La Balompédica, ‘casi’ SAD
● La entidad está registrada desde el 23 de mayo de 2022 pero su inscripción se considera parcial hasta tanto no comunique al registro mercantil los miembros del consejo de administración
La Real Balompédica Linense está pendiente de comunicar al Registro Mercantil la constitución de su Consejo de Administración (previa comparecencia de sus miembros en notaría) para poder comenzar a operar como Sociedad Anónima Deportiva, si bien el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) desvela que se registró para el comienzo de operaciones el 23 de mayo de 2022 y que en febrero del presente año llevó a cabo su última modificación, entonces para nombrar a Raffaele Pandalone como consejero (único). La inscripción del club se considera en estos momentos “parcial”
El Borme recoge en su edición del 14 de febrero del presente año con el número 77.846 que la Balompédica tiene como objeto social “la participación en competiciones deportivas de carácter profesional y, en su caso, la promoción y el desarrollo de las actividades relacionadas o derivadas de dicha práctica”, que su capital social asciende a 922.800 euros y que su único consejero es el empresario italiano Raffaele Pandalone.
En espera de que se produzca la comunicación de los miembros del consejo de administración la situación burocrática es la conocida como “inscripción parcial” que, de momento, impide a la Sociedad Anónima realizar actividades comerciales con terceros que, por supuesto, sí puede llevar a cabo la Balompédica como club.
Las partes aún no ha registrado más que en un contrato particular ante un notario que tiene fecha del 31 de octubre la incorporación del empresario de origen alemán Andrés Roldán (cofundador y propietario de Football Impact).
Todo indica que este retraso se debe a que antes de elevar el acuerdo a público y con la intención de evitar gastos añadidos, Raffaele Pandalone quiere deshacerse de su parte del accionariado y venderlo a un tercero, que sí quedaría inscrito como miembro del consejo de administración. En este impás el actual presidente estaría jugando con los tiempos.