Von der Leyen alerta sobre los riesgos del modelo de los combustibles fósiles
● “Está destrozando nuestra existencia”, afirma ● Anima al G-7 a dar gran salto en la descarbonización
La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, aseguró ayer que la descarbonización de la economía es “el mayor desafío de nuestro siglo” porque el modelo económico basado en los combustibles fósiles “está destrozando la base de nuestra existencia”.
“La descarbonización es el desafío de nuestro siglo, sin ninguna duda (...). Sabemos que el modelo basado en los combustibles fósiles está obsoleto porque está destrozando la base de nuestra existencia”, dijo Von der Leyen en una rueda de prensa conjunta con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, sobre las próximas reuniones y prioridades internacionales de la Unión Europea (UE).
Von der Leyen ya había insistido este mismo lunes en que el informe sobre los límites del crecimiento encargado al Massachusetts Institute of Technology (MIT) por parte del Club de Roma en 1972 acertó al decir que el crecimiento económico basado en los combustibles fósiles está “simplemente obsoleto”.
“Esa evaluación ha sido confirmada una y otra vez”, declaró la política en la conferencia ‘Más allá del crecimiento’ celebrada en el Parlamento Europeo.
Por ello, Von der Leyen animó ayer a los líderes de los países que conforman el G-7 a “dar un gran salto” para aumentar las capacidades de las tecnologías limpias a fin de abordar de forma conjunta el cambio climático y afrontar la descarbonización, a la que se ha referido como “el reto del siglo”, pero “no a costa de los demás”.
“Nuestros incentivos deben reforzarse mutuamente en lugar de competir entre sí”, afirmó la alemana en una rueda de prensa junto al presidente del Consejo, Charles Michel, de cara a una “intensa sucesión de acontecimientos” que incluyen tres cumbres: la del Consejo de Europa en Islandia, la del G-7 en Hiroshima y la de la UE y la República de Corea en Seúl.
El apoyo renovado de Von der Leyen a una economía descarbonizada y sostenible coincide con la publicación de datos de la oficina de estadística comunitaria, Eurostat, que muestran que las emisiones equivalentes de dióxido de carbono (CO2) en la UE descendieron un 4 % en el cuarto trimestre de 2022 en relación con el último tramo de 2021.
Las emisiones de gases de efecto invernadero en el cuarto trimestre de 2022 en la UE sumaron 939 millones de toneladas equivalentes de CO2, mientras que entre octubre y diciembre de 2021 habían sido 978 millones.
En el mismo periodo, el producto interior bruto (PIB) de los Veintisiete avanzó un 1,5 % con respecto al mismo trimestre del año anterior.
“El descenso (de emisiones) va acompañado de cierto repunte económico, como muestra el incremento del 1,5 % del PIB de la UE en el cuarto trimestre de 2022”, subrayó Eurostat. Esa agencia de estadística destacó que “también es positivo que en comparación con el cuarto trimestre prepandémico de 2019, las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE también decrecieron un 6 %”, pasando de 994 a 938 millones de toneladas equivalentes de CO2.
Por sectores, las áreas de actividad responsables de más emisiones fueron la “manufactura” y los “hogares”, con el 21 % cada uno, seguidos del “suministro de electricidad y gas” (20 %), la “agricultura” (13%), y el transporte y almacenamiento (11%).
“Los únicos tres sectores en los que aumentaron las emisiones fueron transporte y almacenamiento (7%), servicios (excepto transporte y almacenamiento) (1,6%) y extracción de minas y canteras (1 %)”, indicó Eurostat.
Por países, las emisiones descendieron en casi todos los Estados miembros de la UE en relación
Otro de los retos que destacó la presidenta son las relaciones con China
con el mismo período de 2021, con excepción de Irlanda (+12,3 %), Letonia (+6,8 %), Malta (+6,4 %) y Dinamarca (+1,9 %).
Las mayores reducciones, en cambio, se registraron en Eslovenia (-15,9%), Países Bajos (-9,9%) y Eslovaquia (-6,9 %).
Otro de los retos que destacó la presidenta del Ejecutivo comunitario son las relaciones de los países del G7 con China, y espera que en su encuentro en Hiroshima converjan en un conjunto de principios básicos compartidos con un enfoque “polifacético” caracterizado “por la reducción de riesgos y no por la disociación”.
En este sentido, destacó que el G-7 ha hecho de la seguridad económica un tema central de los debates, conscientes de que son “más vulnerables a la coacción cuando se acumulan las dependencias”.