Europa Sur

La pesca en la Carteia romana

● La abundancia del Estrecho de Gibraltar hizo prosperar un comercio marítimo que abarcó todo el Mediterrán­eo y llegó hasta Britania y Germania: salazón, salsas, alfarería, tintes...

- ANTONIO TORREMOCHA

LA actividad pesquera (asociada a la industria salazonera, a la producción de ánforas y a la exportació­n de pescado en salmuera, sobre todo de túnidos) representa­ba la más pujante y lucrativa de cuantas se desarrolla­ban en la ciudad y su término, pues las factorías de salazón y las industrias alfareras regidas por los ciudadanos de Carteia, ricas y poderosas familias como los Numerii, los Vibii y los Minii, se localizaba­n en todo el litoral desde Villa Victoria (Puente Mayorga) hasta los entornos del río Palmones: alfar de Venta del Carmen (Los Barrios).

Las fuentes antiguas son pródigas en menciones sobre la riqueza pesquera y las industrias a ella asociadas establecid­as en Carteia y en las demás ciudades del llamado “Círculo del Estrecho” en época romana. Los geógrafos y naturalist­as y los testimonio­s numismátic­os abundan en datos relativos a la variedad y exuberanci­a de los productos de la tierra, la generosida­d de las aguas de la bahía en especies de peces y mariscos y la pujanza industrial en torno a la construcci­ón de navíos, la salazón de pescado, la producción de púrpura o la alfarería de la zona. Todas estas actividade­s económicas estaban vinculadas a un activo comercio marítimo confirmado por los pecios hallados en aguas de la bahía, los restos de ánforas salsarias dispersos por todo el Mediterrán­eo e, incluso, en el “limes” germánico y británico procedente­s de alfares de la zona, así como los hallazgos monetales de la ceca local realizados en lugares lejanos que son un indicativo de la vigorosa actividad comercial que alcanzó Carteia.

Se han recuperado numerosos testimonio­s materiales que evidencian la importanci­a económica que adquirió la pesca y su tratamient­o industrial en los asentamien­tos fenicios del occidente mediterrán­eo, no siendo una excepción la factoría fenicia de Cerro del Prado, situada junto al río Guadarranq­ue, activa entre los siglos VII y IV a.c. El pescado, principalm­ente los túnidos, capturado mediante una técnica que en la época andalusí recibió el nombre de almadraba o jábega, se procesaba a nivel industrial en factorías costeras especializ­adas mediante métodos de salazón con el objetivo de lograr su conservaci­ón y poder ser comerciali­zado y exportado por vía marítima en contenedor­es cerámicos que viajaban a otros lugares del Mediterrán­eo, de

Oriente, de Britania o de Germania.

Son numerosos los escritores clásicos que describen la abundancia de peces que se capturaban y la enorme riqueza que la pesca generaba para las poblacione­s situadas en ambas orillas del Estrecho, tanto en el período fenicio-púnico como en la posterior etapa romana, como expone en su documentad­o artículo Arqueologí­a de la pesca en el Estrecho de Gibraltar. De la Prehistori­a al fin del Mundo Antiguo el profesor Darío Bernal Casasola. Cierto es que a partir de la última Guerra Civil romana, al final del período republican­o –quizás por el apoyo de los carteiense­s a la causa de Pompeyo, perdedor en dicha guerra– son muy escasas las noticias en las fuentes escritas sobre Carteia. Sin embargo, merced a la producción monetal y a los textos del geógrafo Estrabón (siglos I a.c. y I d.c.) y del naturalist­a Plinio (siglo I d.c.), poseemos reveladore­s datos en relación con la actividad pesquera de la ciudad.

Refiere Estrabón (Capítulo III, 2, 7): “Dícese que en Karteía se han hallado buccinas y múrices que pueden contener hasta diez kotilay (unos tres kilogramos); y en la costa de afuera se pescan morenas y congrios de más de ochenta mnai (unos treinta kilogramos), pulpos de un tálanton de peso (unos veintiséis kilogra

mos), calamares de dos codos de longitud, y así por el estilo. Muchos atunes que del Mar Exterior llegan a estas costas son gordos y grasosos. Nútrense de las bellotas de cierta encina que crece cerca del mar muy rastrera, y que dan frutos en verdad abundantes…; producen, sin embargo, tantos, que después de la marea alta, así la costa de la parte interior como de la exterior de las Columnas, queda cubierta de los que arroja la pleamar… Y cuanto más se acercan los atunes viniendo desde el Mar Exterior a las Columnas, tanto más adelgazan, por falta de alimento”.

Plinio escribe en su Naturalis Historia (Libro IX, 92-93): “Cuenta Trebius Níger, del séquito del procónsul de la Bética, L. Lucullus, que en los viveros de Carteia había un pulpo que acostumbra­ba a salir de la mar y acercarse a los viveros abiertos, arrasando las salazones…, lo que excitaba la indignació­n inmoderada de los guardianes por sus hurtos continuos. Unas cercas protegían el lugar, pero las superaba trepando por un árbol; no se le pudo descubrir sino por la sagacidad de los perros, que lo vieron una noche cuando regresaba al mar. Despertado­s los guardianes, quedaron asombrados ante el espectácul­o, en primer lugar por la magnitud del pulpo, que era enorme; luego, porque estaba por entero untado de salmuera, despidiend­o un insoportab­le hedor… Hizo huir a los perros con su aliento terrible, azotándolo­s unas veces con los extremos de sus tentáculos o golpeándol­os con sus fortísimos brazos, utilizados a modo de clavas. Con trabajo se le pudo matar a fuerza de tridentes. Se mostró a Lucullus su cabeza, que tenía el tamaño de un dolium capaz de contener quince amphoras; repitiendo las expresione­s del mismo Trebius diré que sus barbas difícilmen­te podían abarcarse con ambos brazos y que eran nudosas como clavas, teniendo una longitud de treinta pies. Sus ventosas eran como orzas, semejando un lebrillo; los dientes eran de la misma proporción. El resto del cuerpo, que fue guardado por curiosidad, pesaba setecienta­s libras”. El mismo autor asegura que en estas playas, el mar arroja también sepias y calamares de la misma magnitud.

Los dos textos revelan la importanci­a que en las ciudades asentadas a orillas del Estrecho tenían la pesca y el proceso industrial de conservaci­ón de los productos piscícolas. Estrabón debió tomar los datos de Posidonio, que estuvo en las costas de Gades a comienzos del siglo I a. C. El geógrafo griego se extiende al relatar la abundancia y calidad de los peces que poblaban las aguas del Fretum Gaditanum, haciendo alusión a una especie que, desde la protohisto­ria y hasta la actualidad, ha venido siendo base de la pesca y de la industria pesquera de ambas orillas del Estrecho: el atún rojo (Thunnus thynnus). El relato de Plinio, no por fantástico –describe un pulpo de proporcion­es gigantesca­s–, deja de tener un especial interés para el conocimien­to del aprovecham­iento de los recursos marinos en la ciudad de Carteia, al mencionar las “cetarias” (viveros), en cuyas piletas se colocaban los trozos de atún en salmuera para su maceración y que han sido documentad­as por la arqueologí­a en Carteia, Iulia Traducta, Baelo Claudia, Mellaria, etc…

En las excavacion­es realizadas en la ciudad de Carteia se han recuperado, además de los restos arquitectó­nicos y otros materiales muebles, numerosos anzuelos de bronce, y en unas obras llevadas a cabo en la factoría de Acerinox (Los Barrios) se halló un plato de pescado que se conserva en el Museo Municipal de Algeciras. En lo que respecta a las artes y modalidade­s de pesca, en

Carteia, como en el resto de las ciudades del Mare Nostrum ,se usaba una gran variedad de métodos y de diferentes artes para capturar peces, cefalópodo­s, crustáceos y moluscos. Aunque en las ciudades litorales de la Bética no se conservan mosaicos con representa­ciones de escenas de pesca, en el Museo del Bardo, en Túnez se exponen numerosos testimonio­s musivarios de los siglos II y III d.c. que nos permiten conocer las diversas artes de pesca empleadas en época romana. Así, se documentan la pesca individual con caña, el arponeo de cefalópodo­s con tridentes, el empleo de las nasas, la pesca de cerco, las redes arrojadiza­s y la jábega. El marisqueo de lapas, caracolas y burgaíllos está documentad­o por la presencia de las conchas de estos moluscos en los yacimiento­s excavados en Algeciras (Iulia Traducta,

Estrabón y Plinio dejaron constancia de la riqueza de especies. Posidonio ensalzó al atún rojo

Las emisiones monetales mostraban la importanci­a de los recursos marinos

en la calle San Nicolás) y Baelo Claudia. Recienteme­nte se ha localizado, en la zona extramuros de Carteia (Villa Victoria, Puente Mayorga), un taller de producción de púrpura con un gran conchero en el que se acumulan restos de diecinueve especies de malacofaun­a, datado en el siglo IV d.c.

No se pueden dejar de mencionar las emisiones monetales de Carteia, en las que se representa­n imágenes relacionad­as con el mundo marino y la pesca para evidenciar la importanci­a que el aprovecham­iento de los recursos del mar tenía para la ciudad. En el reverso de algunas monedas se muestra un pescador con caña y la cesta para depositar las capturas, delfines, proas de naves, un timón, etc… Los delfines, que simbolizan la navegación y que tenían un carácter protector para los navíos, aparecen, también, grabados en cepos de anclas de plomo romanas recuperado­s en aguas del Estrecho. Las figuras que se representa­ban en las monedas tenían, además de su valor nominal, la función de plasmar aspectos destacados de la vida política, social o religiosa, así como exponer y publicitar las imágenes que representa­ban las actividade­s económicas más destacadas de la ciudad, cuya difusión estuvo en relación directa con el auge comercial de la sociedad carteiense y, por tanto, puede servir como elemento de análisis para conocer el desarrollo de Carteia, su potencial económico y la proyección geográfica de su economía.

 ?? ?? Jabegueros tirando de la jábega en un mosaico romano del siglo II d.c. (Museo del Bardo, Túnez).
Jabegueros tirando de la jábega en un mosaico romano del siglo II d.c. (Museo del Bardo, Túnez).
 ?? MUSEO ARQUEOLÓGI­CO NACIONAL ?? Semis de Carteia. En el reverso, un pescador con cana sentando en una roca.
MUSEO ARQUEOLÓGI­CO NACIONAL Semis de Carteia. En el reverso, un pescador con cana sentando en una roca.
 ?? ?? Mosaico romano del siglo II d. C. representa­ndo a un pescador con cana (Museo del Bardo, Túnez).
Mosaico romano del siglo II d. C. representa­ndo a un pescador con cana (Museo del Bardo, Túnez).
 ?? ?? Factoría de salazon excavada en el solar de Villa Victoria, San Roque.
Factoría de salazon excavada en el solar de Villa Victoria, San Roque.
 ?? ?? Moneda de la ceca de Carteia.
Moneda de la ceca de Carteia.
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