Conclusión
la emoción de conducir está compuesta de muchas más cosas que de tan sólo los números 'en secano', aunque hay que reconocer que hemos disfrutado analizando cada medición. Y aunque hemos comprobado que el coche más potente y caro es más rápido en línea recta y marcando una vuelta rápida al circuito que el menos potente y barato, siempre está bien corroborar con datos objetivos las sensaciones que te transmite el vehículo al volante.
De nuestra elección de parejas está claro que se deduce que estamos ante una buena terna de matagigantes y, pesar de que ninguno de nuestros ‘David’ ha podido doblegar a su respectivo ‘Goliath’ haciendo mejores tiempos en el circuito o acelerando más rápido, sí hemos observado una tendencia clara a la hora de analizar el valor del rendimiento de uno respecto del otro: por cada euro extra ‘ invertido’, el retorno en prestaciones se hace cada vez más pequeño. Tal vez la pareja más reveladora sea la del Focus RS contra el GT-R. El potente Nissan se ha erigido como un auténtico matagigantes desde su lanzamiento en 2008 pero, desde el momento en EL QUE OBSERVAMOS LAS ESPECIfiCACIONES DEL Ford, sabíamos que iba a conseguir algo parecido al Nissan a un precio moderado. Queda claro que el GT-R es más rápido, pero el Focus RS ofrece un 84% de su rendimiento y resulta mucho más divertido de conducir en circuito que el ‘gigante’ japonés.
Después está la extraña pareja formada por el Caterhan 420R y el Porsche 911 GT3 RS. Los Caterham siempre han ofrecido un rendimiento de primera división a precio de segunda, pero comparado con el Porsche la