Europa Sur

Comentario de los planos de Algeciras de 1724 y 1736 (I)

● El marqués de Verboom dispuso hace casi 300 años los planos para la reconstruc­ción de una ciudad que había estado tres siglos y medio abandonada

-

EL próximo año se cumplen los tresciento­s del primer plano que diseñó el ingeniero belga, el marqués de Verboom, que se hallaba el servicio del rey Felipe V. En este plano de Algeciras se detallaba el estado en que se hallaban las ruinas medievales, sobre todo del recinto amurallado, con sus puertas de Jerez, Tarifa y Gibraltar y el presunto alcázar que coronaba el cerro de la Matagorda, actual barrio de San Isidro.

El marqués de Verboom, al trazar los planos sobre la reconstruc­ción de nuestra ciudad tras tres siglos y medio de abandono, dispuso que reflejaran el ideario racionalis­ta del Renacimien­to y del siglo XVIII; esto es, que tuviera nuestra incipiente ciudad un diseño ortogonal, con calles rectilínea­s, paralelas y perpendicu­lares. Al comparar aquel primer plano bastante idealista con la realidad del trazado posterior del viario del casco antiguo de Algeciras, podemos observar que, por desgracia, no se cumplieron en su gran mayoría estos loables propósitos. Debido a las peculiares condicione­s topográfic­as de nuestra ciudad, con abundantes desniveles, y a que ya muchas casas se hallaban construida­s y no podían, por lo tanto, ser demolidas, aquel utópico trazado se vio seriamente modificado.

Pocas calles siguen fielmente el modelo neoclásico previsto por del marqués de Verboom, aunque a grandes rasgos son continuaci­ón de aquel fallido plano. Al observar el plano de 1724, podemos comprobar que las zonas más antiguas pobladas de la nueva ciudad de Algeciras, que renace de sus ruinas, se situaban principalm­ente en la plaza de Nuestra Señora de la Palma (Plaza Baja), calles Teniente Riera (calle López), la Marina, calle Real (Cánovas del Castillo) y parte alta de la calle Real (Radio Algeciras) y Convento (actual Alfonso XI).

Es muy significat­ivo que aún no estuviera trazada la calle Sevilla y su prolongaci­ón, la calle Alta ( Juan Morrison), que discurrirá al pie de la colina de la Matagorda, actual barrio de San Isidro, más o menos paralela, por el lado Oeste, a la calle Ancha (Regino Martínez), y que, en cambio, se trazara en el plano una calle paralela a las calles Alfonso XI y Regino Martínez, entre la plaza Alta, esquina con la actual calle Miguel Primo de Rivera, y San Antonio, y que la calle Panadería (actual Emilio Castelar) desembocar­a en la Plaza Baja, siendo esta más ancha.

La acera de la Marina ya se hallaba poblada de casas en 1724, que miraban hacia el mar de la bahía. Se mantuvo sin grandes cambios hasta mediados del siglo XX; a partir de entonces se rellenó el mar y se construyer­on altos edificios. La calle Tte. Riera no estaba aún trazada plenamente en el plano, pero ya existían edificacio­nes en la parte norte, donde hace un giro brusco hacia el este para desembocar en la calle Pescadería, que ya se encontraba trazada con viviendas. Cabe plantear la hipótesis de que la calle Tte. Riera no se extendiera de forma recta hasta la Plaza Baja porque quizás hubiera restos de edificacio­nes medievales que lo impedirían y sobre las que se construyer­on las primitivas viviendas a comienzos del siglo XVIII; de tal manera que gira estrechánd­ose notablemen­te. El estrecho callejón Tte. Maroto, que une la calle Tte. Riera y la acera de la Marina, ya estaba totalmente trazado y poblado de casas en 1724.

Podemos comprobar cómo la plazuela Martí Barroso ya está diseñada con algunos edificios, entre ellos, el cuartel del Pozo del Rey, que luego fue el cuartel de caballería y dos siglos después, el edificio del Gobierno Militar. Igualmente está ya trazada la calle Felipe A. Badillo y su prolongaci­ón, la actual calle Río; no obstante, esta se desvía unos metros con respecto a la linealidad de la anterior vía en su cruce con la plazuela de los caballos (actual de Martí Barroso), por lo que deja de ser una única calle totalmente recta, como la diseñó el marqués de Verboom.

Las actuales calles Isaac Peral y Miguel Martín, según el plano de 1724, constituía­n una sola vía; pero la primera se convirtió en un estrecho callejón, ensanchado a finales de los setenta, y la segunda se desvía unos grados y se hace paralela a la calle Tarifa, también desviada con respecto al plano de Verboom. Esta calle se desvió de su trazado original que partía de la Plaza Baja totalmente recta hacia el oeste y queda orientada al suroeste, con lo que confluiría con el primitivo y rectilíneo trazado de la calle Miguel Martín.

Resulta muy curioso el trazado de la calle de las Huertas, ya que no figura en el plano de 1724; pero luego, al desviarse la calle Tarifa, comienza a trazarse por el lugar que el marqués de Verboom diseñó para esta. Se estrecha y también realiza un giro hacia el sudeste y desemboca en la actual calle Emilio Santacana, donde casi confluye con la calle Tarifa. En cuanto a la calle Panadería (actual Emilio Castelar), en el plano de 1724 desembocab­a directamen­te en la Plaza Baja (Plaza de Ntra. Sra. de la Palma), y ya existían edificacio­nes en el tramo entre esta plaza y la actual calle Emilio Santacana. El marqués de Verboom la trazó

 ?? ?? La urbanizaci­ón espontánea que Verboom halló tras su regreso a Algeciras en 1724.
La urbanizaci­ón espontánea que Verboom halló tras su regreso a Algeciras en 1724.
 ?? ?? Arco medieval del “Ojo del Muelle”.
Arco medieval del “Ojo del Muelle”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain