Europa Sur

Una fecha clave para la Costa del Sol

● Málaga confía en que ese día el Reino Unido levante las restriccio­nes para España ● Los británicos son el 30% del total

- Diego Narváez MÁLAGA

El sector turístico de la Costa del Sol tiene la expectativ­a de que el verano suponga una notable recuperaci­ón de la actividad que, si bien quedaría aún algo lejos de la habitual en temporada alta, sí puede significar el comienzo de una nueva etapa de recuperaci­ón progresiva de la normalidad. Pero esta confianza se ha visto ensombreci­da en los últimos días por la decisión del Gobierno del Reino Unido de excluir a España de la lista de países seguros a los que viajar, lo que obligaría a los visitantes británicos a su regreso a someterse a una cuarentena de 10 días, durante los que tendrían que hacerse además dos pruebas de diagnóstic­o PCR.

Estas exigencias se antojan una traba disuasoria, por más que España sea el destino vacacional preferido por los británicos y de que a partir del 20 de mayo ya no se les vaya a exigir una prueba PCR para entrar. En el caso de la Costa del Sol en particular se trata del principal mercado extranjero de origen. El 30% de los viajeros llegados al aeropuerto de Málaga en 2019 procedía del Reino Unido. La esperanza se centra ahora en que el Gobierno de Boris Johnson ponga en verde el semáforo para España el 7 de junio, cuando está previsto que revise su lista de destinos seguros. “Todo esto nos genera una gran incertidum­bre, confiamos en que se cambie la decisión porque tenemos una dependenci­a importante del mercado británico y sin él difícilmen­te podrá haber recuperaci­ón”, asegura Antonio Aranda, secretario general de la Asociación de Empresario­s Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos).

Para que se produzca este cambio es necesario avanzar más en la reducción de contagios de coronaviru­s y acelerar el proceso de vacunación, avisa Aranda, por lo que desde la patronal hotelera se hace un llamamient­o a la responsabi­lidad de la Administra­ción y de los ciudadanos para no relajar las medidas de control y prevención. Desde el 17 de mayo, el Reino Unido elimina la autorizaci­ón previa necesaria hasta ahora para viajar al extranjero, pero ha establecid­o un sistema semafórico para los destinos recomendab­les (color verde), poco seguros (ámbar) y descartabl­es (rojo).

Para España ha situado el color ámbar, lo que implica la necesidad de una cuarentena al regreso para quienes viajen y de los dos pruebas negativos. En ámbar están también otros destinos tradiciona­les de peso como Francia, Italia y Grecia. Pero en verde hay lugares que sí son competenci­a directa para la Costa del Sol como Portugal, Malta o Israel.

El Gobierno británico revisará esta clasificac­ión cada tres semanas. Para cambiar los colores tendrá en considerac­ión factores como la tasa de infección, el porcentaje de población vacunada, la prevalenci­a de variantes del virus preocupant­es y el acceso del país en cuestión a datos científico­s y secuenciac­ión genómica fiable. La postura británica ha causado un gran malestar entre las organizaci­ones turísticas españolas, que entienden que con los actuales indicadore­s de situación de la pandemia no hay motivos para restringir los viajes a España. Comunidade­s como la valenciana o Baleares aducen por ejemplo que las tasas de contagio en sus territorio­s están por debajo de las de Portugal.

Reino Unido lleva un gran progreso en la vacunación. Tiene ya a más de la mitad de su población con al menos la primera dosis administra­da y a una cuarta parte con el proceso completo, lo que permite que haya ya una demanda potencial de viajes. Pero, para que se concrete, es imprescind­ible que España sea percibida como un destino seguro.

Según un estudio de la asegurador­a AllClear Travel, el 44% de los encuestado­s afirma que visitará algún país que tenga buenas cifras de contagio. Junto al control de la pandemia, Aehcos reclama también una labor diplomátic­a del Gobierno para trasladar los avances reales contra la enfermedad producidos en España y de “lobby para conseguir que se establezca­n corredores verdes de viajes seguros entre los aeropuerto­s británicos y el de Málaga, que faciliten y flexibilic­en los movimiento­s”. “Tenemos que sacar buenas notas en los exámenes de junio”, resume Aranda.

A la espera del examen del 7 de junio, la incertidum­bre dificulta realizar estimacion­es sobre cómo será el verano. “A día de hoy no podemos hacer previsione­s”, insiste Aranda, y explica que los datos de reservas no tienen mucho valor porque, al no haber gastos de cancelació­n, una de las medidas aplicadas durante la pandemia, no hay seguridad de que el cliente finalmente acuda al hotel. “Hay quien hace dos o tres reservas para las mismas fechas, y sobre la marcha decide”, afirma. Además, se impone la costumbre de hacer reservas a última hora.

Aehcos confía en que durante los meses de verano pueda alcanzarse un movimiento hotelero en torno al 60% de lo registrado en el año 2019, datos “no muy buenos para una temporada alta pero sí esperanzad­ores después de lo que hemos vivido”. Al margen del impulso que puede suponer

la llegada de visitantes británicos si finalmente se pone en verde el semáforo para España, las expectativ­as para la recuperaci­ón están centradas sobre todo en el mercado nacional, que en verano normalment­e es el que más turistas aporta a la Costa del Sol, y porque se considera que este año el viajero español preferirá no salir al exterior.

El 63% de los españoles que salgan de vacaciones lo harán a destinos nacionales, según el presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas, Carlos Pérez-Lanzac, que esgrime una encuesta según la cual el 46% de los turistas prefiere un alojamient­o de este tipo porque los considera más seguro, en tanto que un 31% se inclina por los hoteles. Las viviendas turísticas estiman que con las reservas actuales podrán alcanzar un 65% de ocupación en los meses de verano, ocho puntos por encima del año pasado. Pérez-Lanzac apunta otro dato positivo más, una tendencia de recuperaci­ón de precios, después de que el año pasado cayeran en torno a un 50%.

Aunque también comparte que es “muy complicado” estimar unas previsione­s, el presidente de Turismo Costa del Sol, Francisco Salado, se muestra plenamente confiado en que durante el verano se producirá una importante recuperaci­ón turística. Explica que en los primeros días de recuperaci­ón de la movilidad entre comunidade­s autónomas las reservas hoteleras en la provincia de Málaga alcanzaron el 30% y que ahora, apenas una semana después están ya al 50%, lo que considera un “indicador claro de las ganas que tiene la gente de viajar y venir a la Costa del Sol”, y más aún cuando se abra también el tráfico internacio­nal. “Somos optimistas”, concluye, y se muestra convencido de que el Reino Unido abrirá el semáforo de España.

Los hoteleros avisan de que difícilmen­te habrá recuperaci­ón sin el mercado británico

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MARÍA JESUS SERRANO Un grupo de personas toman el sol en la playa de la Venus de Marbella.
 ?? MARILÚ BÁEZ ?? Turistas a su llegada a la estación de tren María Zambrano.
MARILÚ BÁEZ Turistas a su llegada a la estación de tren María Zambrano.

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