La Policía Nacional detiene a un hombre por robar en las viviendas de su exparejas
Agentes de la Policía Nacional detuvieron en Algeciras a un hombre de 49 años como presunto autor de dos delitos de robo con fuerza en domicilio y a otras dos personas como presuntos autores de un delito de receptación. Las viviendas pertenecen a dos mujeres con las que el arrestado había mantenido anteriormente relaciones sentimentales. En una de ellas sustrajo numerosas joyas y en otra una embarcación.
La investigación se inició el pasado 5 de octubre, cuando una mujer denunció el robo perpetrado en su domicilio. La víctima relató que su última pareja, con la que había convivido y que semanas atrás habían terminado la relación, fue hasta su domicilio y tras comprobar que ella no estaba en casa, accedió a la vivienda después de convencer al hijo menor de la víctima. Una vez en el interior, se dirigió hasta el dormitorio principal, donde fracturó varios cajones cerrados para apoderarse de diversas joyas valoradas en más de 36.000 euros.
Posteriormente se recibió la denuncia de otra mujer, que contó que una persona, aprovechando su ausencia, accedió a su vivienda escalando el muro perimetral y fue al garaje para sustraer un kayak.
Ambas indicaron a los agentes que temían futuras represalias por parte del individuo, al que calificaron como muy agresivo y adicto a sustancias estupefacientes
La investigación desarrollada determinó que el autor de los robos era la misma persona. Los agentes realizaron un dispositivo de búsqueda que finalizó al ser localizado en las inmediaciones de la estación de autobuses de Algeciras. En el momento de la detención, el investigado llevaba en su poder algunas de las joyas sustraídas.
DETENIDOS POR COMPRAR LOS OBJETOS ROBADOS
Los investigadores continuaron las indagaciones y descubrieron que dos personas habían comprado parte de las joyas sustraídas, por lo que fueron detenidos como presuntos autores de un delito de receptación. Esta conducta de perista, indica la Policía Nacional, es una figura prevista y penada, ya que beneficia al infractor para dar salida a los efectos robados y perjudica al comprador, que intenta con ánimo de lucro aprovecharse de estos efectos que adquieren por un precio muy por debajo de su valor.