Unos mil defensores salen de la acería de Mariupol
● Moscú sigue sin revelar si aceptará, como propone Kiev, un canje de prisioneros ● Se desconoce cuántos quedan en la fábrica
desistido de sus propósitos, pero es un reconocimiento de que las cosas no marchan del modo esperado, según el subsecretario del Consejo de Seguridad ruso, Rashid Nurgaliev.
“Pese a todas las dificultades existentes la operación especial militar será llevada hasta el fin, y las tareas planteadas, incluyendo la desmilitarización y desnazificación de Ucrania, la defensa de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, se cumplirán en su totalidad”, aseveró.
Según afirmó el alto funcionario ruso en un encuentro con embajadores en Moscú, las principales dificultades radican en que Occidente continúa “apoyando incondicionalmente con armas” a Kiev, y “presionando a la vez a la comunidad internacional para que ésta cese la cooperación con Rusia”.
“Al más alto nivel se escuchan declaraciones agresivas y amenazas contra nuestro país, nuestros líderes y nuestro pueblo, algo que no sucedió ni durante la Guerra Fría”, lamentó.
El propio Ramzan Kadirov, líder checheno y uno de los principales halcones de la elite rusa, que ha expresado su apoyo absoluto al Kremlin y ha enviado unidades chechenas a combatir en Ucrania, admitió ayer “deficiencias” en la campaña rusa.
“Al principio hubo errores, algunas deficiencias, pero ahora todo marcha según los planes y liberaremos Ucrania”, dijo durante su intervención en un foro juvenil ruso.
Casi mil defensores ucranianos que permanecían en la acería de Azovstal han abandonado la planta de Mariupol y son ahora prisioneros de Rusia, que continúa sin revelar si accederá a un canje como propone Kiev ante el creciente rechazo entre la elite política en casa y los líderes prorrusos del Donbás.
Horas después de que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, afirmara que la misión de evacuación de los “héroes de Azovstal” continuaba y que estaban implicados “los mediadores internacionales más influyentes”, Rusia aseguró que otros 694 defensores ucranianos de la metalúrgica “se habían entregado”, incluidos 29 heridos.
Éstos se suman a los 265 evacuados el lunes de la acería, entre ellos 51 gravemente heridos, según Rusia.
De esta forma en dos días, “un total de 959 militantes han sido hechos prisioneros, incluidos 80 heridos”, sostuvo el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, el general mayor Igor Konashenkov.
Medio centenar han sido ingresados en el hospital de Novoazovsk, localidad controlada por Rusia en la autoproclamada república popular de Donetsk. Rusia publicó vídeos supuestamente grabados en su interior para difundir el mensaje de que los militares reciben un trato humano.
Todo ello en medio de la preocupación de organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional por el destino de los soldados.
Uno de los hospitalizados afirma, sin que se sepa si lo hace de forma voluntaria o no: “Nos tratan bien, no hay presión física o psicológica y nos dan de comer”.
El Comité de Investigación de Rusia dijo la víspera que interrogará a los militares de Azovstal en el marco de “la investigación de casos penales relacionados con los crímenes del régimen de Kiev contra civiles en el Donbás”.
Rusia no reveló cuántos defensores más quedan en la acería.
El líder separatista prorruso de Donetsk, Denis Pushilin, afirmó ayer que “los comandantes de más alto rango” de los defensores aún permanecen en sus instalaciones. “Hasta ahora no han salido comandantes del más alto nivel”, señaló.
Kiev mantiene silencio desde que informó de su intención de intercambiar a los militares por prisioneros rusos.
Rusia no revela si accederá a un canje, pero dentro del país han surgido voces duras en la Cámara baja, la Fiscalía y en el Donbás prorruso que rechazan enérgicamente esta posibilidad.
El líder checheno, Ramzan Kadirov, admite “deficiencias” en la campaña rusa