La colada más activa se ralentiza al adentrarse en el barrio de La Laguna
● Este avance llevó a la evacuación preventiva de la población que aún permanecía en este núcleo de Los Llanos de Aridane ● La monitorización del volcán no registra grandes novedades
Los dos brazos de la colada más activa en estos momentos del volcán de La Palma ralentizaron ayer su avance tras adentrarse en el barrio de La Laguna, en Los Llanos de Aridane, ya evacuado al completo, tras llevarse por delante un supermercado y atravesar el campo de fútbol.
El director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, explicó que el avance de esta colada llevó a la evacuación preventiva de las personas que aún no habían sido desalojadas, y que según el censo son unas 400. El 12 de octubre habían sido evacuadas otras 800.
Morcuende detalló que los dos apéndices de esta nueva colada, situada por encima de la primigenia, tuvieron la noche del miércoles “alta intensidad y bastante recorrido”, pero al encontrarse en su camino con un supermercado y con un campo de fútbol “perdieron fuerza” y capacidad para seguir avanzando.
La que sepultó el supermercado de La Laguna “ha englobado mucho material procedente de edificaciones”, ha perdido mucha fluidez y ha ganado en viscosidad. “Sigue bien alimentada desde atrás, pero le cuesta más moverse”, dijo ayer Morcuende. A la otra, situada más al norte, le está pasando “exactamente lo mismo”, subrayó.
El director del Pevolca insistió en que se trata de evacuaciones preventivas realizadas con tiempo suficiente “para que nadie se sienta agobiado”, una decisión adoptada tras analizar los mapas de trazabilidad, pero es difícil anticipar el lugar por donde puede discurrir la lava o si los vecinos podrán regresar si se ralentiza o detiene el avance.
En la monitorización del volcán no se registraron grandes novedades, según expuso la portavoz científica del Pevolca, María José Blanco, salvo una deformación en el terreno de cinco centímetros en un movimiento vertical detectada en una sola de las estaciones.
Esta deformación, cuya fuente empuja desde el norte hacia el sur, registrada en una zona ya evacuada, sorprendió a los científicos porque se ha medido solamente en una sola de las estaciones, la más cercana al centro eruptivo, pero no en las demás.
El Pevolca avisó a las personas que están en el lugar, la zona de Jedey y Las Manchas, básicamente científicos trabajando sobre el terreno y servicios de emergencia y fuerzas de seguridad dedicadas a la limpieza de ceniza de azoteas, de que estén atentas ante posibles fenómenos observables, como pinos que arden desde la base o emisiones de gases desde el suelo.
La sismicidad continuaba localizada ligeramente más al sur del enjambre inicial previo a la erupción, con un número de seísmos algo menor pero con magnitud algo más elevada, la máxima de 4,5, un terremoto situado a gran profundidad y sentido en toda la isla.
Las emisiones de dióxido de azufre en el volcán siguen altas, con valores de 15.995 toneladas diarias, y la altura de la columna de cenizas y gases llega a los 2.600 metros.
La calidad del aire se mantiene buena o razonablemente buena, con algunas mediciones puntuales más elevadas de dióxido de azufre o partículas que siguen aconsejando usar mascarillas en el valle de Aridane, pero por primera vez en este episodio se ha registrado una medición elevada en el centro de investigación atmosférica de Izaña, en Tenerife.
Según expuso Blanco, en la madrugada del 12 de octubre hubo valores muy altos de dióxido de azufre en Izaña que llegaron a superar los umbrales de saturación de los equipos, 7.500 microgramos por metro cúbico, aunque enseguida remitió el episodio.