REAL BALOMPÉDICA LINENSE - ALGECIRAS CF |EL CLÁSICO Un Clásico, dos destinos
● La Balona y el Algeciras retoman su rivalidad en una categoría de la que no quieren bajarse ● La estadística favorece a los balonos, pero los últimos pulsos sonrieron a los algeciristas
El Clásico del Campo de Gibraltar se vive por segunda temporada en la Primera Federación. El duelo de máxima rivalidad entre la Real Balompédica Linense y el Algeciras CF se escenificará este domingo (18:00) en el Municipal de La Línea con ambos equipos sumidos en puestos de descenso y máxima urgencia para alcanzar el objetivo de la permanencia. Los eternos rivales se aferran a sus opciones para mantener el privilegio de militar en la categoría puntera de la RFEF, la antesala a la Liga de Fútbol Profesional.
El primer Balona-algeciras con caché de Primera Federación ya es historia de los Clásicos y dejó huella por lo abultado del marcador, un 0-4 que prolongó la dinámica ganadora de los albirrojos frente a los albinegros en los últimos años: el Algeciras hilvana cuatro victorias seguidas ante la Balona y sus dos últimas conquistas en el Municipal fueron muy resonadas: el ascenso matemático a la Primera Federación con Salva Ballesta –que luego emuló la Balona con Antonio Calderón en la segunda fase– y la goleada de Iván Ania que marcó la trayectoria de Antonio Romerito.
Pero en cada Clásico hay que hacer borrón y cuenta, y olvidarse de la tabla, la trayectoria y los estados de ánimos. El duelo por excelencia de la comarca tiene vida propia y es imposible de pronosticar.
El Clásico ha experimentado innumerables batallas deportivas a lo largo de su centenaria historia. Atrás quedan envites –muchísimos durante el pasado siglo– en las desaparecidas Segunda B y Tercera división. Los Clásicos más remotos, los de los inicios del balompié, quedaron en la memoria y las retinas de los más añejos aficionados, que lamentablemente desaparecieron con el paso del tiempo.
La Balona y el Algeciras se citan este domingo en el segundo capítulo de la temporada 22/23, en la 33ª jornada, en una recta final en la que apenas queda margen de error para los dos.
Aunque el último Clásico se jugó el pasado 8 de diciembre en el Nuevo Mirador (1-0 para los de Ania ante una Balona con Rafa Escobar), La Línea ha tenido que esperar más de un año para acoger la cita ya que la pasada andadura se disputó el 19 de septiembre de 2021, con la liga apenas comenzada. Aquella tarde el Algeciras cosechó una contundente victoria por 0-4 con goles de Roni, Romero (doblete) y un futbolista que apenas tuvo repercusión en la temporada por culpa de las lesiones, Pelayo Morilla. Iván Ania debutó en el Clásico, tras un arranque titubeante, con un triunfo histórico que hizo mucho daño en el amor propio balono y acabó por cargarse en la mochila del técnico, un Antonio Ruiz Romerito que no terminó la campaña.
Este 0-4 vino a dar continuidad al triunfo algecirista del curso anterior, el 20/21, cuando un gol de Edu Ubis en el último suspiro desencadenó el ascenso a la Primera RFEF por la vía rápida del cuadro entrenado entonces por Salva Ballesta. Los balonos, tutelados entonces por Antonio Calderón, se desquitaron después con un merecidísimo ascenso por el camino más largo.
El Municipal, sumido una completa reconstrucción para un estadio moderno y coqueto, ha acogido la mayoría de los Clásicos en suelo linense, más de una treintena de antecedentes oficiales (33 ya que el de la temporada de
El 0-4 del pasado curso supuso el primer triunfo de Ania, que lleva pleno de derbis
la irrupción del Covid-19, la 19/20, no se pudo disputar). De esos 33 envites en La Línea, ocho tuvieron rango de Segunda B, una categoría en la que la Balona se mantuvo invicta en casa ante el Algeciras hasta la campaña de transición hacia la Primera RFEF. Cuatro veces firmaron tablas y en tres el triunfo se lo apropiaron los linenses, que cantaron la victoria por última vez en la andadura 2015/16 (1-0).
El Clásico nunca es un partido más. Por mucho que algún entrenador quiera disfrazarlo como tres puntos más en juego. El que se mete de lleno en un choque entre Balompédica y Algeciras lo sabe. El Clásico del domingo representa un duelo de urgencias: la
Balona viene de sumar un punto en el estreno de Víctor Basadre, que relevó a Rafa Escobar y es el tercer técnico balono en liza. El Algeciras tropezó en casa ante el San Fernando y cortó en seco lo que parecía un conato de reacción. Los de Ania llevan así toda la segunda vuelta.
Si bien el anfitrión suele partir con una ligera ventaja por aquello del factor campo, hacer pronósticos en este partido se antoja un auténtico desafío al caprichoso Dios del fútbol porque, como ya ha quedado demostrado infinitas veces, un Clásico casi nunca se deja guiar por la lógica.
La Línea –en el añorado San Bernardo que derribó la demoledora pileta primero y en el Municipal desde 1969– ha albergado ya 33 Clásicos en categoría nacional (uno en Primera Federación, ocho en Segunda B y el resto, en Tercera). Dieciséis veces ganó la Balona , siete el Algeciras y diez quedaron en tablas. La estadística arroja un balance más favorable a los albinegros... y la historia deja interminables anécdotas y decenas de nombres propios que escribieron las páginas de los Clásicos en uno y otro bando... y algunos en los dos, el de Gabriel Navarro Baby como principal exponente.
En la andadura 2019/20 hubo Clásico en Algeciras pero no así en La Línea. La irrupción de la pandemia del coronavirus en marzo de 2020 se llevó por delante la temporada en una sociedad que vivió varios meses confinada. El Covid se robó un Clásico que siempre faltará en los archivos de esta rivalidad.
Balona y Algeciras estuvieron un tiempo sin verse, el paréntesis que los albirrojos pasaron en Tercera desde 2016 hasta el ascenso de Socuéllamos en 2019. El Clásico en La Línea de la 2015/16 se celebró el 7 de febrero de 2016 y se decantó para los de casa con un gol del tarifeño Juampe, uno de los muchos jugadores de la comarca que sabe lo que es jugar este partido con las dos camisetas. La Balona de Manolo Ruiz llegaba bajo la sombra de una única victoria en seis jornadas mientras que el Algeciras de Mere venía de vencer en casa al Cádiz CF. Los estados de ánimo se revirtieron aquel día en el césped con