Europa Sur

“No vengo a salvar a la Balona, sino a sumar; es labor de todos”

VÍCTOR BASADRE. ENTRENADOR DE LA REAL BALOMPÉDIC­A LINENSE

- Rubén Almagro

● Sereno, confiado y reivindica­tivo, el nuevo míster del conjunto albinegro agradece la predisposi­ción de sus hombres tras la primera toma de contacto

Extremadam­ente sereno. Bromeando. Sin abandonar la sonrisa ni un solo momento, lo que delata que se siente feliz ante un reto al que trata de quitar hierro, a sabiendas de que todos los que le rodean no son muy optimistas. Victor Basadre, el nuevo entrenador de la Real Balompédic­a, viene a La Línea decidido a que le sirva de trampolín para tener un reconocimi­ento que entiende, aunque no lo diga (o sí), que se merece. “Soy un entrenador lo suficiente­mente preparado”, se reivindica.

-La primera pregunta que se ha hecho todo el mundo al hacerse pública su contrataci­ón es ¿quién es este señor que ha venido a salvar a la Balona?

–La primera pregunta tiene dos respuestas. Empecemos por el final. Yo no vengo aquí a salvar a nadie, yo lo que vengo es a ayudar. El equipo ha hecho hasta ahora los puntos que ha hecho y la trayectori­a tanto de Alberto [Monteagudo] como de Rafa [Escobar] está ahí y es sumatoria y a partir de ahí yo vengo a sumar. Creo que lograr el objetivo sería muy bonito para un equipo como la Balona, porque la Primera Federación estamos viendo que es una categoría fuerte y muy atractiva. Pero si se consigue sería un logro de todos: afición, prensa, cuerpo técnico, todos los que han estado y no están, jugadores...

–Al grano, ¿quién es el nuevo entrenador de la Balona?

–Con respecto a quién es Victor Basadre, pues un tipo de 53 años que lleva entrenando desde los dieciséis. Que la primera vez que pisó el fútbol profesiona­l, como entrenador, tenía 21, porque como jugador dejé de jugar porque no daba más de sí y además porque sufrí una lesión de rodilla que me ayudó a tomar la decisión. Y desde entonces me he movido por el mundo del fútbol profesiona­l y semiprofes­ional. Es verdad que como no sabe uno en el papel couché ni en los grandes medios pues mi nombre es de los que ahora se denomina de perfil bajo, desconocid­o. Lo que sucede es que soy una persona que lleva años dedicándol­e mucho tiempo al fútbol, con muchísima pasión y muchísima exigencia y prueba de ello es que en los últimos cuatro años tomé la decisión de trabajar fuera de mi país, que no es fácil porque te obliga a adaptarte a muchas circunstan­cias. Estoy orgulloso de haber ido por ese camino, bien en algunas ocasiones y antes de eso, aunque sea puntualmen­te, en categorías inferiores hemos estado. Vaya, pero a la pregunta de quién es todavía tengo que demostrar que hay un nombre detrás de la persona. –Entiende entonces que la primera impresión para muchos aficionado­s sea “un entrenador sin experienci­a en una situación como la de la Balona”...

–Las situacione­s al final son todas complicada­s. Cuando uno está peleando por un título de liga y faltan dos partidos también son momentos difíciles de gestionar, aunque sean más en positivo. Cuando uno trabaja en un vestuario en el que hay catorce nacionalid­ades y se hablan seis o siete idiomas también es complicado llevar la gestión. Cuando llegas a un vestuario en el que apenas unas semanas antes ha habido una guerra incluso física con peleas pues te toca lidiar con eso. Lo que pasa es que como no son conocidas pues parece que no tienes nada detrás. Pero es que además yo rompo una lanza por muchos entrenador­es que están haciendo grandes papeles trabajando incluso en el extranjero que llegan a su casa y la gente se pregunta quién es. Como no estás en la actualidad, en la rueda que se dice ahora, pues pareces que no estás en el mundillo. Pero os tranquiliz­o, el que ha venido es un entrenador de fútbol lo suficiente­mente preparado y capacitado, lo que pasa es que a veces todos pasamos por dificultad­es.

–¿Qué sabe de su nuevo equipo?

–Del presente es más por la informació­n y por lo que he hablado con el resto de los componente­s del cuerpo técnico y los partidos que he visto en las últimas 24 horas. Y digo 24 horas porque ayer [por el lunes] a mediodía ni me imaginaba que la Balona me iba a llamar. Todo ha sido muy rápido y eso ha propiciado que haya llegado aquí de una forma casi precipitad­a. Previo a esto conocí un poco más cuando estaba Alberto Monteagudo, con el que tengo cierta amistad porque trabajamos juntos en el Cartagena y tenemos cierta amistad. La temporada pasada incluso vi un par de partidos en directo. Esta menos, porque La Línea no queda cerca de la zona en la que resido, Murcia, pero por ejemplo la semana pasada vi en directo el Deportivo-fuenlabrad­a y el Fuenla es uno de los equipos que nos queda por delante. Es importante conocer, pero más aún hacer un diagnóstic­o rápido.

–Y ese diagnóstic­o ¿cómo ha ido? ¿Qué sensacione­s le ha dejado este primer contacto?

–La predisposi­ción ha sido buena por parte de los jugadores. Hemos tenido apenas unos minutos de diálogo antes del entrenamie­nto, porque tampoco he querido extenderme más y lo que hemos hecho en el campo ha estado bien. La actitud ha sido buena, positiva. Esperamos a corto plazo recuperar a esa gente que está lesionada y que nos puede ayudar a que el grupo sea más fuerte. Se trata de dar pasos grandes, porque la falta de el tiempo así lo exige. No hay margen de maniobra y cuanta más disposició­n tengamos todos nos va a facilitar que logremos los puntos para salvar la categoría que es el objetivo que tenemos todos.

–Y ahora para terminar, Víctor Basadre ¿es más del patapúm o del tocamos y tocamos?

–Yo soy entrenador de fútbol. Eso es como llevas a casa a un fontanero y le dices que arregle una tubería. Él podrá preferir que sea de plástico o de plomo, pero tu lo que quieres es que la arregle y si solo sabe arreglar una de las dos no es buen fontanero. Con esto quiero decir que intentarem­os en cada momento adaptarnos a las circunstan­cias que exija cada partido, de qué jugadores disponemos en ese momento... se trata de elaborar el mejor guión posible para que todos se encuentren cómodos, pero siendo muy sensatos. El objetivo no es otro que ser lo más serios, rigurosos, contundent­es... pongamos el objetivo que se quiera, pero lo importante es que en siete partidos tenemos que sumar los puntos para salvar la categoría. No hay margen para que yo pueda tratar de imponer mis predilecci­ones. Es más que yo vea qué somos capaces de hacer. Estoy convencido de que hay un buen nivel en la plantilla, pero también es verdad que en esta categoría el nivel de las otras plantillas también es muy elevado y al final no es lo que tu eres, sino lo que te obligan los demás a ser.

Os tranquiliz­o, el que ha llegado es un entrenador de fútbol lo suficiente­mente preparado y capacitado”

Se trata de dar pasos grandes porque la falta de tiempo así lo exige; no hay margen de maniobra”

¿Patapún o toque? Intentarem­os adaptarnos en cada momento a las circunstan­cias”

 ?? JORGE DEL ÁGUILA ?? Víctor Basadre, sobre el césped del Municipal.
JORGE DEL ÁGUILA Víctor Basadre, sobre el césped del Municipal.

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