Israel recrudece su ofensiva y ataca unas oficinas de prensa
● Biden intercede con Netanyahu y habla por primera vez con Abas en plena crisis en Oriente Próximo
Israel intensificó ayer los bombardeos en la Franja de Gaza después de que las milicias palestinas lanzaron una ráfaga de cohetes hacia Tel Aviv que causaron la muerte a al menos una persona en Ramat Gan, cercana a la ciudad israelí, donde volvieron a sonar las alarmas antiaéreas.
La muerte del hombre, de 55 años, fue confirmada por la Policía y el servicio de emergencia israelí Maguén David Adom y elevó a 10 los muertos en Israel desde el comienzo de la escalada el pasado lunes. El impacto en Ramat Gan es el más cercano en años a Tel Aviv, segunda ciudad más poblada del país y que en la actual escalada ha sido uno de los objetivos principales de las milicias palestinas en Gaza.
En respuesta al lanzamiento de cohetes, Israel recrudeció los bombardeo y derribó una torre de 14 plantas en Gaza, sede de la agencia de noticias estadounidense AP, la cadena de noticias Al Jazeera y otros medios internacionales. Los ocupantes recibieron una orden de desalojo antes de producirse el ataque. Se trata de la quinta alta torre que la aviación israelí bombardea en la actual escalada bélica con las milicias.
El derrumbe de la torre Al Jalaa fue captado en vivo por múltiples cadenas de televisión internacionales, incluso aquellas que hasta hoy transmitían desde allí.
Según el Ejército israelí, el edificio “contenía activos militares pertenecientes a la Inteligencia militar” del movimiento islamista Hamas.
Un portavoz militar israelí agregó que Hamas escogió ese edifico para albergar sus activos precisamente debido a la presencia allí de medios de comunicación, que dijo son “utilizados como escudos humanos” del grupo.
Estos ataques fueron solo dos de los múltiples que se registraron ayer, incluyendo numerosos disparos de cohetes hacia las comunidades israelíes colindantes a Gaza y varios bombardeos israelíes sobre lo que describieron como objetivos militares de Hamas.
Estos episodios elevaron a al menos 140 la cantidad de palestinos muertos en Gaza desde el lunes, incluyendo 40 niños, y que se suman a los 1.000 heridos registrados hasta ahora.
Ante la gravedad de la situación en Oriente Próximo, el presidente estadounidense, Joe Biden, dialogó ayer con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y por primera vez con el presidente palestino, Mahmud Abas, en plena escalada de violencia en la región y tras la llegada el viernes del enviado de EEUU, Hady Amr, que intenta mediar para lograr un alto el fuego. Ambas llamadas fueron confirmadas por portavoces tanto de Netanyahu como de Abas.
La primera de las dos conexiones telefónicas fue con el líder israelí, con quien ya había estado en contacto. Netanyahu “agradeció al presidente el apoyo incondicional de EEUU” al derecho de Israel a defenderse y enfatizó que el Ejército israelí “está haciendo todo lo posible para evitar dañar a los no involucrados”. Un portavoz de Abas afirmó que el mandatario de EEUU “dijo estar trabajando para calmar la situación”.
Un comunicado de la Casa Blanca apuntó que Biden reafirmó a Netanyahu su “contundente respaldo al derecho de Israel a defenderse” de los cohetes de Hamas, a la vez que mostró su “preocupación por la seguridad de los periodistas” tras el bombardeo al edificio donde tenía la sede la agencia estadounidense Associated Press.
Israel avisó a los periodistas para que abandonaran el bloque antes de derribarlo