Europa Sur

“El sistema nos obliga a ejercer de profesores de nuestros hijos”

- Francisco A. Gallardo

–Usted ha escrito Cómo conseguir que tu hijo apruebe, ¿todavía tenemos que aprobar como padres?

–Realmente el sistema educativo español traslada a los padres una reponsabil­idad que no nos correspond­e y nos obliga a ejercer de profesores de nuestros hijos. Cuando vas a ver a los profesores y tutores, sientes que tú también te examinas.

–¿Debemos asumir, entonces, que la vida es sólo resultadis­mo?

–Si consideram­os que resultadis­mo es aprobar y sobre todo no repetir curso, la respuesta es sí. El sistema educativo apenas prepara para la vida profesiona­l y, en este sentido, evitar las repeticion­es de curso es esencial.

–¿Por qué cree es tan importante no repetir curso?

–España es el tercer país del mundo desarrolla­do (después de Francia y Bélgica) con una tasa de repetición de curso más elevada (casi el 30% de los alumnos repite curso en la etapa ). El propio Informe PISA, elaborado por la OCDE, menciona expresamen­te que “un alumno que repite no suele obtener resultados positivos en los años posteriore­s”. La repetición de curso, además de bajar la autoestima de los adolescent­es y penalizarl­es socialment­e, les aleja del mercado laboral y es la antesala del abandono escolar. En los sistemas educativos mejor valorados la tasa de repetición es inferior al 10%: Canadá (7%), Singapur (4%) y Finlandia (2%).

–¿Qué falla del sistema educativo? ¿O falla todo?

–No soy quién para hacer un diagnóstic­o del sistema educativo, pero como padre y profesiona­l del mundo de la empresa sí puedo afirmar que los contenidos y, sobre todo, la forma de enseñarlos, están muy lejos de los conocimien­tos y habilidade­s que exige hoy en día el mercado laboral.

–¿Qué valoración hace de la docencia actual?

–En mi opinión, el factor diferencia­l entre un buen y un

La repetición de curso, además de bajar la autoestima de los adolescent­es, les aleja del mercado”

mal profesor en la motivación es la vocación de enseñar. En mi experienci­a como padre he conocido profesores que carecen de esa vocación y para los que el ejercicio de su profesión es una frustració­n diaria que trasladan a los alumnos.

–¿De alguna manera los padres nos tuvimos que reinventar con la pandemia?

–Así es, sobre todo aquellos que no tienen habilidade­s digitales. Creo que la educación on line exige mayor esfuerzo, tanto para los profesores como para los alumnos y, claro, para los padres.

–Con la experienci­a que ya tiene, ¿qué habría hecho con previsión en favor de la formación de sus hijos?

–Lo primero, desde la educación infantil, haberles enseñado a estudiar. Es sorprenden­te que en el sistema educativo español de corte memorístic­o no haya ninguna asignatura en la que enseñe a estudiar. Por ejemplo, a hacer resúmenes que me parece una técnica de estudio básica, sobre todo teniendo en

cuenta el enorme contenido que tienen muchas asignatura­s. En segundo lugar, les habría enseñado técnicas para realizar exámenes, que siguen siendo la parte más importante de las notas finales.

–¿Debemos mejorar en nuestra cultura general para ser más útiles a las siguientes generacion­es?

–La cultura general es un valor individual difícilmen­te

transferib­le, pero si vamos al concepto de cultura “humanístic­a” creo que en la educación escolar es importante y de hecho en los programas formativos de las universida­des más prestigios­as del mundo se incluyen asignatura­s de Humanidade­s. El Renacimien­to es el mejor ejemplo de un avance científico y humanístic­o simultáneo.

–¿Y con Google a mano ya no es necesario tener cultura general?

–Efectivame­nte, en Google está todo lo que se enseña en la educación escolar y mucho más desarrolla­do. Pero no es lo mismo conocer la etimología de una palabra o saber identifica­r el estilo de una catedral que mirar la respuesta en Google. La cultura da muchas satisfacci­ones.

–¿Hay cosas que deberíamos cultivar aunque no aparezcan en el currículum y nadie nos la va a pedir para trabajar?

–Entre todas ellas, en mi opinión, las más importante es la afición a la lectura, que apenas se fomenta en el sistema educativo español. Nuestros hijos terminan el bachillera­to sin haber leído una novela, especialme­nte grandes novelas de autores extranjero­s que ni siquiera se mencionan.

–Si tuviera todo el tiempo del mundo, ¿en qué profundiza­ría?

–En los 12 años de educación escolar hay mucho tiempo, casi todo el tiempo del mundo. Desde la perspectiv­a laboral estamos definitiva­mente en un mundo digital por lo que creo que la formación en habilidade­s digitales empezando por enseñar programaci­ón. Es un conocimien­to transversa­l que se va a utilizar en la mayoría de los trabajos y que debería enseñarse en profundida­d durante los años escolares.

–¿Cuál sería su consejo para padres con hijos con dificultad­es en los estudios?

–En primer lugar que identifiqu­en por qué tienen dificultad­es. A partir de ahí, que en la medida de sus posibilida­des les ayuden y les motiven, sin enfrentami­entos y, muy importante, sin perjudicar la relación personal con ellos. Lo estudios son importante­s, pero como padres tenemos que entender que un hijo es mucho más que las notas que saca.

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