Europa Sur

Sin gol, no hay salvación

● La Balona cae en Fuenlabrad­a y ve reducidas hasta el infinito sus opciones de permanenci­a ● Los albinegros cuajan un notable segundo tiempo, que pone de relieve su falta de pegada

- Rubén Almagro

INCIDENCIA­S: Encuentro de la trigésimo sexta jornada del grupo I de la Primera Federación, disputado en el Fernando Torres de Fuenlabrad­a, con lleno absoluto en un aforo reducido por las obras que se están llevando a cabo en el mismo. Un grupo de seguidores de la Balona siguió el choque desde un aparcamien­to anexo desde el que era posible ver el terreno de juego.

Una concesión inexplicab­le. Un gol en el añadido. Una derrota in extremis, dolorosísi­ma por la forma y por lo inmerecida, en un partido en el que el rival fue peor. Todo parece indicar que este cuento de la Primera Federación se ha acabado para la centenaria

Real Balompédic­a Linense. Porque para lo contrario tendría que mediar un milagro [deportivo] que dejaría lo de la resurrecci­ón de Lázaro en una fruslería. Cuatro puntos con seis por jugarse. La soga cada vez aprieta más. Y cuando aprieta tanto a estas alturas, es por algo.

La Balona cayó en Fuenlabrad­a en un resultado con tintes catastrófi­cos. Dentro de la catástrofe que supone descender de categoría. Pero la derrota llegó mucho antes de esa jugada desgracia del tiempo añadido, que será lo que refleje la cruel estadístic­a. Perdió por esa alarmante falta de pegada que le viene lastrando desde agosto y que, a la espera de que sea oficial, le va a costar la categoría. Completó, paradojas de este bendito deporte, un notable segundo periodo, buscó más el triunfo, se hizo acreedor a un mejor resultado ante un enemigo al que empequeñec­ió... pero lanzó dos veces entre los palos. Y así... así es imposible.

Los kirikos se sujetaron en el alambre y, al amparo de un estadio que les tiene misteriosa­mente protegidos, aprovechar­on un despiste monumental, que permitió al goleador David Vilán controlar absolutame­nte solo dentro del área, para asentar un golpe que se antoja definitivo para los de La Línea. Y si no es definitivo, se le parece mucho.

Víctor Basadre sorprendió apostando en el once por Gerard Oliva. Pero no se puede ni muchos menos decir que el centrodela­ntero cuajase un mal partido. Más bien todo lo contrario. Recibió de espaldas, dio aire a sus compañeros, provocó faltas... pero lo mismo, no dispara. Y sin gol, ya lo decía la publicidad, no hay fútbol. Sin gol no hay Primera Federación que valga.

El primer tiempo, aunque siempre con una Balona más presente, fue menos desequilib­rado. El Fuenla hizo un par de incursione­s en el área albinegra y Alhassan Koroma trataba de replicar. Pero eran más fuegos de artificio que otra cosa. Los miedos por lo mucho que había en juego se palpaban en los dos bandos.

Lo más claro del primer periodo fue un golpe franco en el 43’, ejecutado con tino por Yassin Fekir, que se marchó después de acariciar la escuadra.

Tras el intermedio la Balona fue mejor, sin medias tintas. y en eso tuvo mucho que ver la brillante irrupción de Omar Perdomo en el lugar de un desapareci­do Joel del Pino. Este cambio sí que tuvo contenido. El equipo visitante tuvo el balón, se anticipó, ganó los duelos divididos... pero a la hora de la verdad todo eran disparos desde lejos. Es que ni centros de esos que parece que va a rematar cualquiera. Vaya que Craninx paradas, lo que se entiende como paradas, no hizo ni una.

Los cambios de Basadre tampoco es que ayudaran mucho. No lograron su objetivo. Más bien todo lo contrario, ayudaron a difuminar un equipo que no lo estaba haciendo nada mal. El Fuenla sí mejoró con las sustitucio­nes. Pero los balonos seguían siendo superiores.

A partir del minuto 70, quizás porque la Balompédic­a veía la victoria y todo lo que ello suponía al alcance de la mano, los albinegros comenzaron a hacer concesione­s aisladas. Que si un remate de Diego García (65’) que si otro de Álvaro García (80’), pero sin resultado. Como si de un aviso se tratase.

Y cuando ya el reloj había superado el minuto 90 llegó el estacazo. Y el tiempo se detuvo. Para mal. Para muy mal. Con el pitido final caras descompues­tas, miradas pérdidas... la antesala de lo que queda por venir si no lo remedia la sorpresa más grande que se ha producido desde que se instauró esta categoría.

En la caseta el llanto desconsola­do de un presidente, Raffaele Pandalone ,que refleja la sensación de que su proyecto se derrumba justo antes de que se produzca la venta. Hay vida, porque así lo dicen los números. Y a partir del lunes habrá que desenterra­r la calculador­a y el rosario para intentar volver a creer. Porque así es la afición de la Balona. Pero ahora mismo resulta complicado autoengaña­rse. Ahora se ve todo negro. El siguiente capítulo de esta angustiosa historia, el próximo sábado en el Municipal.

 ?? REPORTAJE GRÁFICO: CF FUENLABRAD­A ?? Yassin Fekir, perseguido por un adversario.
REPORTAJE GRÁFICO: CF FUENLABRAD­A Yassin Fekir, perseguido por un adversario.
 ?? ??
 ?? ?? Jesús Muñoz, junto a Aleix Coch, ayer en Fuenlabrad­a.
Jesús Muñoz, junto a Aleix Coch, ayer en Fuenlabrad­a.
 ?? ?? Seguidores de la Balona, acampados a las puertas del Fernando Torres.
Seguidores de la Balona, acampados a las puertas del Fernando Torres.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain