Alonso roza la ‘pole’ y saldrá segundo en el GP de Mónaco
hora la tuvo Borja Fernández con un voleón que salió repelido de una melé defensiva blanca.
La primera parte se consumió con la sensación de que el Castilla, con muy poquito, se iba por delante de un Algeciras al que no le daba yendo al límite de sus fuerzas.
SEGUNDO TIEMPO
El Algeciras salió en tromba en el segundo acto o al menos esa era la intención, pero de nuevo una oportunidad clara para el Castilla, a balón parado, casi cuesta el segundo. Esta vez falló Gonzalo.
El choque se calentó y el colegiado aguileño Martínez Montalbán perdonó en el minuto 54 la expulsión a Mario Martín, que acababa de ver la amarilla. Raúl, que sabe de esto, sustituyó de inmediato al chaval mientras clamaba al unísono el Mirador.
Los de rojo y blanco insistían a su manera, cada vez con menos gasolina, y con Elejalde como único refresco para dar pulmones arriba. Pudo igualar el Algeciras en el minuto tras una contra en la que chutó Albarrán, pero la más clamorosa oportunidad se produjo pasada la hora de encuentro cuando los locales no atinaron en una rocambolesca oportunidad en un ramillete de ocasiones seguidas dentro del área. No había manera.
Quedaba el último tirón y el Mirador apretaba como nunca, especialmente cuando llegaban noticias de algún gol que acercase esa tranquilidad. El nerviosismo de la hinchada, no obstante, fue palpable en muchos instantes como en la bronca vivida entre dos sectores de la Tribuna por lanzar cánticos contra Ania. Los defensores sacaron las uñas por el equipo.
La tensión se desbordó también en el césped con algún que otro conato de tangana entre los futbolistas y en la zona de banquillos y con Theo Zidane expulsado. Allí medió el algecireño Alvarito Leiva, recibido con cariño en su casa y sin un solo minuto por parte de Raúl. Para Leiva también ha sido una temporada de aprendizaje.