Más allá del meollo veraniego
● El presidente de Turismo Costa del Sol, Francisco Salado, cree que la temporada estival en Málaga “se va a alargar mucho más” este año
El deseo de viajar y disfrutar después de casi un año y medio muy duro a causa de la pandemia del Covid-19 y cierta disponibilidad para el gasto por el ahorro producido en este tiempo de restricciones son los argumentos principales que esgrimen quienes confían en que el verano de 2021 suponga el comienzo de la recuperación del sector turístico. Pero las miras no se centran solamente en el periodo considerado de temporada alta, sino que se extienden mucho más allá, como ya era anteriormente.
El presidente de Turismo Costa del Sol, Francisco Salado, cree que este año el verano “se va a alargar mucho más” y por eso relativiza el momento en el que el Reino Unido decida poner el semáforo en verde para los viajes a España y a los otros de sus principales destinos, como Italia, Francia o Grecia. “El hecho de que en el mes de junio el turismo internacional y sobre todo el británico no pueda venir o no esté incentivado a venir por la cuarentena, va a hacer que tengamos un muy buen mes de septiembre e incluso de octubre, porque aquí durante 365 días al año podemos ofrecer buen tiempo y excelente oferta, y esa es nuestra ventaja respecto a otros destinos”, argumenta.
De hecho, para el mercado británico, principal emisor de turistas extranjeros a la Costa del Sol y que tiene el sol y playa como motivación prioritaria, los meses centrales del verano no eran ya el momento de concentración masiva de los viajes. Por ejemplo, en el año 2019, el último de normalidad, el mes con mayor actividad turística, agosto, fue sin embargo el séptimo en el que más turistas británicos se alojaron en hoteles malagueños. Por delante se situaron, por este orden, septiembre, junio, mayo, julio, octubre y abril.
El año 2019 fue un ejercicio turístico con excelentes resultados y especialmente en lo que se refiere al mercado de visitantes británico. Al aeropuerto de Málaga llegaron 2,93 millones de pasajeros desde el Reino Unido, un 2,4% más que el año anterior pero con un crecimiento acumulado de nada menos que el 24,7% en cuatro años. Entonces, las posibles dudas sobre el futuro tenían que ver con la especulación sobre las consecuencias del Brexit, proceso culminado en plena pandemia, pero absorbido completamente como amenaza por ésta. Ahora, después de que la Covid hiciera desaparecer a más de 2,2 millones de esos turistas británicos en 2020, ya nadie piensa en la amenaza del Brexit, y según Aehcos, solo una tan hipotética como improbable fuerte devaluación de la libra podría tener consecuencias.