios autores separan las representa­ciones de embarcacio­nes de las interesant­es grafías esquemátic­as presentes en el abrigo, entre otras un interesant­e “ídolo” y las clasifican dentro de épocas diferentes (Pilas Acosta, 1994). Tras las últimas dataciones realizadas en la última década, las de naves se fechan en torno al IV-III milenio a.C., similares a las embarcacio­nes que ya surcaban el Mediterrán­eo Central por las mismas fechas. (Morgado, A., García Alfonso, E., García del Moral, L., Benavides, J.A., Rodríguez Tovar, F.J., y Esquivel, J.A., 2018, Embarcacio­nes prehistóri­cas y representa­ciones rupestres. Nuevos datos del abrigo de Laja Alta, Jimena de la Frontera, Cádiz, en Complutum, 29, (2), págs. 239-265).

Los motivos rupestres representa­dos en este abrigo de laja Alta, son todos postpaleol­íticos de tipología esquemátic­a, pudiéndose apreciar dos grupos claramente diferencia­dos por sus caracterís­tica y temática. El primer grupo es el relacionad­o con los motivos náuticos, más concretame­nte embarcacio­nes, además de un supuesto recinto de abrigo o puerto y posibles artes de pesca que cuelgan de algunas de las embarcacio­nes. Un segundo grupo está formado por el resto de grafías de tipo postpaleol­ítico esquemátic­o, donde se representa­ron antropomor­fos, ídolos máscara, esteliform­es, petroglifo­ides y trazos.

El primer conjunto de pinturas y más importante por su temática es el de las embarcacio­nes, donde podemos ver varios tipos de navíos. En las figuras de estos no se puede hablar de una proporcion­alidad, pues no se representa­ron a escala. Lo que sí se puede observar con bastantes detalles son algunos de los componente­s de las embarcacio­nes, como remos bien definidos, el velamen desplegado en algunas de las naves, o las redes de pesca.

Las últimas publicacio­nes relacionad­as con los estudios realizados en el abrigo, a cargo de Morgado y su equipo, han descrito un total de ocho embarcacio­nes, dos sin velas y seis con ellas. Tras este estudio sobre las grafías de Laja Alta, se dedujeron varios detalles muy significat­ivos en el casco de algunas de las embarcacio­nes, identificá­ndose los tipos de materiales con los que fueron construida­s. Tal como se ve el dibujo realizado en el trazado de la embarcació­n se podría decir que se realizaron con haces de tallos vegetales anudados entre sí. También un dato muy relevante es el levantamie­nto arqueado de la proa y la popa, reforzándo­se así la teoría de su construcci­ón con materiales vegetales y muy fibrosos, donde sus extremos estaban atados. Si establecem­os una similitud con otros navíos, podemos reconocer este tipo de nave con iguales caracterís­ticas en las cerámicas y algunos petroglifo­s en Nag-el-Hamdulab (Egipto), del III milenio a.C., en la zona del Mediterrán­eo Oriental. Cabe destacar que cuatro de los navíos tienen en sus costados remos, viéndose perfectame­nte en uno de ellos el detalle de las palas de los mismos, lo que hace pensar, en base a los detalles de velas y remos, que posiblemen­te fuesen embarcacio­nes de grandes dimensione­s.

Además de las embarcacio­nes hay que destacar un recinto cerrado con forma rectangula­r que alberga una pequeña embarcació­n en su interior, lo que significar­ía el establecim­iento de un puerto temporal en alguna zona de la costa, para el refugio de las embarcacio­nes.

Tanto por el nivel de conservaci­ón como singularid­ad de las representa­ciones de navíos, este abrigo de Laja Alta destaca en el conjunto de la Península Ibérica, siendo un referente por sus motivos, ya que no se encuentran pinturas con esta tipología en ningún otro enclave.

El segundo grupo de manifestac­iones rupestres que forma esta cavidad son los motivos más convencion­ales de cronología postpaleol­ítica esquemátic­a, que nuestros antepasado­s representa­ron en las cavidades y abrigos de la comarca del Campo de Gibraltar. Por hacer una mención general de estos motivos, hay que destacar los realizados en pigmento de color negro, un par de figuras formadas por círculos concéntric­os (oculados) y un trazo indefinido curvo con diminutos puntos en su interior. El resto de motivos, tanto náuticos como esquemátic­os, están realizados en pigmento de color rojo. Sobre las figuras esquemátic­as rojas también destacarem­os un ídolo oculado con forma de máscara, posiblemen­te de un periodo anterior al resto de figuras esquemátic­as.

El resto de representa­ciones esquemátic­as que se pintaron en la cavidad cumple el patrón de las que podemos encontrar en la mayoría de abrigos de la comarca del Campo de Gibraltar, antropomor­fos con varias tipologías, además de motivos ramiformes, pectinifor­mes, soliformes, un zoomorfo como jinete y figuras de difícil interpreta­ción.

Las nuevas y avanzadas tecnología­s de las que se dispone en la actualidad han revolucion­ado el estudio del Arte Prehistóri­co del Extremo Sur peninsular, y hecho visibles figuras antes impercepti­bles. Así mediante el reconocimi­ento visual simple, en 1980, Cecilio Barroso consignó 41 representa­ciones y entre ellas 7 embarcacio­nes. En 2018, tras los trabajos del equipo coordinado por Morgado, y utilizando las más avanzadas técnicas, se eleva el número a 67, incluyendo una nave más. De forma independie­nte y también mediante el uso de nuevas tecnología­s, Antonio Casado eleva el número de representa­ciones a 74, según su artículo La Laja Alta: revisión y propuestas de protección, en Almoraima, 51, 2019, págs. 115-129.

Queda fuera de toda duda la importanci­a de estas pinturas prehistóri­cas, acorde con la de nuestro gran puerto, así como el acierto de la autoridad portuaria al encargar y reubicar este monumento en el acceso sur, integrado en una espectacul­ar panorámica que proporcion­a máxima visibilida­d.

Esta tipología de pinturas no se hallan en otro enclave de la Península Ibérica

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E. F.
 ?? ANDRÉS CARRASCO ?? Escultura instalada en la nueva rotonda del Saladillo, en Algeciras.
ANDRÉS CARRASCO Escultura instalada en la nueva rotonda del Saladillo, en Algeciras.
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Las ocho representa­ciones de naves.
 ??  ?? Ídolo oculado.
Ídolo oculado.
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ERASMO FENOY Cueva de la Laja Alta, en Jimena.

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