La seguridad en los mares de Cádiz, a la vista de todos
● La Bahía de Cádiz acoge tres simulacros de situaciones límite llevados a cabo por Guardia Civil y Salvamento Marítimo
El mar de Cádiz es un lugar seguro. Y para que no quede ninguna duda, efectivos de diferentes unidades de la Guardia Civil, con el apoyo de Salvamento Marítimo, llevaron a cabo en la tarde de ayer una serie de simulacros en los que varias unidades se emplearon a fondo en situaciones como las que pueden producirse en eventos náuticos.
Los ejercicios se enmarcaron dentro de unas jornadas denominadas Gestión de la seguridad en grandes eventos náuticos, un seminario que durante todo el día se ocupó de desentrañar las claves que requiere la organización de acontecimientos multitudinarios como la Sail GP y en la que participaron expertos en la materia.
Una vez finalizados los coloquios llegó la hora de la verdad. Decenas de agentes de diferentes unidades de la Benemérita, como el GRS (Grupo de Reserva y Seguridad), GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas), Servicio Marítimo y Escuela del Marítimo, Useci, Unidad del Aire, Unidad Cinológica o Tédax, se desplegaron por el muelle de la Zona Franca para llevar a cabo unos simulacros que estuvieron abiertos a la ciudadanía. De hecho, fueron numerosas las personas que se acercaron hasta el lugar para presenciarlos y ser instruidas por los agentes o pasear por los stands instalados para la ocasión.
En un primera instancia, se llevó a cabo un ejercicio mediante el cual se rescataba al patrón de una embarcación que había sufrido un problema de salud en una hipotética regata. Manuel González Ramírez, portavoz de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, fue el encargado de ir explicando a los invitados lo que iba a suceder en la lámina de agua existente delante del muelle de la Zona Franca gaditana.
Como decimos, el ejercicio arrancó cuando desde una embarcación se lanzó un mensaje de socorro por una indisposición de su patrón en medio de un acontecimiento con una afluencia de un millar de embarcaciones en la lámina de agua donde se lleva a cabo la competición. Una patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil se situó a babor y antes que nada, tras abordarla, varios guardias trasladaron al patrón a su propio barco. A continuación llegó a lo lejos un helicóptero de Salvamento Marítimo desde el que se descolgó uno de sus efectivos.
La lámina de agua situada frente a Zona Franca fue el lugar escogido para el acto
En una acción espectacular, en pocos minutos fueron capaces de inmovilizar al enfermo, situarlo en una camilla e izarlo al helicóptero. Tras subir el miembro de Salvamento Marítimo al aparato, este se alejó a toda velocidad ante los aplausos de los presentes.
El segundo ejercicio partió de la hipotética protesta de una embarcación en una regata que rompía el perímetro de seguridad previamente establecido. Dos lanchas auxiliares con agentes del GRS a bordo se lanzaron a darle el alto pero, ante la negativa de los los intrusos a deponer su actitud, no tuvieron más remedio que realizar disparos con pelotas de goma y proceder a asaltar el barco y detenerlos.
El último ejercicio consistió en la liberación de una rehén en un catamarán del Consorcio de Transporte. El secuestrador fue abatido por un francotirador desde un helicóptero de la Guardia Civil que se aproximó a la embarcación a la vez que agentes del GRS (llegados desde Valencia para este simulacro) accedían a la nave.
Fueron tres ejemplos claros de la espectacular labor que realizan, también en el mar, los agentes de la Benemérita, un cuerpo que hace poco más de un mes inauguró en la Zona Franca de la capital gaditana la Escuela de Formación y Doctrina del Servicio Marítimo de la Guardia Civil. Es en este centro donde los guardias que quieran elegir esta bonita especialidad se preparen para garantizar que la ley se cumpla, también en el mar.