La Junta pone freno biológico a la expansión de la lagarta peluda
● Un tratamiento fitosanitario natural trata de frenar la plaga ● Algeciras, Los Barrios, Tarifa, Jimena y Castellar, en alto riesgo
La Junta de Andalucía ha comenzado a aplicar tratamientos contra la lagarta peluda (Lymantria dispar) al detectarse que podría existir alto riesgo de expansión de esta especie en algunas zonas del Campo de Gibraltar.
La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible realiza cada año labores de seguimiento sobre esta especie para conocer la situación en que se encuentra su población y poder actuar de la forma más respetuosa con el entorno natural y más efectiva posible para evitar daños en el arbolado.
En la campaña de 2021 los datos de campo muestran que la inmensa mayoría de la superficie que conforma el plan de lucha integrada de la Junta frente a este insecto se encuentra en estado de equilibrio, por lo que no será necesaria ninguna actuación en gran parte del territorio.
En algunas zonas de la provincia como Algeciras, Castellar de la Frontera, Jimena de la Frontera, Los Barrios, Tarifa y Alcalá de los Gazules podría existir alto riesgo de dispersión de la plaga y de aparición de zonas defoliadas, por lo que, en este caso, sí se considera conveniente realizar acciones de control. El objetivo de estas técnicas, que se iniciaron ayer, es garantizar que el arbolado no sufra daños importantes y que, por tanto, no se vea comprometido su aprovechamiento.
Para ello, la Consejería de Desarrollo Sostenible ha apostado por un fitosanitario biológico (Bacillus thuringiensis) que, aunque es más complejo de manejar que otras alternativas disponibles, permite reducir el impacto sobre otros elementos del ecosistema y es compatible, tanto con los aprovechamientos apícolas como con los requisitos de la agricultura ecológica.
En cuanto al tipo de tratamiento, la Junta señala que el uso de medios aéreos se presenta como la única alternativa viable para controlar la plaga en estas áreas, dada la extensión de la zona afectada (más de 23.000 hectáreas), la escasa duración del periodo larval en el que el tratamiento es efectivo antes de que se produzcan defoliaciones intensas y, especialmente, la irregularidad del terreno.
La lagarta peluda (Lymantria dispar) es un insecto muy voraz que puede llegar a consumir la totalidad de las hojas del arbolado. En los casos más leves, los árboles son capaces de sobreponerse al debilitamiento que provoca la oruga pero, si se conjugan otros factores, puede llegar a provocar su muerte.
En el caso del alcornoque, la acción de este insecto reduce la calidad del corcho al provocar discontinuidades que lo hacen inadecuado para la producción de tapón natural e incluso podría llegar a impedir la saca. Por otro lado, su presencia puede provocar también la reducción del número de bellotas de los árboles, lo que condiciona la montanera.
Este insecto es capaz de incrementar su número y convertirse en plaga en un corto plazo.