Iberdrola se da un año para un posible ‘spin-off ’ del negocio de la eólica marina
La compañía pretende dar entrada a algún socio a través de una ampliación de capital
Iberdrola se ha dado un plazo de un año para decidir si lleva a cabo un spin-off del negocio offshore, tal y como avanzó a finales de julio el presidente de la compañía, Ignacio Sánchez-Galán. La energética quiere aprovechar las crecientes oportunidades que se prevé surjan en este negocio a nivel mundial (con especial hincapié en la zona de Asia-Pacífico).
Para financiar dicho crecimiento sin incurrir en un mayor apalancamiento que pueda derivar en un deterioro del rating, la compañía pretende dar entrada a algún socio financiero a través de una ampliación de capital en el negocio. Tampoco descarta una salida a bolsa o la entrada de un socio privado. En cualquier caso, no antes de un año.
La compañía destaca el potencial de este negocio, una de las grandes apuestas de la energética a futuro y donde es puntera en el mundo, que genera unos 600 millones de euros de resultado bruto de explotación (Ebitda).
Iberdrola ya opera más de 1.300 megavatios (MW) de esta tecnología y avanza, conforme al calendario previsto, en los proyectos de Saint Brieuc (Francia, 496 MW), Vineyard Wind 1 y Park City Wind (800 y 804 MW en Estados Unidos, respectivamente) y Baltic Eagle (Alemania, 476 MW), que le permitirán duplicar su capacidad offshore en los próximos años.
Además, la estrategia de la energética en el segmento eólico marino se verá impulsada por los procesos de subastas previstos a corto plazo en los principales mercados donde opera o está posicionada: Europa (37.000 MW entre 20212022), Estados Unidos y Asia Pacífico (13.800 MW hasta 2024).
El grupo prevé el desarrollo de 12.000 MW ‘offshore’ hasta 2030, con unas inversiones de unos 30.000 millones.
Desde Iberdrola siguen mostrando su preocupación por las medidas aprobadas por el Gobierno que buscan abaratar el precio de la factura de la luz. Y ello, no solo en lo que respecta a sus cuentas, donde el impacto de la minoración de los ingresos del gas se estima ligeramente por encima de los 500 millones de euros en 2021 y 2022 (un 5% y un 4% del Ebitda), y el del CO2 rondará los 350 millones de euros en 2022 (cerca de un 3% del Ebitda), sino también por la incertidumbre generada y el grado de intervencionismo por parte del Gobierno lleva a un deterioro significativo de la percepción de los inversores.