BMW electrifica a tope su menor SUV
LA familia del SUV más pequeño de BMW, el X1, sigue sumando efectivos. A las versiones de gasolina y Diesel basadas en los motores, respectivamente, de tres cilindros y 1,5 litros y cuatro y 2 litros, con o sin arquitectura de 48 voltios, se añaden ahora las variantes con la máxima electrificación, incluyendo el eléctrico con baterías ix1 xdrive30.
Tiene una batería de 64,7 kwh de capacidad útil y con una autonomía homologada de hasta 440 km. Su consumo se sitúa entre los 16,8 y 18,1 kwh/100 km, aunque durante el trayecto que realizamos a ritmo del tráfico y combinando vías rápidas con carreteras de un carril por sentido fue de 20 kwh/100 km.
Este ix1, gracias a los dos motores -190 CV (140 kw) y 247 Nm cada uno de ellos- le permiten disponer de tracción total y una potencia combinada de 313 CV (230 kw) y un par máximo de 494 Nm.
No hay diferencias de tamaño en su carrocería en este ix1 respecto a las versiones mild-hybrid o híbridas enchufables -todas miden 4,50 m de largo, 1,85 de ancho y 1,62 de alto- aunque sí de aspecto con detalles que en otros X1 son cromados y que en esta eléctrica son en azul, como piezas en los extremos de paragolpes o en los estribos laterales.
En el interior del ix1, como en el resto de versiones de este SUV compacto, el nuevo salpicadero tiene las pantallas integradas bajo un único cristal, ligeramente curvado, que la marca llama BMW Curved Display. También un reposabrazos flotante en el que está el pequeño joystick que permite elegir, por ejemplo, entre los modos de funcionamiento D y B del sistema de propulsión. La diferencia entre ellos está en el mayor grado de retención que se produce cuando se deja de acelerar. Al margen de esa posibilidad de elección, existe también la de contar con una frenada regenerativa adaptativa que utiliza los datos de navegación o sensores para establecer cuánta regeneración se realiza automáticamente.
Si ix1 tiene la opción de las levas en el volante -no era el caso de la unidad de la que dispusimos-, con ellas se debe poder elegir entre tres grados de retención.
Dinámicamente, es de agradecer la posibilidad de definir varias leyes de trabajo de la servodirección -con excesiva ayuda, a nuestro parecer, por defecto, preferimos el ajuste deportivo-, amortiguación, control de estabilidad o acelerador, mientras que la carrocería no tiene un balanceo o cabeceo mayor que el del resto de X1, pequeño en ambos casos.