Las propuestas de la UE sobre el protocolo norirlandés dividen al Gobierno de Belfast
● El mayoritario DUP advierte que las medidas “se quedan cortas” e insiste en la renegociación, en línea con Londres ● El Sinn Fein asegura que el problema es el ‘Brexit’ duro impuesto por Johnson
La UE ha lanzado un guiño a Irlanda del Norte con una serie de propuestas encaminadas a solucionar los problemas que ha causado el Brexit en la provincia británica, pero el Gobierno de Belfast, al que se dará voz en las negociaciones, sigue profundamente dividido.
El negociador jefe comunitario, el comisario Maros Sefcovic, habló ayer con todas las formaciones que componen el Ejecutivo autónomo norirlandés, de poder compartido entre unionistas probritánicos, descontentos con sus soluciones, y nacionalistas, que defienden el protocolo incluido en el Acuerdo de Retirada de la UE.
El mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP), por boca de su líder, Jeffrey Donaldson, destacó que las propuestas de Bruselas son un “punto de partida” para abordar las dificultades, pero advirtió que “se quedan cortas” e insistió en que el protocolo debe ser renegociado, en línea con la posición de Londres. “Reconocemos que la UE quiere proteger la integridad del mercado único, pero es importante que entienda que también es necesario proteger el mercado interno del Reino Unido”, declaró Donaldson.
El dirigente unionista instó al Gobierno británico a “presionar fuertemente” para lograr una reforma radical del citado protocolo o, incluso, que se sustituya con nuevos “arreglos comerciales”.
Entre las soluciones propuestas por Sefcovic el miércoles figura el compromiso para eliminar hasta el 80% de los controles sanitarios y fitosanitarios a los que son sometidas las mercancías que transitan de Gran Bretaña a Irlanda del Norte, con el objetivo de facilitar la implementación del citado protocolo, así como reducir a la mitad la burocracia arancelaria.
El DUP y Londres también exigen que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) no tenga jurisdicción para supervisar la aplicación de ciertas normas europeas en Irlanda del Norte y propone un sistema de arbitraje conjunto, si bien esta cuestión es una línea roja para Bruselas.
“Si vamos a seguir en el mercado único, entonces el TJUE es, por defecto, la opción estándar para resolver disputas”, opinó ayer Naomi Long, líder del multiconfesional Partido Alianza, quinta fuerza en el Gobierno norirlandés.
El Sinn Fein, principal representante de la comunidad nacionalista-católica en la región –contraria al Brexit–, considera que las nuevas propuestas de la Comisión abordan todas las preocupaciones de la ciudadanía y defiende el mantenimiento del protocolo.
Michelle O’Neill, vicepresidenta de la formación y número dos en el Ejecutivo, recordó ayer que la situación actual es “resultado directo” del “Brexit duro” impuesto por el Gobierno tory del primer ministro británico, Boris Johnson, y sus “aliados en el DUP”.
“El Gobierno británico y el DUP han promovido, de manera deshonesta, la falsa idea de que el protocolo no tiene el apoyo o consentimiento de la gente en el norte (de Irlanda). La realidad es que es el Brexit el que no tiene ni apoyo ni consentimiento”, subrayó O’Neill, en referencia al rechazo de la mayoría del electorado norirlandés en el referéndum de 2016.
En su opinión, el “problema es el Brexit y el protocolo es la solución”, una posición que comparte con el nacionalista Partido Socialdemócrata y Laborista (SDLP), cuyo líder, Colum Eastwood, sostiene que la oferta de Bruselas “va más allá de lo esperado” y vela por los “intereses de la ciudadanía y empresas” de la región.
Desde Dublín, el Gobierno irlandés ha llegado a cuestionar la credibilidad de Londres, después de que el que fuese mano derecha de Johnson, Dominic Cummings, dijese el miércoles que la intención del premier fue siempre “renunciar” al protocolo, el punto más conf lictivo de las negociaciones sobre el Acuerdo de Retirada de 2019.
El negociador jefe comunitario se reunió con todas las formaciones del Ejecutivo autónomo