Un Linares en reconstrucción
● El Algeciras visita mañana a un equipo aún en transición tras el regreso de Alberto González ● Los azulillos se han conjurado para lograr la primera victoria en Linarejos tras dos varapalos
El Algeciras CF se prepara para visitar mañana (17:00) al Linares Deportivo, un equipo que todavía no conoce la victoria en casa en la Primera RFEF. El próximo rival de los albirrojos, el primero del grupo que ha cambiado de entrenador, se encuentra en plena transición tras el regreso de Alberto González al banquillo. Los azulillos se han conjurado para lograr esa primera alegría en Linarejos, donde acumulan dos derrotas seguidas ante sus fieles.
La buena racha algecirista, con dos victorias en sus dos últimas salidas y diez puntos de doce, se cruza con un Linares que no termina de carburar. El conjunto de Jaén ocupa con seis puntos plaza de descenso, pero el entorno y la afición asumen que el proyecto necesita tiempo, sobre todo tras el cambio de cuerpo técnico. La apuesta por Alejandro Sandroni que triunfó en el Yeclano- se consumió en cuatro jornadas. El club volvió a recurrir a Alberto González y su hermano Enrique -que fue segundo de Salva Ballesta en el Algeciras- para enderezar la nave.
El Linares solo ha sumado un punto en Linarejos en tres partidos, el que cosechó ante el Alcoyano (1-1) en su debut como local. Los azulillos perdieron con el UCAM (1-2) en el último partido de Sandroni y sufrieron un duro revés ante el Cornellà (0-3) ya con Alberto González a los mandos.
El último campeón del grupo IV de la ya desaparecida Segunda B solo ha conseguido una victoria hasta el momento, la que arrancó en El Palmar de Sanlúcar (0-2) en el regreso del cuerpo técnico formado por los hermanos malagueños. Tras el varapalo ante el Cornellà, los azulillos sumaron un valioso punto en el feudo del Atlético Baleares (1-1) la pasada jornada, un resultado que ha devuelto el ánimo a la caseta.
Muestra de que el Linares anda en su particular minipretemporada con Alberto González es el partido amistoso que los azulillos disputaron el pasado miércoles con el Recreativo Granada en Torredonjimeno. Un ensayo que se saldó con empate (2-2) y goles de Nando Copete y Etxanitz.
El cuerpo técnico anda pendiente del estado de Josema, que ante el Cornellà sufrió un aparatoso golpe en el que se fracturó la mandíbula y el hueso moral, con un hundimiento en parte de la cabeza que llegó a alarmar a los presentes en Linarejos. Afortunadamente
el central ha esquivado el quirófano y está ejercitándose ya con una máscara de protección especial. Su deseo era volver ante el Algeciras.
Además, Fran Carnicer está entre algodones y Etxanitz y Perejón acaban de reincorporarse al grupo tras superar unas molestias.
El Linares 21-22 sigue la estela de la exitosa pasada temporada en la que el club se convirtió en una de las grandes revelaciones de la Segunda B. Los de Linarejos soñaron al igual que el Algeciras con el playoff de ascenso a Segunda.
Llegado el verano, el club también se decantó por mover el banquillo tras no alcanzar un acuerdo para renovar a Alberto González. La entidad apostó por el argentino Alejandro Sandroni, que había triunfado recientemente con el Yeclano.
Con un presupuesto de 1,2 millones de euros, un 41% más que la temporada anterior, el Linares afrontó una remodelación de su plantilla para competir en la nueva Primera RFEF. De la profunda reestructuración de la plantilla, apenas continúan media docena de jugadores como Fran Lara, Dani Perejón, el capi Fran Carnicer, Sanchidrián, Rodri o el exbalono Hugo Díaz, con el que hubo un pequeño culebrón cuando se rumoreó que quería salir al Córdoba.
El club sufrió y dio bajas, entre las más sonadas la del meta Razak, José Cruz, Chendo Alarcón o Fran Morante, ahora en la Balona.
Entre los fichajes, nombres muy conocidos como el portero Nauzet, el veterano Lolo Guerrero (hace más de una década que jugó en la UD Los Barrios), Etxaniz o Nando Copete. Alberto González apenas tiene a unos cuantos de jugadores con los que obró el milagro el pasado curso. Ahora trabaja a marchas forzadas para volver a inculcar el espíritu de ese Linares peleón que dio guerra contra todo el mundo.